Eras la joya dentro del salón de baile, tu belleza y figura se destacaban entre más te miraba la gente, eras simplemente perfecta a los ojos de alguien.
Pudiste ver los engranajes de tu plan unirse y ahí pudiste notar el momento en el que tenías que actuar. Modestamente te levantaste de la mesa, con postura firme te dirigías hacia el protagonista de la fiesta..
Sin embargo, al momento de estar no menos de 2 metros cerca de este unos brazos te sostuvieron, poniéndote al frente de el dueño de estos.
Bufaste y sonreíste al ver de quién se trataba. - Hola cariño. - Soltaste, bailando a su mismo ritmo. - Linda fiesta, ¿No?.
Su mirada te penetró, su mirada de resignación hacia ti se hacía notar. - No lo hagas. Tus labios se tensaron, moviste tu brazo de su hombro y con tu mano le acariciaste la mejilla. - No se a que te refieres amor. Te pegó hacia su cuerpo, bajo sus manos de tus caderas a tu pierna y seguidamente la alzó ligeramente, haciéndote dar un salto de sorpresa. - No puedo creer que esté haciendo esto aquí. - Susurró en tu oído. Su mano se posó cerca de tus bragas, en donde tenías un cuchillo, este apresuradamente lo sacó para que nadie más lo viera. Agradecía que te pusieras el vestido abierto.
Aunque no tanto, viendo la atención que llamabas.
El ritmo de la canción se relajó más, en una vuelta del baile arrojó el cuchillo, dando contra una de las paredes en el salón. - Lo siento. - Te acercaste a su oído, seguidamente de esto le golpeaste el estomago, haciendo que el se retrocediera en momento de dolor instantáneo y haciéndote a ti caminar más apresuradamente mientras en el camino agarrabas el cuchillo antes arrojado.
- Gracias amor - El cuchillo te lo colocaste entre el bracier y ajustando tus atributos caminaste hasta la parte prohibida de la fiesta, tenías que darte prisa, sabías que Batman vendría si te tardabas demasiado.
- Ehem. - Un guardia te prohibió el paso, lo miraste a los ojos y sonreíste antes de atraer su cabeza a tu pierna, golpeándola y dejándolo inconsciente. La gente te subestimaba si decía que no tenías la fuerza suficiente.
- Disculpa.. no creo que debas estar- Una apuñalada, trabajo terminado.
- Corran. - Miraste a las prostitutas cerca del ahora cadáver.
- Lo hiciste. - Una voz grave se escuchó detrás, sus manos se tensaban al momento de ver el cadáver, el traje de Batman lo hacía ver más sexy cosa que te hizo retorcer dentro de ti.
- Lo hice. - Di la vuelta y lo encare - Y lo volveré a hacer cariño. - Camine hacia el, desvistiendo desde arriba mi vestido color carmesí. - Intenta detenerme.
