Ámame hermano (Gru x Dru)

Capítulo 20: Robar

Parte I

En un viaje nocturno en lo alto del cielo decorado con estrellas y una luna llena posando entre las nubes, Dru y compañía estaban en camino al laboratorio que se hospeda el objeto que iban a robar muy claramente. Agnes y los minions estaban más atentos del paisaje que mostraba Rusia, con sus edificios cubierto de nieve; Dru en cambio tenía su vista en el camino a pesar de que nada malo pasara por que evidentemente estaban muy a lo alto de lo que sería la pista.

El rubio fijó su mirada en un pequeño aparato que mostraba cuanto camino faltaba por recorrer para llegar y justo en ese preciso instante ya estaban cerca.

—¿Listos? —pregunta el mayor para que todos lo miraran y asintieran seguros—. Bien, empecemos.

Dru baja de manera que la seguridad no notara su presencia y estacionara el vehículo detrás del laboratorio que era la única zona donde no había cámaras y pasaran los guardias en tiempo de jornada. Todos bajaron con sus trajes puestos, ocultando sus rostros para que nadie supiera.

—Wow —dijeron los minions como un cantar por lo enorme que era el sitio.

Dru mira una puerta y se acerca a ella cauteloso, sabe que no hay peligro pero era mejor prevenir, ya estando a pocos metros noto que tenía código por lo cual mostró una cara de fastidio.

—Muy bien, me tomara tiempo descubrir la clave —dijo el rubio en el momento que muestra un brazalete en su muñeca y empieza a buscar cómo acceder.— Se aceptan ideas nuevas para poder avanzar más rápido —agrega mirando a sus acompañantes.

Los pequeños amarillentos no sabían que decir, miraban a todos lados y daban ideas al azar y se negaban muchas de ellas que se decían. Agnes miro arriba y vio una especie de conductor de aire.

—¿Qué tal ahí? —pregunta la pequeña señalando con su dedo el lugar.

—¡Es perfecto! Nos dará un adelanto pero... —achino sus ojos para analizar el tamaño del conductor— Ahí puede alcanzar uno de los minions.

—O yo —agrega la menor.

—No Agnes, es muy peligroso, será mejor que te tenga vigilada. No quiero que te lastimes.

—Pero... —agacha su cabeza mostrando tristeza.

Dru tenía miedo de que su pequeña sobrina fuera a vagar sola pero le rompía el corazón que ella se pusiera triste. Mel lo toca para que lo mirara y cuando sus ojos posaron en el pequeño minion supo lo que quería entender, dudoso y con escalofrío simplemente suspiro y asintió para confiar de que Agnes lo haría bien.

—Agnes, escúchame. —Se agacha a la altura de la pequeña y esta la miro— tengo miedo de que te pase algo, pero puedo confiar plenamente en ti de que te podrás cuidar. Así que te asignaré una misión especial para ti.

—¡No te fallare mami Dru! —exclamo con alegría y una enorme sonrisa.

—Yo sé que no lo harás —le devuelve el gesto—. Esta es tu misión: subirás por aquel conductor y con esta pantalla te mostrara un mapa completo de lo interno y por medio de este micrófono me dirás en donde puede estar la roca que buscamos. ¿Entendido?

—Entendido —afirmó con seguridad.

Kevin le puso un pequeño micrófono en el traje de Agnes y configuro el brazalete para mostrar el mapa. La pequeña selecciono una habilidad que tenía su atuendo y empezó a escalar sin tener que ver abajo para no sentir miedo. Estando en su punto de inicio, abrió la puerta de metal del conducto gracias a que esta no tenía tornillos y accedió al lugar.

La pequeña niña gateaba sin hacer  un fuerte ruido alguno ya que de por sí hará ruido un conductor por ser de metal, miraba por la pantalla de su brazalete y a la vez por las demás puertas que la misma zona en donde estaba pudiese mostrar, por donde iba pasando, observaba laboratorios, cuartos de seguridad en donde estaban las cámaras, almacenamiento de productos químicos y otra variedad, pero no lo que era su principal misión.

—Agnes. —Empezó a sonar el comunicador— ¿estas bien? ¿Has encontrado la roca?

—Aun no —responde la menor—. Hay muchas cosas aquí.

—Con paciencia se encuentra lo que uno busca, ten cuidado Agnes. Confío en ti —dijo Dru.

—Si.

Agnes hizo énfasis a lo que dijo su tío, con paciencia, eso lo puede aplicar bien. Con sus ojos miraba cada detalle que le mostraba las rendijas de la zona, así aplico en las demás hasta que la pudo encontrar.

—Te encontré.

Con sus pequeñas dedos puso las coordenadas de donde estaba situado —un botón para ser más sencillo el trabajo de la niña— y desde ahí le llego a los minions por una pantalla que tenían.

—Lo logró —habla el rubio—. Bien, ahora es nuestro turno minions.

Los pequeños amarillentos empezaron a correr, Kevin y Mel con mucho sigilo se emboscaron hasta una puerta secreta que tenía aquel laboratorio, cosa que Dru no sabia y se sentía inútil por pocos segundos pero el pequeño y tierno Bob lo agarro de la mano y lo dirigió hasta la nueva zona de acceso y mientras tanto, Stuart simplemente iba ahí con toda la tranquilidad del mundo.

El más alto de los minions empezó a jalar la perilla de la puerta pero no abría, Mel dio una patada voladora y calló al suelo de la suave nieve sin sentir un poco de dolor.

—Creo que hay que averiguar la clave. — Señala Dru con su dedo al aparato que esta a lado.

—Ohhhh —cantaron en coro con asombro, menos Stuart que se dio un manotazo en la frente ya que él si se dio cuenta desde el inicio.

El mas serio de los minios aparto a todos para que le dieran espacio y acercarse al aparato, miro los números con suma tranquilidad y trono sus pequeños dedos para quitar su estrés. Y ahí fue, en ese entonces, en donde donde todos los presentes miraban con mucha atención a Stuart para esperar como este descifraría una clave que ni ellos conocían.

Y lo menos esperado fue, que este únicamente puso 1, 2 y 3 para que la puerta hiciera un sonido y se abriera automáticamente.

Stuart chasqueo siendo un prodigio, mientras que los otros ya se sentían demasiado idiotas para creer que esa seria la clave.