Hamilton Origins [TERMINADA] |Serie Hamilton| #0.0 <SIN EDITAR>

Capitulo 8: Café con Dimitria.

Habían pasado dos semanas desde que Chase se fue a Miami y desde el articulo de Lucas.
No volví a recibir ningún mensaje de los hermanos; pero si recibí mil mensajes de fanáticas locas de Lucas y algunas de Chase. Me catalogan como una anti-Hamilton, cosa graciosa ya que mi mejor amiga es una Hamilton.

Me habían suspendido de la revista por una semana, cosa que no me molesto ya que siempre iban a pagarme, así que aproveche para escribir mi manuscrito.

Lucy me contó que Lucas le había coqueteado en la fiesta y la invito a una cena, que seria en dos días en un restaurante de lujo. Si no supiera que lo único que quiere Lucy de Lucas es una noche de pasión, estaría preocupada.
En el fondo esos dos se parecían en ciertas cosas...Solo que Lucy no es tan insensible como él y ella si a trabajado por lo que tiene.

Llegué al café, dónde había quedado de reunirme con Dimitria. Amaba este lugar; era tan pacifico y tenia un aroma exquisito a café y por si no lo han notado, soy una adicta a la cafeína.

Dimitria entró al local minutos después que yo, con su look chic-profesional, iluminó el lugar. Era inevitable no verla cuando irradiaba felicidad y poder, porque esa mujer de veintidós años, tiene más poder en la sociedad que el mismo presidente.

-Alaska, querida de mi corazón -besó mi mejilla y tomo asiento a la par mí-. Que lugar mas hermoso, ¿no crees?

A esta chica le había pasado algo muy bueno, pero aún no preguntaré.

-Si, como el día en que abrió.

El mesero se acerco, pedí un capuchino, un baguette con jamón y un pedazo de pastel de chocolate mientras Dimitria solo pedía un Frapucchino helado.

-¿Qué tal vas con el manuscrito?

Bufé molesta.

-Me está estresando. Escribo, borro, escribo.... creo que ya no es lo mío.

Me golpeó en el brazo suavemente mientras me fulminaba con la mirada.

-Mejor que no vuelvas a decir eso en mi presencia.

Rodee los ojos.
A veces Dimitria creía mas en mí que yo misma. Era como una mamá sobre protectora, supongo que esta en su instinto ya que siempre cuido de Chase, porque según lo que me ha contado, su madre nunca le presto atención como a ella.

Talvez por eso Chase era tan insensible...solo no sabe de amor.

-Sabes como hace Derek para inspirarse?

El mesero llego con nuestro pedido. Agradecí con una sonrisa y el me guiño el ojo antes de irse. No estaba nada mal, solo no era mi tipo.

-Derek dice que el amor que siente por mi lo inspira. Como si yo fuera su musa.

Me reí ganándome otro golpe de su parte.

-Es lindo...

Negué riendo.
Derek no tenia mucha pinta de ser un romántico cuando lo conocí. Mas ahora si lo miras junto a Dimitria, puedes ver que se derrite por ella. Y aunque yo no sea del tipo romántico, me encantaría encontrar a alguien que me mire como él la mira a ella.

-Por que no escribes sobre Chase?

Me atragante con el café, haciéndome toser mientras que Dimi me miraba con una sonrisa en su rostro.

-¿ Por que diablos escribiría sobre, Chase?

-Amor/odio. -agarro un pedazo de mi pastel de chocolate- Delicioso!

Dimitria estaba loca. ¡No había un "Amor" entre Chase y yo! Ni siquiera un odio...solo había un "no nos soportamos".

Iba a empezar a discutir cuando vi a Derek entrando al local. Se acerco a Dimitria y le dio un beso en la mejilla, haciendo que ella saltara del susto.

-Alaska, tanto tiempo! -se sentó a la par de Dimi- Que tal el trabajo?

Le acerque la mitad de mi baguette, y le di lo que quedaba de mi pastel a Dimitria.

-No te hagas el que no sabes, Derek. Así que calla y come.

El único hombre al que soportaba era Derek. Pues teníamos la pasión por los libros en común y a Dimitria. Mientras él no la hiciera sufrir, seguiría siendo mi ejemplo a seguir. Hasta empezaba a verlo como mi mejor amigo y eso que es difícil que que confíe en alguien pero él se a ganado toda mi confianza.

Pasamos la tarde entre broma y broma. No volvimos a mencionar a Chase, al menos por un buen rato. Hasta que Derek dijo:

-Tendremos que ir a Miami en unos días.

-A que? -pregunte confundida-

-Hay algo que no te eh dicho, Alas. -sonrío de oreja a oreja- Nos vamos a casar!

No puede ser. Que se casa antes que yo?! Ya valí....

Empezamos a gritar como locas. Todos en el local nos miraron extrañados.

-Me voy a casar/Se va a casar! -dijimos al mismo tiempo.

Todos empezaron a aplaudir y a gritar felicitaciones. No podía dejar de abrazar a Dimi y gritar de felicidad. Sabia que ocultaba algo pero no esperaba esta gran noticia. Ahora entendía porque Irian a Miami...por Chase. Derek morirá en Miami.

-Como paso? -pregunte cuando nos calmamos y nos volvimos a sentar-

-Fue anoche, en la cena. Fuimos a un restaurante elegante. Comimos, bebimos un poco y cuando ya nos íbamos, Derek me llevo al balcón y -suspiro- estaba todo lleno de rosas rojas. Voltee a verlo sorprendida, estaba arrodillado con un hermoso anillo con un idamente rosado.

-Oé, Derek! -me miro sonrojado- Deberías ser maestro del romance.

-Vale, te daré las primeras clases gratis. -me guiño el ojo, provocando que Dimitria lo golpeara en el hombro- Maltrato.

-Bueno, también quería preguntarte algo.

-Claro, contal que no sea... -me interrumpió-

-Ve a Miami con nosotros!

-Ir a Miami con ustedes...-finalice-

Me miro con su adorable pero molesta cara de cachorrito mojado. Como la odiaba en momentos como este...

-Me usaran como saco de boxeo! -exclame indignada- Quieres que me grite a mi envés de a Derek! Eso es caer muy bajo, para ambos.

-Te regalare mis libros de Harry Potter autografiados por los actores y J.K. Rowling. -dijo Derek mirándome seriamente-

-Nos vamos a Miami! -grite como loca-

En el fondo estaba muriendo. Creí que no vería a Chase por lo menos por dos meses. A veces pensaba que mi amistad con Dimitria no valía la pena como para tener que soportar al odioso de su hermano. Pero cuando la miraba, sabia que no podía vivir sin ella.