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Hoseok . . .

Close your eyes.



— Cierra los ojos, Yoongi . . . —



N e o n   L i g h t s



— "Le toma, aquí, la palma, y al sudor,
que es signo del vigor de las personas,
lo llama, estremecida de pasión,
ungüento terrenal para una diosa.
Es tal su ardor y su deseo, tanto,
que tira de él y logra desmontarlo
."—

Antes de poder continuar con la lectura, un suspiro le llamó la atención, y al girar la cabeza se encontró con el pecho de su amado subiendo y bajando con parsimonia. Bueno, podía entenderlo, quizás el viaje fue muy agotador.

Hoseok cerró el libro y lo depositó en la mesita de luz que la habitación de aquel motel les ofrecía por esa noche; se acomodó muy cerca de su pareja sobre el colchón, lo suficiente como para no necesitar demasiados movimientos en su brazo y alcanzar a tocar su rostro.

Comenzó delineando el contorno de este, su quijada, su mentón, y subió; encontró con la yema de los dedos los labios de gatito de Yoongi, y sonrió porque realmente ama cómo todos los elementos de su cuerpo encajan entre sí, tan a la perfección. ¡Aún cuando está riéndose! Muestra las encías y es tan divertido mirarlo.

Hoseok conoció a Yoongi como un fanático observador de las estrellas, más él era un fanático de observarlo a él.

Habían pasado cinco años desde que comenzó a ubicar a este chico con cara de perra en reposo, y transcurrieron cuatro años desde que se enamoraron y comenzaron a salir. Dicho así, ¿suena sencillo? Pues no lo es, para nada, son tan diferentes el uno del otro que podría directamente catalogarse un logro que hayan mantenido por tanto una relación como la suya: tan sólida, tan estable, tan decidida y funcional, llena de comunicación aún en los momentos más difíciles. Jamás, ni por un segundo, se abandonaron y cuando todo a su alrededor se tornaba turbio, fue cuando más unidos estuvieron.

Recordando todo eso el más alto muerde su labio inferior, porque le cuesta entender cómo pasó de ser el ser humano con el mayor infortunio del mundo, a ser el más afortunado ser que haya pisado la tierra. ¡Así! En un chasquido, tan drástico como aquello dice, pero es que ciertamente no podría percibirlo de otra manera, si Yoongi es lo más hermoso que le ha tocado alguna vez. ¿Acaso fue un héroe en su vida pasada? Lo que sea que haya hecho lo suficientemente bien como para tenerlo consigo, realmente le alegraba haberlo hecho. Da igual qué fue.

Admirando más de la preciosa figura frente a sus ojos, movió su mano al hombro izquierdo ajeno notando al instante la tensión de los pasados días: empezaron su viaje casi tres semanas atrás, aprovechando las vacaciones de verano, más no alcanzaron a apartarse lo suficiente del mundo real cuando dos noches atrás el teléfono de Yoongi sonó para que escucharan a un Jin desarmado en nervios por una noticia relacionada con la salud de Jimin, amigos íntimos de la pareja.

Costó mucho, mucho, apaciguar la ansiedad tanto de Jin como la de Hoseok, contagiado instantáneamente, pero ignorando su propia preocupación Yoongi fue sensato, y aseguró que en una semana más regresarían.

Frunció los labios porque la culpa le punzó la nuca; debió ser tan maduro como su novio, porque aún si se trataba de un amigo, ellos yacían lejos. . . Más que estar al corriente, informados y esperando lo mejor, al menos por ahora, no podrían hacer.

Neon Lights  •   솝「 YoonSeok 」Where stories live. Discover now