Nueva Era

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En la Actualidad (Olimpo)

Los dioses estaban sentado en un perfecto círculo en sillas de gran respaldo con decoraciones que hacían distinguirse a cada uno, mientras veían a través del cristal del suelo a los hombres en la Tierra.

- La humanidad cada vez está peor- habló en tono cansado Hefesto, dios del fuego, mientras provocaba que chispas relucientes salieran de su mano como distracción.

- Se terminaran matando ellos solos, me sorprende que hayan pasado tantos años con vida- le secundó Ares rodando los ojos ante el espectáculo.

- El dios de la guerra, prediciendo Muertes, que novedad, apuesto a que eso te gustaría no, Ares?  Verlos pelear hasta la muerte- reclamó Atenea harta de su comportamiento.

- Basta, no estoy para soportar sus pelead hoy- gritó Zeus levantandose de su silla para caminar por el lugar.

- ¿Ha llegado ya?- Madre Naturaleza entró a la gran sala mirando a todos los dioses, con desespero sin tener noción de los gritos pasados.

- No Gea, aún no y deberías estar aquí como todos nosotros y no perdida en las flores de tu jardín- reclamó Afrodita con recelo manteniendo la mirada fija en sus perfectas uñas, una sonrisa ladeada aprecio en el rostro de Gea y después caminó a paso firme hasta el lugar de Afrodita.

- No olvides tu lugar en este Olimpo Afrodita, o tengo que recordarles a cada uno de ustedes quien soy yo?!-

- Gea, Afrodita está cansada, todos aquí lo estamos, perdona sus palabras, no era su intención ofenderte.- habló Atenea queriendo evitar una nueva discusión.

- ¿A qué hora piensa llegar Hades?- preguntó Gea cambiando de tema mientras se sentaba en su trono a lado de Zeus.

- Pero que desesperación, ni siquiera ha llegado el festejado- Hades y Percefone entraron a la sala ocupando sus respectivos lugares, sus atuendos era mayormente lúgubres que los de los demás pero ese solía ser su estilo.

- ¡Percefone!- exclamó Gea con alegría para correr a sus brazos, las grandes amigas rieron al verse y con tan solo chocar las miradas sus pupilas cambiaron a un color blanco y todos los de la sala quedaron aturdidos en medio del relámpago de luz instantáneo.

- Me encanta hacer eso- confesó Percefone, la anomalía solía darse cuando ella y Gea estaban muy juntas, pues de cierta forma la vida y la muerte se unían de una forma física desequilibrando un poco el universo, sus ojos volvieron al mismo tono y los dioses respiraron profundo ante las secuelas del hecho.

- Ya he recordado el porque de nuestras nulas visitas al olimpo- murmuró Hades malhumorado

- ¡¡Madre!!- Gea miró a la gran entrada del olimpo y encontró a sus hijos, tan parecidos a la vista y tan diferentes en carácter.

- Eros, Hímero. Cuanto los he extrañado- los dioses dejaron asfixiarse entre los brazos de su madre.

- Afrodita, Hola- Hímero se liberó de los brazos de su madre y trotó hasta la diosa de la belleza pasando de largo a los demás seres.

- Hola madre- la suave voz de Eros reconfortó a su madre.

- Feliz cumpleaños, Eros, ya eres un siglo más sabio- el dios del amor sonrió nostálgico rodando los ojos.

Los dioses rodearon a los festejados mientras hablaban un poco sobre sus interesantes anécdotas en la Tierra.

- Que lindo que hayas vuelto- susurró Afrodita a los oídos de Eros, el mencionado hizo un ademán de cortesía para ella pero ni siquiera le dedicó una mirada, el dios parecía perdido en sus pensamientos.

Amor Escrito en Griego (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora