No me busques

Capítulo 1

Mi nombre es Lily Amderson y vivo en Los Ángeles, California. Acudo al Rickod School y mi sueño es llegar a ser médico, como mi abuelo Paul. Un hombre admirable, cuánto le extraño... falleció de un cáncer hace cinco años, era el padre de mi madre y fue una época muy dura cuando lo perdimos... hoy en día ya sabemos cómo manejar la situación y cada día se hace más llevadero, pero eso no implica que le dejemos de querer ni mucho menos. Cada 6 de febrero, cuando es su cumpleaños, hacemos un día especial en su memoria.

Vivo con mi madre Samantha, mi padre Josh y mi hermano pequeño Mike. No me quejo la verdad... mi familia me apoya y sé que puedo contar con ellos para muchas cosas. No puedo decir todas ya que peleamos mucho... mi madre siempre dice que eso hace más fuerte nuestro vínculo pero yo creo que eso es puro cuento.

Por otro lado, mi padre es un gran empresario y mi madre es su secretaria, gracias a ellos, mi hermano y yo tenemos una vida con bastantes lujos... aunque no sé si compensa, apenas podemos pasar tiempo juntos.
Mi madre es española, pero hace ya mucho tiempo llego aquí, a California, para hacer prácticas en las oficinas de mi padre. Años después se enamoraron y de esa relación salimos Mike y yo.
A veces han tenido crisis, ya que no es fácil trabajar con tu pareja. Chocan con bastante frecuencia pero han sabido salvar la situación.

Hoy es sábado por la mañana y no hay Instituto. Tengo 17 años y cumplo los 18 este verano, por lo que este ya es mi último año. Gracias a dios... no soportaría seguir yendo a las clases de la Señorita Mc. Croody por mucho más tiempo... ¡dios santo qué mujer!

-Buenos días familia- saludé bajando las escaleras que daban al salón. Me senté y encendí la televisión como de costumbre.

-¿Cómo has amanecido cielo?- preguntó mi madre dándome un beso en la mejilla como señal de buenos días.

-Pues como todos los días mamá, ¿dónde está papá?- pregunté dirigiéndome a la cocina donde se encontraba ahora mi madre.

-Ha tenido que salir muy temprano por temas de negocios, ya sabes que tu padre es un hombre muy ocupado cariño- recitó como si se supiera esa frase de memoria.
Maldita sea... odio que me ignoren y para colmo a mi padre se le da de maravilla.

Yo los quiero mucho... al fin y al cabo son mis padres, ¿no?... pero siempre están muy ocupados y nunca tienen tiempo para nosotros.

Cuando yo era pequeña, pasaba más tiempo con niñeras que con ellos y desde luego, no era mi culpa.
Mi hermano Mike ahora tiene 6 años y siempre intento cuidarlo para que no le pase como a mí... eso hace que lo ame tanto. Es algo así como mi protegido y mi niño consentido, para que lo entiendan.
Aún así tenemos peleas diarias y hay momentos que me gustaría asesinarlo y antes hacer que cabe su propia tumba... es broma, tranquilos... o bueno quizás no tanto.

-Que raro...- reí con ironía cogiendo mi desayuno y llevándomelo hacia mi habitación de mala gana. No me apetecía estar ahora con nadie, estaba cabreada y algo dolida, aunque ya debería estar acostumbrada. ¿No es más importante la familia que el trabajo? O por lo menos a mí me han dicho eso desde que tengo uso de razón.

Subí las escaleras saltando de dos en dos, entré en mi habitación y me tumbé en mi cama para relajarme y despejar mi mente unos segundos. ¿Por qué mis padres no se preocupan más por nosotros? No me imagino como puede sentirse Mike... él es tan sensible... si yo algún día formo una familia, que es casi impsoible porque los niños me irritan, pasaré tanto tiempo con ellos que no querrán verme ni en pintura.

Ring, ring, ring... llamada de Emily.

-Hola Emy, ¿qué ocurre?- dije mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro.
Emily es como si fuera mi hermana. Es muy simpática y dice cosas tan estúpidas que llego a mi casa con dolores en la barriga de reírme tanto, además también está algo loca, ¿se puede pedir algo más en una mejor amiga?... eso la hace especial y tan... única, tan Emily.

Llevamos juntas desde pequeñas y siempre
fuimos unidas... recuerdo pasarme las tardes en su casa jugando, cocinando, bailando... que tiempos tan lindos. También nuestras madres son mejores amigas desde hace años, es como si nos hubiéramos puesto de acuerdo. El destino así lo quiso.

-¿Qué tal está la fea de mi mejor amiga hoy?- dijo mientras ella misma se reía por su comentario. Tan graciosa como siempre... es ironía por si no quedó claro.

-Mi padre se ha ido, nada nuevo... lo sé- rodé los ojos. -Pero me da mucha rabia que sea incapaz de pasar un día con su familia, ¿a caso es pedir demasiado? Porque yo pienso que no- dije cabreada mientras mordía mi tostada. Sentía mucha rabia y lástima por mi hermanito Mike... nunca hablamos sobre nuestros padres porque no es agradable, pero lo conozco y sé que le afecta el apenas pasar tiempo con ellos. Es muy familiar y tiene un corazón noble, todavía es un niño, necesita estar con su familia... me recuerda a mí cuando tenía su edad... tan inocente... sin embargo, ahora soy mucho más distante y solitaria... nada nuevo. Mis amigos los cuento con los dedos de una sola mano y es porque la mayoría siempre te acaban clavando un puñal por la espalda... malditos traidores hipócritas.

-Bueno Lily... ya sabes como es tu padre, no te enfades con él. ¿Qué te parece si salimos ahora a correr un rato?- me animó. ¿Qué haría sin esta loca para mejorar mis días?

-Vale, nos vemos en 20 minutos delante de mi casa- colgué sin darle tiempo a responder... sé que odia cuando hago eso y por eso me encanta.

Velozmente terminé mi desayuno y me puse mi ropa deportiva. Cogí mis auriculares y me disponía a salir hasta que apareció mi madre. Siempre tan oportuna.

-¿Dónde te crees que vas sin avisar señorita?- preguntó haciéndose pasar por una detective, con sus manos a apoyadas a ambos lados de su cintura. ¿Esto es en serio mamá?. -Tú aquí no te gobiernas sola- me regañó.

-No seas pesada mamá, me voy a correr con Emily- expliqué esquivándola y abriendo la puerta. -Tú siempre me dices que haga deporte por mi salud y todas esas cosas... así que no te quejes ahora- suspiré un poco harta. Si... sigo molesta por el tema de mi padre, soy así de rencorosa.

-Te quiero aquí a la hora de almorzar, no te retrases jovencita o ya sabes lo que te pasará- dijo firme y con un tono ligeramente amenazante. Vaya... ella siempre tan simpática y dulce. Si fuera un juguete de seguro la pediría por navidad...más le gustaría.

¿Qué tal preciosos? Pd: Espero que les guste mi novela, también es de ustedes <3 !!!!