C O M U N I C A D O.

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Pasé mi mano por mi cabello, despeinándome. Me encontraba incrédulo ante tal declaración.

Por un momento sentí, que todos mis esfuerzos y sacrificios se fueron al traste por culpa de los engaños de Katia y el odio de mi hermano.

Pero, por primera vez sentí que realmente entendía su sentir. Y eso me hizo un poco feliz.

—Mark, sé que es difícil de que me creas y puede que sea demasiado tarde pero... Pero, yo hice todo esto por amor.

—¿Amor? —se burló Mark—. ¿Dónde está el amor en esto?

—Mark, tu olvidaste todo lo que te hizo ella en el pasado, ¿no es así? —Mark parecía sorprendido—. Ella intentó matarte hace mucho tiempo, te ahorcaba en el sótano de ésta casa... Y tu, en busca de ayuda, caíste inconsciente y estuviste hospitalizado tres días... Cuando despertaste habías olvidado ése día.

—¡Deja de mentir Victor! —gritó Mark asustado, confuso.

—¡No es mentira! —lo sacudí varias veces. La desesperación de que él no me creyera realmente me frustraba—. Porque tu eras lo más importante para mí.

Mark se mantuvo estático por unos segundos, incrédulo. Me incliné hasta quedar a su altura y lo abracé.

—Por favor Mark. Recuerda lo mucho que te quería y te quiere tu hermano tonto —dije en un susurró, mientras las lágrimas se desbordaban incontrolables. Mark no se movía, no me aceptaba pero tampoco me rechazaba—. Por favor, recuerda...

...

Ver a Victor llorar, abrazando a su hermano que tanto quería. Me hizo entender una cosa que había olvidado en mi obsesión de querer ayudar a Victor. La familia es lo más importante.

Mark cerró sus ojos poco a poco, como si su corazón y su alma se liberaran al fin. Su respiración se volvió tranquila y profunda y su cuerpo se mantuvo relajado. Creo que por fin, estaba llegando todo a su fin.

[Reproduce para el resto del capitulo]

—Siempre serás mi estúpido hermano... —dijo Mark en un susurró suave—. Pero no puedo perdonarte.

Mark abrió nuevamente sus ojos y una lágrima se derramó.

El ruido de un balazo resonó en toda la habitación, dejando un eco de mentiras bellas desvaneciéndose, como las flores de cerezo.

Las gotas liquidas carmesí manchaban la camisa y el saco de Victor. La bala había perforado su abdomen. Victor cayó en el suelo tratando de parar la sangre.

—¡VICTOR...! —corrí a abrazarlo, tratando de hacer algo. Mis manos temblaban y mi corazón latía con frenesí.

Katia comenzó a reír, primero una risa discreta hasta sonoras carcajadas, mientras observaba la escena detrás de mi.

—¡Serás idiota, Victor! —katia llevó sus manos delgadas y pulcras a su estómago, como si tratara de aminorar el dolor de tanta risa—. ¿Quién daría fin a qué?

Katia se acercó despacio a donde se encontraba Mark. Katia se inclinó acercándose a su rostro. Ella acarició suavemente la cabeza de Mark, como si fuera de cristal.

—¿Lo hice bien? —dijo Mark sonriente.

—Claro que sí, mi conejito —dijo con voz tierna.

—¿Nuestro final feliz por fin ha llegado? Un mundo en el que no esté Victor... —Mark parecía distinto—. Victor nunca nos hará más daño... Ya no sufriremos por él.

—Mi conejito... —Katia abrazó a Mark. Colocando su cabeza contra su pecho. El vestido de Katia se tenía de rojo por la sangre de Victor—. Exactamente, nuestro final feliz ha llegado...

—Katia, mi bella Katia... —diji Mark—. Olvidé decirle algo muy importante a Victor...

—¿Qué cosa? —y antes de que Mark pudiera responder. El ruido de otro balazo se escuchó. Ahora era Katia quien se encontraba con una herida en el pecho, cerca del corazón.

Katia cayó al suelo de un golpe en seco, se desangraba más rápido que Victor.

—Olvide decirle que, yo recordaba todo lo que había pasado... Desde que te conocí por primera vez, como tus ojos se iluminaban al ver a Victor, cuando fui tu títere y también, cuando intentaste matarme —Mark comenzaba a llorar más fuerte. Se escuchó la carga de la pistola—. Incluso, escuché su despedida aquella noche que se escapó... Tan sólo espero que pueda perdonarme...

Mark se giró a mirarme con esa cara pálida y con desgracia.

—Dile a Victor que lo siento —colocó la pistola debajo de su barbilla, apuntando hacia arriba y antes de jalar el gatillo sonrió—. Cuida de mi estúpido hermano... Ojalá que algún día él...

Y el ruido de un último disparo resonó, no sólo en la habitación, sino en mi mente y de seguro que en el corazón de Victor.

Tanto Mark como Katia se hallaban en el suelo desangrándose ya muertos por las heridas de bala. Victor se encontraba en el suelo, con sus ojos ligeramente abiertos y sus labios resecos. Su rostro estaba cada vez más pálido y su respiración se volvía más lenta y poco profunda.

—Victor, no Victor... Por favor no duermas, quedate despierto... Iré por ayuda, no muertas Victor... —dije abrazándolo.

—M-mi Yu...ri... l-o sien... to... —suavemente dijo Victor—. M-me... hu... biera... g-gus...t-ta... do... t-t-te... ner...

Miraba a Victor, como le costaba hablar y como lo decía cada vez más bajo.

—a... n-n-nues... t-tro... h-hijo... a... braz.. arlo... o... c-con-nocer... lo... —el brillo de los ojos de Victor se apagaba en cada palabra o sílaba que pronunciaba—. Te... a-amo...Yu... ri...

Y su brillo se extinguió por completo.

Las lágrimas no paraban de salir y el nudo en la garganta era cada vez mayor.

—Victor... —lo abracé más fuerte. Mientras lo llamaba una y otra vez. Pero el no respondía. Lo golpeaba, le daba infinitos besos, le decía cuanto lo quería pero el no se movía.

—¡¡¡¡VICTOR!!!!

Por favor dios, mi destino es demasiado cruel.

Por favor...

Victor...

Hola, que onda que petz :v
Bueno, ya el siguiente será el último...
No que decir al respecto con éste capítulo.

Les dejo un canción que mueve cualquier kokoro, busquen su versión cover... Es muy bonita la letra y la voz de la cantante hace llorar aun más.

Nos vemos, gracias por leer

Hanarezuni soba ni ite / Sólo quedate a mi lado (Yuri On Ice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora