13 de enero de 2012

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Me llamo Alyson Fosch, tengo dieciséis años y vivo sola en la antigua casa de mis padres en Brisbane, Australia. Mi calle está muy cerquita del Treasury Casino y eso no es casualidad. Desde generaciones anteriores, me família ha padecido la adicción del juego. Todos somos ludópatas. Mis tatarabuelos jugaban durante la guerra en bares clandestinos y luego se fueron a vivir a Las Vegas. Allí es donde vivieron toda su vida mis abuelos, de casino en casino, y donde vivieron casi toda su vida mis padres. Al principio todo iba bien, mis antepasados tenían la suerte pisándoles los talones, pero poco a poco, ésta los fue abandonando hasta que se arruinaron. Para poder vivir, pedían préstamos y más préstamos a los bancos, pero cuando parecía que ya remontaban, volvían a gastárselo todo en máquinas tragaperras y claro, no devolvían los créditos. Al final, los bancos dejaron de prestar dinero a los Fosch y éstos tuvieron que buscarse otro método para vivir. Todos y cada uno de nosotros intentamos trabajar y algunos lo consiguieron, pero lo que ganaban se perdía esa misma noche en un tablero de Blackjack o en una ruleta. Mis abuelos salieron del paso, pero a mis padres ya no les ofrecían ninguna targeta de crédito. Esta vez pidieron ayuda a otras fuentes menos ortodoxas, pero como no pagaban ni a la mafia italiana, acabaron muertos. Yo soy la última descendiente de los Fosch y tengo que contemplar la posibilidad de acabar para siempre con el apellido. Por suerte, parece que matando a mis padres, los mafiosos dieron por saldada la deuda. El problema es que ahora ellos tampoco quieren prestarme dinero, y me amenazan con matarme si les vuelvo a suplicar. No sé que voy a hacer y eso me preocupa y me deprime. Y cuando algo me preocupa y me deprime ¿qué hago?, pues claro, ir al Treasury Casino con el dinero que todavía me queda de cuando trabajé por última vez (hace un mes). Pero si estoy contenta porque he conseguido ganar algo de dinero, entonces me pasa igual. He empezado este diario porque necesito poner en orden mis ideas y apuntar mi dinero y mis deudas (aunque ahora no tengo ni una cosa ni la otra). De todas formas lo voy a hacer:

DINERO TOTAL

1.000A$

DEUDAS

0A$

 DINERO GASTADO JUGANDO AL PÓQUER

500 A$ (he sido prudente)

 DINERO SOBRANTE

  500A$

    

Bueno, como se puede apreciar, estoy en números rojos. Mañana volveré la oficina de empleos para conseguir un trabajo con el que vivir. ¡Oh, Dios mío, esto es exasperante! También me pondré mi vestido bonito, a ver si tengo suerte y me cruzo con algun soltero rico que me arregle la vida...

¡Vamos, Alyson, deja de soñar! Eso a ti no te pasará nunca. Aunque no lo entiendo, excepto por mi enfermedad, soy agradable a la vista y a la mente. En fin, supongo que sobreviviré de alguna forma. Ahora tengo que descansar para mañana estar en forma. Deséame suerte!!!!!!

Buenas noches

Caperucita, me debes un favorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora