23º La decisión de Elizabeth
El camino hacia la habitación que ocupaba Elizabeth le resultó eterno. Se vio a si mismo como un preso condenado camino a su ejecución, y lo peor era saber que se lo tenía bien merecido.
Llegó por fin a la puerta, donde suspiró varias veces esperando poder calmarse, antes de llamar. Se escuchó un leve "pase" desde el otro lado, y él, armándose de valor, giró la manilla e ingresó en la estancia.
Tras traspasar el umbral pudo observar que la chimenea estaba encendida y que ella lo esperaba sentada en un sillón frente al fuego, aun vestida con el traje que había utilizado durante la presentación, con los ojos rojos por haber estado llorando y una palidez preocupante en el rostro.
-¿Podemos hablar?- Preguntó cauto, sin atreverse a acercarse a ella. Lizzy asintió, indicándole el sillón que había frente a ella.
Fitzwilliam se encaminó hacia aquel asiento sin apartar la mirada de su dama, pues sentía que si dejaba de mirarla iba a esfumarse. Una vez acomodado, los dos quedaron mirándose varios segundos, hasta que Lizzy, con tristeza, bajó los ojos.
-¿Ya se han marchado todos?
-Así es. Tan solo quedaba Charles, y no iba a tardar en partir- Le explicó- Elizabeth, por favor, perdóname por...- Se interrumpió al ver que ella levantaba una mano, dándole el alto para hablar.
-No quiero escuchar tus disculpas- Le dijo tajantemente- Ahora mismo voy a hablar yo, y espero que me escuches sin interrumpirme. Necesito decirte por todo lo que me has hecho pasar esta noche.
-De acuerdo- Accedió él.
-Antes de la fiesta, cuando has venido a buscarme, había tomado la decisión de tender un puente entre los dos, para intentar apaciguar las cosas- Le explicó- No iba a dejar pasar lo sucedido hace unas semanas, pero viendo el esfuerzo que hacías por darme mi espacio, me había convencido de intentar ser comprensiva contigo- Él la miró sorprendido y esperanzado, pero sus esperanzas pronto se vieron truncadas- Sin embargo, cuando me has acusado de incitar a tus socios y amigos, de dejarme cortejar y de insinuarme, me has herido profundamente- Lo miró dolida, aguantando las lágrimas- Aun así, podía haber dejado pasar ese hecho, pues bien sé cuánto te ha costado esta noche dejar que a tu hermana se acercasen jóvenes que pudieran estar interesados en ella. Sin embargo, con lo que ha ocurrido después con el señor Wells... Me has humillado, y lo que es peor, me has decepcionado, y ahora no estoy segura de si quiero seguir estando a tu lado.
-Elizabeth, lo lamento tanto- Se puso en pie y se acercó a su sillón, tomándola de la mano a pesar del intento de ella de apartarse- Jamás he querido causarte ningún daño, y soy un miserable por haberte herido de esta forma- Besó sus dedos- Por favor, insúltame, golpéame, castígame. Aceptaré cualquier cosa que pienses que me merezco, menos que te apartes de mí.
-Lo siento pero necesito estar lejos de ti para poder pensar, para olvidar el bochorno y poner las cosas en perspectiva- Le aclaró.
-¿Ya no me amas? ¿Mi estupidez y mis celos han hecho que cambien tus sentimientos hacia mí?
-Claro que te amo, eso no cambiará nunca- Le respondió de inmediato- Pero eso no hace que me duela menos lo que ha sucedido- Bajó la mirada- ¿Y tú? ¿Me sigues amando?
-Claro que te amo- Se puso pálido- ¿Cómo puedes dudarlo? Te amo más que a mi propia vida, no hay nada que no haría por ti.
-Viendo tu facilidad para pensar las peores cosas de mí y para hacerme daño, empiezo a dudarlo. O nunca me has amado como decías, o ya no me amas igual que antes- Confesó antes de levantar la mirada de nuevo hacia él- Voy a irme una temporada a Longbourn.
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A pesar de todo, te quiero
FanficContinuación de la historia a partir de la boda de Darcy y Elizabeth.