Cap 13

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El pulso de Jungkook cambió drástica mente. Su actual estado de animo era de total enfado y su lado posesivo había salido a la luz.
Las venas se le marcaron en el cuello y sus ojos parecían arden en llamas.

–¿Qué mierda dijiste?– ni hablar de su gruesa voz.

–Tú hermano sólo quiere acostarse con Sanha para sacarle información de Jimin.

–¿Qué?– se acarició la cien frustrado –¿Y como Sanha conoce a Jimin?

–Según mi informantes, Sanha sabía de Jimin y de tu plan antes de que llegará a tu hacienda.

–Carajo... Ese maldito niño. –su lengua golpeaba internamente su mejilla, acto de enojo.

–Te lo vuelvo a decir Jungkook, no dejes que tu hermano se acerque a Jimin.

–Ni muerto. –y colgó la llamada.

Jungkook estaba decidido. Golpearía a su hermano. Lo mataria y le arrancaria diente por diente. 
Pero al voltear de nuevo hacía la sombrilla sus ojos se abrieron al recordar que ya estaba en camino al Hotel.

–Maldita sea...– maldijo entre dientes.

HongBin por otro lado, había ido al edificio en donde estaban los juguetes de su hermano.
Era grande, oscuro y con mucha seguridad. Era un edifico gris, con grandes ventanas en cada cada habitación (que estaban selladas con una cortina color vino) y con un guardia de seguridad en cada puerta.
Había más de cien menores de edad ahí adentro tanto como mayores de edad siendo vendidos y mutilados por gente con gran poder y dinero en todo Asia. Siendo violados y golpeados cada hora con diferente gente.

Había más hombres que mujeres hablando de los niños, y cada cierta vez Jungkook los dejaba salir al jardín para descansar y darles algo personal como; shampoo, pasta dental, perfumes, lencería o ropa nueva.

El edificio era conocido como "El hotel oscuro" o más como "EHO".  Y su dueño era nada mas que el Sr. Bunny.

–Habitación 222... –mascullaba HongBin buscando el numero de cuarto en cada puerta que veía. –220... 221... 222. –sonrió sobriamente al encontrar la puerta.

Con una llave abrió el picaporte que al girarlo lo llevó hacia atrás para abrir paso.
Entró y como de costumbre sólo había una luz iluminando la fría habitación.
El cuarto era grande, tenia un baño, un gran ropero, dos pequeños cajones y un tocador con maquillaje, perfume y accesorios, con un estrecho armario... En donde guardaban juguetes sexuales.
Los clientes eran estrictos a veces. 

Cuando entró completamente, cerró la puerta detrás suyo y también colocó llave.
Fue caminando a paso lento, no quería hacer ruido para así no despertarlo.

Se encontraba dormido, al parecer profundamente y enredado en una sabana también de color vino.
Sonrió de lado y lo examinó con la mirada, era perfecto para su gusto.

Su piel era realmente blanca, perfecta para dejarle marcas.
Sus labios eran gruesos y rosas, perfectos para morderlos hasta hacerlos sangrar.
Su cabello era de un tono rojo (su color favorito) y se veía extremadamente suave y esponjoso, perfecto para jalar cuando lo este penetrando.
Sus piernas eran largas, perfectas para territoriar y dejarlas rojas.

Era simplemente perfecta aquella criatura llamada Sanha.
Y ya quería tocarlo de una vez.

Se retiro el saco de sus hombros, doblándolo para colocarlo en una silla de piel. Se fue desabrochando el cinturón y lo dejó en el mismo lugar.
Sus pantalones exigían ayuda, su miembro estaba despierto y explotaría allí adentro.
Con el pantalón desabrochado, camino hasta estar en frente de Sanha y coloco su miembro en su cara, no lo toco con el, solo lo mecía imaginando como seria una mamada dentro de esa linda boca.

Al parecer, Sanha estaba demasiado cansado, no se inmutaba para nada. Y eso lo agradecía HongBin internamente.
El pelinegro se sentó a un lado de él y lo admiro una vez más, después de unos segundos, se empezó a acercar a él con cuidado y lentitud hasta que sus labios tocaron su rojo hombro. Despegó los labios también con suavidad y después lo observó para ver si había despertado,pero aún dormía. Sonrió de nuevo, y volvió a besarle el lastimado hombro. 

Por que al parecer, Jungkook lo marcó con rasguños y grandes mordidas. 

-Aléjate de él. 

Escuchó la gruesa voz de Jungkook y se detuvo de golpe. Y sin despegar los labios del delicado cuello del menor, miró a su hermano quien acababa de entrar a la habitación. 

Estaba parado en frente de ellos con un revólver y tenía su mascara de conejo puesta. 

–¿Que?– habló después de alejarse de Sanha con cuidado –ya te pagué, no vengas a interrumpirme. -apuntó al pelirrojo fastidiado.

-No follarás con él. -de la nada, el pelinegro le arrojó el maletín negro de antes y apuntó el revólver a su cabeza. -Ni nunca, ¿entendiste? 

HongBin miró curioso su aspecto, antes lo había convencido y ahora lo veía furioso con un arma. 

                               ¿Será que el vocón de su tío le ha dicho todo a Jungkook?






Aprecio mucho sus comentarios y votos en serio👐😿
Gracias y nos leemos luego
(^ω^)ノ
 



Sr. Bunny [토끼] • KookMin.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora