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Harry Styles, para todo el que lo viera, un joven de 19 años. Tiene tatuajes adornando su cuerpo y disfrutaba de los ocasionales conciertos indies.

No tiene un trabajo, vive con su mamá y no tiene ni idea de lo que quiere hacer en su vida. Podría pasar todo el tiempo en su habitación, considerando que no tiene amigos o a dónde ir.

Le gusta pintar para sacar sus sentimientos a través de su pincel sobre los lienzos en la seguridad de su habitación.

La verdad es que no tuvo amigos en la escuela, el sabía que era diferente. Intentó que eso no le molestara pero no podía evitar sentirse triste. Era difícil estar solo.

Una vez su mamá lo incitó a salir más, así que hizo un ritual de ir a su cafetería local todas las mañanas para beber su té y usar su laptop. El empleado lo conocía, él no sospechaba nada.

Pero Harry tenía un secreto, algo que nunca se lo dijo a nadie.

Le gustaba pensar que era normal, pero el sabía que no lo era.

Todo comenzó un día, cuando él tenía 18. Tropezó en un sitio web de Ralph Lauren mientras estaba en la cafetería. Su mamá había estado pidiéndole que consiguiera ropa para lucir en su boda, entonces finalmente cedió.

Y mientras bajaba por lo que parecía una infinita colección de polos de muchos colores, algo le llamo la atención. O alguien, más bien.

Recordó como se paró su corazón y juraba que los ojos del chico estaban mirando dentro de su alma a través de la pantalla. Eran profundos, azules y misteriosos, tanto que le daban ganas de derretirse en la pantalla con él. Y se encontró a sí mismo clickeando el botón de "añadir a la compra", esperando que de alguna forma este chico se presentara en su puerta junto a la polo que compró.

Navegó por el sitio web de Ralph Lauren el resto del día, encontrando más fotos del misterioso modelo. No pudo encontrar su nombre por ningún lado, sólo lo conocía por su hermoso rostro. Hasta qué la cafetería cerro y fue forzado a regresar a su casa, su cabeza nadando con fotos de él.

Mirando todas las fotos le hizo más consciente de las características que lo dejaban sin aliento. La manera en que sus delgados y rosados labios se curvaban en un sonrisa o que quedaban en una línea recta. La forma en que sus cejas arqueadas perfectamente debajo del ligero cabello que caía sobre su frente. Se encontró a sí mismo preguntándose si su piel era suave como se ve. Tan sólo mirándolo a él hacía que toda la tristeza desapareciera, y sentía como si conociese a este chico.

Se sabía el rostro del chico tan bien, fue a casa a pintar fotos de él. Su cuarto estaba lleno de retratos sobre retratos. No podía capturar su belleza, pero era suficiente para mantenerse en su casa hasta que la cafetería abriera en la mañana.

Y ahora, un año después, Harry se sentó en su usual mesa en la parte posterior del rincón de la cafetería, buscando desesperadamente por el nombre del chico en Google. Harry sólo lo había visto en el sitio web de Ralph Lauren, pero su nombre no aparecía en ningún lado. Gruñó y pasó una mano por sus cabellos en frustración, dejando caer su cabeza en la mesa con un golpe.

Él sabía que era más que ridículo estar enamorado de un modelo de algún sitio web, pero lo era. Sabía que las personas pensaban que era un raro, mientras susurraban a sus espaldas creyendo que él no podía oírles. Pero a Harry no lo importaba.

Fue interrumpido cuando una taza de té fue puesta en su mesa. Levantó su cabeza y murmuró un 'gracias' antes de tomarla.

Harry crecía alejado de su mamá por éste modelo. Alejaría a todos los que quisiesen ser su amigo porque eso significaría menos tiempo en la cafetería. Estaba encaprichado, obsessionado.

Sus ojos revisaron la tienda mientras bebía su te, preguntándose como podría encontrarlo.

La campanita de la puerta sonó mientras ésta se abría, y alguien entró trayendo consigo una ráfaga del frío aire de London. Harry miro curioso mientras el hombre se quitaba la bufanda de la cara y su gorro para guardarlo en su bolsillo.

Aún no levantaba la cabeza y Harry no pudo verle la cara.

Se volvió a su laptop con un suspiro, bajando su taza, volviendo a mirar al chico en la pantalla.

"¿Está ocupado este asiento?" Escucho una voz preguntando en algún lado cerca de él. Sacudió su cabeza, pero mantuvo su mirada en la pantalla, bajando por las fotos mientras tomaba su taza para volver a beber su té. Oyó la silla arrastrarse contra el piso y al hombre sentarse a su lado.

"Soy Louis" dijo la voz nuevamente, y balbuceó de vuelta "soy Harry". Harry deseaba que el hombre lo dejara en paz, estaba concentrado en sus pensamientos.

Finalmente, el hombre se callo y lo dejó pensar en paz. Harry sabía que estaba mirando la pantalla de su laptop, pero no le importó. Necesitaba pensar.

"Hey, ese soy yo."

Harry dejó de mirar la pantalla de su computador para mirar al hombre que estaba sentado a su lado. Se encontró con un par de ojos muy familiares, unos nadando en travesura y misterio.

Su aliento se atoró en su garganta y su taza se volteó, derramando su te por toda la mesa.

Louis. Su nombre era Louis.

Mantuvo sus ojos pegados a Louis mientras éste divagaba sobre lo mucho que lo sentía, limpiando el te con su servilleta.

"Es-está bien." Tartamudeo Harry, sin quitar sus ojos de Louis.

Louis alzó su mirada de la mesa para ver a Harry mirándolo a él. Sonrió, mostrando una fila de dientes blancos y Harry trago saliva nerviosamente y volvió a su laptop, cambiando la ventana para que ya no estuviese en fotos de Louis.

"Amé esa sesión." Comentó Louis, gesticulando hacia la pantalla del computador mientras bebía su café. Tanto para romper el silencio incómodo.

Harry seguía sorprendido, y sólo miraba la ventana en blanco que había abierto en la pantalla de su computador. No encontraba las palabras exactas. El chico que había estado buscado en los últimos años estaba sentado a su lado. Hablándole. Viviendo. Respirando. Era real.

Louis tarareo para llenar el incómodo silencio mientras terminaba su café.

"Bueno, fue un placer conocerte, Harry". Dijo, aclarándose la garganta con torpeza.

"Igualmente." Respondió Harry, mordiéndose la lengua para así no decir nada de lo que se pueda arrepentir.

Louis se levantó para irse, dejando dinero para ambos. Comenzó a caminar hacia la puerta, los ojos de Harry aún pegados en él.

¿Qué estaba haciendo? ¿Y sí no lo volvía a ver nunca más?

"¡Louis, espera!" Le llamó atravesar de la tienda, saltando de su silla para correr hacia la puerta. Louis se detuvo y se giró para mirar a Harry.

"¿Sí?" Preguntó, sus labios formando una sonrisa.

"¿Q-quieres venir... por café algún día?" Preguntó Harry, sus mejillas teñidas en rosado mientras metía sus manos a sus bolsillos para que dejarán de temblar.

Louis sonrió ampliamente y buscó en sus bolsillos, sacando una tarjeta, Se la pasó a Harry. "Por supuesto, llámame algún día." Dijo y se giró hacia la puerta, caminando rápidamente.

Harry miró la tarjeta en sus manos. 'Louis Tomlinson', leyó. 'Modelo'. Sonriéndole como un idiota, moviéndose sólo si algún tipo necesitaba salir hacia la puerta. Este chico era real, y aún más hermoso en persona. Y él iba a ir por café con él.

Le tomó 365 días, incontables tazas de té y horas navegando por sitios web para finalmente encontrarlo.

Y por primera vez no se sentía tan sólo.

~ Holaaaaaaaaaaa Este es mi primer fanfic. Osea bueno, es una traducción, no es mío. Éste fanfic es de Alyssa aka violentlymasturbatin, y tengo su permiso de subirla oks. Bueno cauras, esta es una historia bastante corta, consta de 10 capítulos. Pero es muuuuuuuuuuuuuuy linda. Ojala les guste, saludos :-).

Solitario, Impaciente y un poco Inseguro. | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora