Pudo Ser Un Amor Perfecto

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Los pies de Samantha  colgaban sobre el suelo. Y el frío viento que había  le acariciaba todo el rostro, haciendo también que su larga cabellera se despeinase y alborotase hacia todos lados.

Cada hoja chocaba acompasadamente  haciendo un ruido tranquilizador, sus pies se movian a la par de arriba a bajo, dandole impulsó en el columpio  que colgaba de una de las largas y grandes ramas del árbol. Gracias al movimiento mecedor del columpio podía sentir una sensación de paz muy agradable.

Solía venir cada vez que podía. Allí podia relajarse, sin ninguna molestia y es que, en aquel lugar se sentía agusto y solo compartía ese lugar con una sola persona, su mejor amigo.

Pablo, un chico amante del arte, tenía 21 años de edad, su estatura era de 1'83m. Su piel era de un tono dorado. Su cabello era castaño el cual combianaba perfecto con sus hermosos ojos verdes, sus labios marcados y gruesos dejaban ver su cuidada dentadura, la cual complementaba con unos hermosos oyuelos  que le daban un toque bastante sensual y atractivo.

Por otro lado, Samantha era una joven sencilla y bastante tímida quería poder cumplir el sueño de ser una gran fotógrafa. A sus 18 años estaba trabajando en la cafetería del pueblo de sus padres, su tez era bastante clara. Media aproximadamente 1'74m y sus ojos eran color camramelo como la miel con pestañas bien marcadas haciéndole una mirada cautivadora pero a su vez dulce. Su cabellera café llegaba hasta un poco mas arriba de su cintura, haciendole destacar ésta, que le hacía lucir un cuerpo envidiable. Pero ella sentía todo lo contrario a su cuerpo.

Samantha:

Me encontraba en la cafetería de mis padres, llevando los pedidos a la clientela como cada mañana.

-Buenos días, don Gregorio, ¿cómo se encuentra?-pregunté cortésmente a un cliente bastante habitual.

-Muy buenas Samantha. Pues la verdad bastante bien, gracias.- decía a la vez que abría el periódico.

-Me alegró.-dije yo-¿le pongo lo mismo de siempre?-.suponiendo su respuesta

-Si, porfabor-. Dijo amablemente.

[...]

Así transcurrió la mañana de trabajo juntó a Kim, mi compañera se trabajo, llevando y tomando pedidos de todos lo que venían a la cafetería. Ya eran las 11:30 am así que ya era ahora de marcharme. Me desate el delantal que llevaba puesto, cogí mi chaqueta y salí de la cafetería.

Mi móvil dio un vibrazo en mi chaqueta. Lo saqué y mire la pantalla "Sami, hay algo importante que necesitó hablar con tigo, estaré en 10 minutos en tu casa" Pablo. - no sé lo que será tan importante, pero esperó que no sea nada malo.- -"De acuerdo, allí te esperó"-. Respondí.

Abrí la puerta de casa y lo primero que vi fue a Nala, mi perra. Se abalanzó sobre mi y la acaricie - Hola bebé, te extrañe mucho.- entré y deje mi bolso y chaqueta en el mueble de la entrada. Entré al salón y Nala empezó a jugar con migo, entre risas acabé en el suelo.

El timbre sonó y me levanté a abrir la puerta. Allí estaba Pablo, con una sonrisa de oreja a oreja. Me abrazó y acto seguido, me depositó dos besos en mis mejillas.

-Hey,¿Como estás enana?-Desde que heramos pequeños me llamaba de esa forma-.

-¡¿Cómo qué,cómo estoy?!, me tienes en ascuas-. Digo sonriendole a la vez que cerraba la puerta.

-No te lo vas a creer pero...- Saca dos pequeños papeles de su bolsillo.-¡NOS VAMOS A ESPAÑA!-Dice emocionado.

-¿¡Qué!?-. Me quedé sin argumentos y me lancé a sus brazos con fuerza.-No entiendo nada-.

-Como lo oyes.- se separa un poco de mi para mirarme a la cara.-Sé que te encanta viajar y que tienes pensado ir y, aprovechando que reservé dos billetes de avión por error, te llevaré con migo-. Contesta finalmente.

-¡¿En serio?!.-en mi voz podía notarse felicidad.-No me lo puedo creer-.en un impulso me tiré a sus brazos y éste me sujetó.- Gracias, gracias, gracias...-es lo único que logró salir de mi boca.

-No tienes nada que agradecerme boba, bien sabes que si preparé este viaje es porque te quiero.-me deja sobre el suelo ya que mis pies no llegaban cuando lo abrazaba.- Esto será genial, ya lo verás, solo que hay un pequeño problema...-su mirada se clavó en mis ojos.

-¿Cuál es el problema?, No me asustes porfavor.- Respondí seriamente y con algo de temor.

-Bueno pues, es que...

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HOLAAAAAAA!! Jo, me encanta esto, de acabar con un capítulo para dejar en suspense JAJAJ (espero no ser muy pesada xd) Os dire primeramente que me hace muchísima ilusión empezar con esto. No os hacéis una idea ...

Podéis llamarme Yess, si queréis  conocer algo más de mi, o no  yo os lo dejaré en el próximo capítulo, si tenéis alguna pregunta de la historia yo os la contestaré.

Esperó que esto os guste a vosotros tanto como a mi escribirla , porque en serio me gustaría que esto siga adelanté ya que estoy poniendo mucho empeño,

Si os esta interesando votad  y comentad cual quier cosa, de verdad que me haría muchísima ilusión poder interactuar con los que leéis.

Os esperó en el próximo capítulo ♡