Capítulo 1: ¿Quién eres?

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El viento danzaba fuerte y pegaba duro en cualquier parte en que chocara, era un sonido estruendoso como si se tratase de una orquesta. La niebla cubría poco a poco todos los lugares del Valle, no se podía percibir nada, era imposible caminar en línea recta hacia alguna dirección.

El Durazno parecía no sucumbir a su fuerza, poco a poco las hojas caían vencidas por el tosco movimiento, en poco tiempo llegaron a cubrir una gran manta sobre la tierra.

Este tipo de espectáculos no eran para nada raros, sobre todo en esa época del año, ¡Otoño!, esa era la respuesta ante el brusco espectáculo que el viento y la atmósfera proyectaban.

La temperatura bajaba, haciendo que un frío se presenciara, los huesos dolían un poco, penetraba hasta tal grado que la piel y el pelaje se volvían ásperos y rasposos. Sin embargo, el clima no impedía que los héroes de China, "Los Cinco Furiosos y el Guerrero Dragón", dejarán de entrenar, pues el mal nunca descansaba, y ellos tampoco serían la excepción.

Po combatía encima del caparazón de hierro contra Víbora, ella se deslizaba a través de la orilla, Po esquivaba sus embestidas y bloqueaba sus latigazos y coletazos, su progreso era digno de admirar. Tigresa recorría los postes, cubriendo cada golpe que iba dirigido hacia ella, lanzaba golpes con las palmas directo a las púas metálicas, de vez en cuando lanzaba patadas con el canto y el empeine. Mono esquivaba los conductos de fuego; rodaba, saltaba y esquivaba las llamas que salían de ellos. Mantis saltaba a través de los aros colgantes, mientras Grulla esquivaba los péndulos y golpeaba con sus maniobras de viento deteniéndolos, había mejorado mucho en sus movimientos y manejo del viento.

—Alto —ordenóShifu sintiéndose satisfecho al ver el esfuerzo que estaban dedicando al entrenamiento, al oír su voz todos se detuvieron, finalizando así el entrenamiento salieron del campo y se formaron frente a él.

—Bien hecho estudiantes —dijo sonriendo mientras ellos se reverenciaban —, vayan comer, descansen —ordenópara luego retirarse a meditar. Cruzaron la arena para llegar finalmente a la cocina dónde Po comenzó a organizar las ollas, cuchillos, platos y cucharas, era muy metódico a la hora de cocinar, nunca dejaba de sorprenderlos por esa actitud.

Los fideos eran exquisitos, sobre todo para Mantis. Los temas banales abundaban, uno que otro chiste era contado por Po, la comida era capaz de llenarlos en un plato, eran muy especiados, era más que suficiente para recuperar la energía después de un largo día de actividad.

La tranquilidad se vio interrumpid al oírse aleteos rápidos y acompasados como si tratasen desesperadamente por llegar a la cocina, se abrieron las puertas dejando ver a Zeng a punto de colapsar.

—¿Qué pasa Zeng? —preguntó Tigresa buscando una explicación.

—¡Problemas en el Valle! —gritó Zeng cayendo desmayado a los pies de la cocina.

Los problemas en el Valle eran de lo más común; robos, asaltos y peleas, pero era extraño que Zeng se preocupara por algo tan mísero como eso, pero contando el factor de la neblina no debían confiarse, sería muy difícil dar con los bandidos.

Todos empezaron a correr para poder solucionar el problema a tiempo...En las sombras podían percibirse que los puestos estaban destruidos, los vendedores estaban ocultos tras las paredes, parecía que le temían.

—¿Quién fue el causante de este desorden? —preguntó Po, los ciudadanos se miraron entre sí tratando de explicar, no podían describirlo, menos por la neblina.

—Era un figura blanquecina, tenía alrededor de su cintura una especie de faja negra—dijo el dueño del puesto de manzanas, los guerreros estaban confundidos por la descripción, —iba con dirección al bosque —era una buena táctica, con la naturaleza a su favor les sería imposible encontrarlo en ese mismo momento.

Volvieron a acelerar el paso intentando que no se les escapara. El bosque parecía un lugar tétrico, sólo se oía el eco de sus respiraciones, caminaban despacio para evitar chocar con árboles, parecían no llegar a nada, pero conforme avanzaban la neblina parecía disiparse, de forma lenta comenzaron a percibir mejor el bosque, estaba desapareciendo. Llegaron a un gran terreno en medio del bosque; el sonido de un masticar captó la atención de todos, estaba frente a ellos, una figura blanca se presenciaba, la neblina terminó desapareciendo permitiendo apreciar mejor al individuo. Estaba encorvado, vestía una especie de traje blanco con mangas recortadas, tenía un cinturón negro, su pelaje era blanco de igual forma, a su lado se encontraban semillas de algunas manzanas, masticaba con desesperación

—¡Oye tú! —llamó Po, el individuo trago la manzana y erupto en consecuencia, alzó su cabeza dándoles aún la espalda, todos se asombraron por el largo de su cuello —, te hablo a ti —volvió a llamar exigiendo que diera la cara, el individuo giró ligeramente a su derecha para observar mejor, luego se levantó y se volteó completamente mostrándoles la cara; su pelaje era blanco como las nubes, la ropa que traía puesta se les hacía familiar, su hocico era largo al igual que su cuello, no podía ser un caballo, y lo más importante, su especie no era de China.

—¿Quién eres? —preguntó Grulla intrigado.

—Mi nombre es Yahuar Huaca —dijo asombrando a todos por el extraño nombre.

—¿Por qué robaste a los aldeanos? —preguntó Víbora indignada.

—Para comer —dijo con simpleza y un poco de cinismo —, ¿para qué otra cosa robaría comida?

—¡Prepárate para sentir el trueno! —exclamó Po en señal de batalla.

—¡Espera!, no quiero... —no pudo terminar de decir ya que Po se le abalanzó con intención de combatirlo, intentó embestirlo.

Antes de que Po pudiera conectar un golpe en su cara, Yahuar se agachó para defenderse y con su brazo izquierdo rodeó el cuerpo de Po a la altura de la cintura, manteniendo la pata derecha con una presa en su pantalón.

Yahuar estiró las piernas sujetando con fuerza a Po con ayuda de sus brazos, empujó su abdomen hacía arriba y lo elevó, se arqueó hacía atrás apoyándose en el suelo y proyectó a Po detrás de sí mismo sobre la espalda, dejándolo inconsciente por el impacto en el suelo.

Todos estaban atónitos por el perfecto equilibrio que había mantenido aún con el peso de Po, esa técnica era impresionante y el estilo se notaba que no era chino por la forma militar en que lo efectuó.

—Le advertí que no quería pelear —se defendió por la acción que había realizado, Mono silbó impresionado, Mantis no dejaba de analizar la situación.

—Impresionante —dijo Tigresa, Yahuar se sonrojó levemente.

—Gracias maestra Tigresa —todos se sorprendieron por lo que dijo.

—¿Cómo sabes mi nombre? —preguntó, sin dejar de mirarlo.

—Por dónde he viajado oí grandes historias sobre la maestra Tigresa, el maestro Grulla, la maestra Víbora, el maestro Mono, el maestro Mantis y el maestro Po, "Los Cinco Furiosos y el Guerrero Dragón" —explicó, los demás se vieron entre sí —, pero debo decir que eres más hermosa que tus retratos —Mono y Grulla se cubrieron el hocico yel pico para evitar soltar una carcajada, ella se sonrojó de forma ligera.

—Tienes que venir al Palacio, debes explicarnos varias cosas —dijo Tigresa.

—Será un placer —se reverenció mientras Tigresa se disponía a cargar a Po para llevarlo al Palacio, Yahuar fue detrás de ellos, era un día muy extraño, pero ese individuo era un misterio y debían descubrir a toda costa sus intenciones.

Amenaza ancestralWhere stories live. Discover now