DARK * VerKwan

Capitulo. 01

— ¡ABRE LA PUERTA!

— No puedo — decía la pequeña entre el llanto, abrazaba fuerte su oso de peluche en la esquina mientras las sombras negras tiraban todo lo que podían, golpeaban la ventana y la puerta haciendo ruido y asustando a la castaña

— Maldita sea— Gruñó SeungKwan dando tirones a la puerta frente a él — Hannie, por favor, intenta acercarte a la puerta

— Van a matarme — chilló

— No te harán daño, solo abre la puerta, no podré ayudarte si no lo haces, papi aún no llegará y tenemos que hacerlo tú y yo

— No puedo — Lloraba a mares empapando así a su felpudo amigo

Vernon llegaba de salir a tomar aire, vió a lo alto como las luces a través de la ventana parpadeaban de manera irregular, de la habitación de su hija se escuchaba llantos y gritos por parte de Seungkwan, supo lo que ocurría al instante, sintió la oscuridad tan familiar. Corrió de inmediato al segundo piso, llegó a lado de su pareja y tocó sus hombros

— ¿¡QUE DIABLOS HACES AQUÍ PARADO!?

— La encerraron, está escondida en la esquina y yo no sup...

— QUÍTATE

— Pero que vas...

— ¡QUE TE APARTES CON UN DEMONIO!

Este accedió y dejo la puerta libre al paso de Vernon, quien levantó su mano y de su cien se denoto una peculiar vena de un color un poco más oscuro que lo normal, de su palma brotó una luz blanca la cual ejerció presión, tal como un viento lleno de poder que destrozó  por completo la puerta dejando volar pequeños pedazos de madera en el aire, las mencionadas sombras negras no tardaron en atacarlo, cada una de ellas chocó con una especie de aura que se había formado alrededor del chico disipandolas hasta hacerlas desaparecer dejando el cuarto con sólo una pequeña niña dentro, debajo de unos cojines se escuchaba sollozar, los padres se acercaron a ella y apartando sus dichas protecciones, la liberaron de su resguardo y la abrazaron.

— Todo esta bien, perdón por tardar — Canturreaba Vernon con delicadeza mientras acariciaba el cabello de la pequeña que aún se lamentaba dando unos entre cortados lamentos.

SeungKwan estaba llorando, histérico sin poder hablar, solo veía a su pequeña familia tratando de tranquilizarse.

— No volverá a pasar — Apartó a la niña de él para rodear su cara con las manos — arreglaré esto — Seco las lágrimas de la chiquilla mientras le sonreía tratando de tranquilizarla

— ¿Que harás? — Logró hablar SeungKwan por fin entre sollozos

— Me presentaré ante los Geom-Eun... — Volvió a abrazar a su hija recargando su mejilla en la coronilla de esta

— ¿Estas loco?  te asesinarán

— No lo harán, pisando una vez el bosque negro yo tomaré la forma de uno de ellos, nunca sabrán que soy yo

— Claro que pueden reconocerte

— Yo puedo impedir eso, déjamelo a mí

— ¿Van a hacerte daño papi? — Dijo Haneul separándose de su padre para limpiarse las nuevas lágrimas que había derramado

— No mi Hannie, todo estará bien, ve a dormir un rato corre

La niña obedeció y subió a su cama acurrucándose con su oso, los padres la miraban con añoranza mientras se alejaban, salieron de la habitación dejando la luz encendida.

Bajaron por las escaleras en silencio, ninguno de los dos tenía sueño, Vernon entró a la cocina y SeungKwan en su retaguardia, mientras este se sentaba en una silla frente a la mesa el otro rebuscaba  el refrigerador