〈Sempiterno〉

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Ese sería el último día que estuvieran juntos. Por lo menos en ese instituto.
Mutsumi, tu novio, es de tercero, mientras tú sigues en segundo. Y como tal, pronto dejarían de verse a diario.

Asuma se iría a estudiar al extranjero.

Eso te tenía triste, como era de esperarse. No estabas alterada, ni siquiera estabas llorando, no, porque tenías fe de que esa distancia no los separaría: confías plenamente en tu novio, en el amor que te profesa, y en sus promesas de que nunca va a dejarte sola.

Te sientes como una egoísta por haberle quitado a tu senpai hasta el último momento de tiempo libre de sus vacaciones. Pero él no te reclama nada, y se divierte contigo. Eso te hace feliz, y su sonrisa alivia un poco tus culpas. Te tranquiliza. Ese era el poder que él tenía sobre ti: ese de cambiar tus pensamientos y emociones a la velocidad de una montaña rusa.

Le adoras.

Y por eso es que estás disfrutando hasta el más mínimo y simple detalle, atesorando cada momento como un fascinante recuerdo. Porque sólo te interesaba la persona con la que estabas. Y ese hombre era la mejor compañía que pudieses pedir.

En ningún momento de todo su recorrido habían soltado la mano del otro. Habían decidido visitar, como último destino, un parque de diversiones.

Eres como una niña pequeña, te emociona cada puesto de comida y cada gran juego que ves. Jalas a Asuma a los lugares que quieres ver, diciendo cada vez "¡vamos ahí!".
El de cabellos largos te observaba con una sonrisa cargada de sentimiento. Disfrutaba verte tan feliz, con esa expresión inocente que le cautivaba. Le encantaba estar contigo, escucharte decir maravillas de la comida que probaban, percibir la forma en que te diviertes...

Simplemente le encantabas tú. De pies a cabeza.

El día fue increíble, para ambos, lleno de risas y sentimientos, así como uno que otro beso y roce casual. No perdieron la oportunidad de disfrutar tanto como pudieron del otro. Pero era hora de irse a casa, y comenzar con las despedidas. Como era de esperarse, tu novio decidió acompañarte hasta tu hogar.

El trayecto hasta casa de ______ fue silencioso, lleno de tranquilidad. Ninguno estaba pensando en que pronto estarían distanciados: preferían olvidarlo por ahora. Intercambiaban uno que otro diálogo agradable.  A pesar de estar en completo silencio, el ambiente no se sentía pesado ni tenso, y ninguno de los dos se encontraba incómodo. Al contrario de eso, caminaban tranquilamente con una sonrisa de oreja a oreja, con los dedos entrelazados, sintiendo la calidez del otro.

No tardaron en llegar al portal de la vivienda de _______. Se quedaron frente a esta, pensando qué decir. Asuma fue el primero en romper el silencio.

—Yo...

—¿Quieres pasar? Te prepararé un café— le interrumpiste, proponiendo eso gentilmente. El otro sonrió enternecido.

—Encantado.

[…]

Tal vez no era buena idea que tu novio se quedase hasta tarde, más teniendo en cuenta que al día siguiente él tenía un vuelo que tomar desde temprano. Sin embargo, aún no querían separarse. Es por eso que ahora mismo ambos reposaban sobre el sofá de la sala, tomando cada uno su propia taza de café, mirando una película romántica.
Él estaba sentado con los pies abajo, y su espalda pegada al respaldo del sofá. Por tu parte, tenías todo el cuerpo arriba, con tu torso recargado contra el costado de Asuma, y tu cabeza sobre su hombro.

Ambos se sentían muy bien así, juntos.

Tus padres no estaban, ellos habían ido a visitar a una tía lejana perteneciente de tu familia materna. Agradecías enormemente poder tener la casa para ustedes, para no preocuparte de las sisañas de tu madre, o los regaños de tu padre por traer un chico a casa.

Sempiterno || Mutsumi Asuma & Lector【One-Shot +18】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora