Sucrette salía del trabajo. Al final Alexy la quería ver para quejarse de Kentin que había ido al cine con sus amigos de la universidad, incluyendo a un chico sexy que tenía el ojo sobre él.
Después de calmarlo, había entrado a su trabajo en una cafetería cercana a casa del rubio.
Ahora salía exhausta, no era el mejor trabajo, pero le pagaba la universidad y el horario era flexible.
Entró a los departamentos y tocó en el de su novio.
Alexy le abrió después de un momento, solo tenía unos boxers.
-¿Si?- le sonrió.
-Busco a Nath...
-Está arriba con Castiel, adiós.
El peliazul cerró la puerta rápidamente.
La azabache iba a volver a tocar pero se percató que Alexy y Kentin se estaban reconciliando.
Sonrojada, empezó a subir las escaleras para el departamento de sus amigos, empezó a escuchar música y al llegar vio la puerta abierta.
Al entrar lo primero que notó fue a su novio, hablando muy feliz con cierto friki y una pelirroja que empezaba a caerle mal.
La azabache intentaba relajarse, no quería ser tan celosa como su mejor amigo. Suspiró algo cansada y se acercó a su novio sonriente.
-¡Nath!- Se abrazaron, Sucrette observó a la pelirroja, esta desvió la mirada.
-Hola hermosa ¿como te fue?
-Bien, hola Armin- saludó al azabache.
-Ah... Ella es Lizeth - Nathaniel sonrió.
-Si, ya nos conocíamos...- Sucrette le tendió la mano, lizeth le regresó el saludo.
No dijeron nada, solo se vieron a los ojos fingiendo una sonrisa para calmar al rubio.
-¡Sucrette!- Castiel llegó y abrazó a la azabache por los hombros. Claramente se le habían pasado un poco las copas.
Nathaniel volcó los ojos.
-Deberías llevarlo a que duerma, Su.
La azabache asintió. Seguía sin entender como podía ser amiga de ese pelirrojo alcohólico que llevaba a su novio a bares cada dos por tres.
-Vamos Castiel.- La azabache empezó a caminar con Castiel casi sobre ella.
-Lizeth es linda... La imbécil me rechazó.
Sucrette volcó los ojos mientras abría la puerta de la recamara del pelirrojo.
-Que bueno, ahora vamos a que duermas.
-Por que se quiere dar al rubito.
Sucrette se sentó en la cama con Castiel.
-¿Qué? ¿Te lo dijo?
-Si... Soy el mejor, todo el mundo me cuenta sus porquerías.- Castiel cayó boca abajo en la cama.
La azabache lo volteó y salió rápidamente de la recamara.
Al llegar a la sala, Lizeth bailaba con Armin.
-¿Todo bien?- Nathaniel le sonrió.
-Ah... Si, estoy algo cansada, me voy.
Nathaniel hizo una mueca, Sucrette estaba muy seria.
-Te acompaño.
-No.- La chica observó a los ojos a su novio- Me voy sola.
-No seas terca, ya es tarde.- El rubio le sonrió.
-¡Dije que me voy sola maldita sea!- Todos observaron a la azabache.-¡No soy una inútil que no puede vivir sin ti!
La chica salió rápidamente del lugar, dejando a Nathaniel desconcertado.
Armin se acercó a él.
-¿Qué pasó?
-No lo sé...- El rubio aun observaba la puerta sorprendido.-Tal vez Castiel la hizo enojar...
Armin volteó a la pista y vio a Lysandro bailando con Lizeth.
-Liz es muy divertida, mira que lograr que Lysandro baile.- Rió, Nathaniel lo observó.-Vamos, mañana hablas con ella, ahorita estamos todos relajados, ya se le pasará.
-Eres un pasota- Nathaniel sonrió.
-Por eso soy tu mejor amigo, tú solo te amargarías la vida.- Armin sonrió enseñando todos sus dientes.
Nathaniel rió.
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.Sucrette caminaba a paso rápido por la calle.
-Maldito Castiel, maldita Lizeth, maldito Nathaniel...- llegó a un puesto de revistas y enseguida vio a su novio en una portada, se acercó y la tomó.
Era una revista de música.
La joven promesa. Era el titulo que le daban al articulo de la banda, hablaban de sus números en las plataformas digitales, de que en redes sociales ya los seguían miles de personas y tenían fotos de todos. Nathaniel salía muy bien en las suyas y tenía una gran sonrisa, realmente esta nueva vida le sentaba bien al rubio.
Compró la revista y siguió su camino.
Ahora Sucrette se sentía como una tonta, en lugar de festejar con Nathaniel que tenía una carrera prometedora en algo que en serio disfrutaba, le había gritado y seguro el rubio no podía dejar de pensar en que pasaba.
Llegó a su casa y Agatha la recibió sonriente.
-¿Cómo te fue hoy?
-Bien...- Sucrette sacudió su cabeza y sonrió. Tenía que poner más de su parte.- Encontré esta revista en la que hablan de los chicos.- Después de cenar y enseñarle la revista a su tía, se encerró en su habitación y sacó su celular.
Ya tenia dos llamadas perdidas de Nathaniel y un mensaje.
Nath ❤- Supongo que no estás de humor para hablar, mañana paso a tu casa temprano, no me gusta saber que estás mal y no hacer nada. Intenta descansar, has estado muy apurada y te lo mereces. Te quiero.
La azabache sonrió. Estaba segura que tenía al mejor novio del mundo.
Se cambió y se acostó. Mañana arreglaría su pequeña rabieta.
Al final, Nathaniel no es la clase de chico que es infiel.
Nathaniel era la clase de novio que en verdad te quiere.
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Juntos Contra Todo.
ФанфикSegunda parte de "Mi Delegado" Nathaniel y Sucrette viven lejos de París, en la hermosa España, estudiando y trabajando con sus amigos y nuevos conocidos, pero, todo se complica, siempre es así...