Daisy

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En Un Lugar Cerca Del Campo, Una Pequeña Niña Jugaba En El Jardín. Su Nombre Era Celia, Tenía 8 Años, Y Todas Sus Aventuras y Juegos Los Hacía A Un Lado De Sus Peluches Y Muñecas.

Ella No Tenía Amigos, Solo A Sus Juguetes.. Ya Que En Su Escuela Nadie Quería Estar Con Ella.. Aunque Era Una Buena Niña, Con Las Calificaciones Bien, No Peleaba Y Siempre Veía Por Los Demás.. Pero Justamente Ésto Fue Lo Que Le Hizo Alejarse De La Gente.. Le Tenían Envidia Los Demás Niños, Ya Que Era La "Niña Perfecta".. Ella Estaba Muy Triste Por Eso.. No Tener Amigos Ni Nadie Con Quién Jugar.. Pero Trataba De Ser Feliz, Al Menos Tenía A Sus Muñecos, Los Cuáles Fingía Que Eran Sus Amigos.

Su Familia Era De La Gente Que Tenía Suficiente Dinero, Pero Llegó Una Temporada Donde Carecían De Éste, Cuando El Papá De Celia Fue Despedido De La Fábrica De Artículos Para El Hogar. Su Madre Recordó Entonces Que Faltaban Unos Días Para El Cumpleaños De Celia, Así Que Comenzó A Buscar Algún Regalo Barato Pero No Muy Simple, Buscó Y Buscó.. Hasta Encontrar Una Muñeca Hecha De Lana A Un Precio Favorable, En Buen Estado y Bonita, Tenía Algunos Cortes En El Rostro y Estaba Algo Rota En La Espalda, Pero No Parecía Nada Grave, Así Que La Compró Y Se La Llevó A Su Casa.

Tiempo Después Llegó El Cumpleaños De Celia, Su Madre Le Dio El Regalo Que Le Había Comprado, El Cuál Para Su Sorpresa, Le Encantó A La Pequeña. Decidió En Ese Instante Ponerle A Aquella Muñeca "Lily". Tiempo Después La Pequeña Celia Sólo Jugaba Con Esa Muñeca, Todo El Tiempo La Tenía A Un Lado..  Al Comer.. Bañarse.. Dormir.. Eran Inseparables.

A Sus Padres Se Les Hacía Normal Ésta Conducta, Ya Que Después De Todo, Era Una Niña. Aunque De Vez En Cuándo, La Madre De Celia Escuchaba Como La Pequeña Le Hablaba A Su Muñeca, Ignoraba Ésto, Pues Es Normal Que Los Niños Tengan Amigos Imaginarios O Hablen Con Sus Muñecos, Más También Ignoraba La Segunda Voz Que Le Respondía A Celia.

Los Días Pasaron, Todo Iba Igual.. En Una Tarde, La Madre De Celia Preparó El Almuerzo, Vio A Celia Por La Ventana De La Cocina, Como Siempre.. Con Su Muñeca. Así Que La Llamó Para Que Fuera A Almorzar.

-Celia, Cariño..! Es Hora De Almorzar..!

Más Celia Aún Seguía Jugando, A Su Madre Le Pareció Extraño, Pero Pensó Que Tal Vez Simplemente No La Haya Escuchado, Ya Saben.. Los Niños Se Pierden En Su Mundo Cuando Juegan.

La Madre De Celia Dejó Los Platos Servidos En La Mesa Y Se Dirigió Afuera, Acercándose A Celia Con Una Simpática Sonrisa.

-Hija, Es Hora De Almorzar, Ve Adentro Y Lávate Las Manos Para Comer, Si..?

-Si, Mamá

Cuándo La Niña Se Paró, Su Madre Notó Como La Muñeca Estaba En Perfectas Condiciones, Raro Para Que La Tuviera Una Niña Pequeña. La Muñeca Estaba Bien Lavada Y Sin Ningún Rasguño, Aunque Lo Que En Verdad Le Extrañó Bastante Era El Hecho De Que No Tuviera Algunas Marcas Y Desgaste Que Tenía La Muñeca Cuando La Compró, Eso Le Hizo Pensar Que Celia La Había Reparado, Pero Hubiera Dejado Rastros.

-Tu Le Haz Cosido Los Cortes..?

-Ah..? Cuáles Cortes, Mamá..?

-Los Que Tenía Tu Muñeca, Tenía Varios En La Espalda Y El Rostro, Tu Le Has Reparado..?

-No, Ella Nunca Tuvo Nada Roto, Además Es Perfecta Tal Y Como Es.. Y Es Mi Mejor Amiga..!

-Jaja, Está Bien Hija

La Pequeña Niña Se Dirigió A La Puerta De Su Casa. La Madre De Celia Se Quedó Un Momento Pensando, Después Acompañó A Celia Hasta La Mesa Normalmente.

Esa Misma Tarde Su Madre Fue Con Celia Al Patio De Atrás, Como De Costumbre, La Niña Estaba Jugando Con Su Muñeca.

-Hola Cielo, A Que Juegas..?

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