Sin arrepentimientos || rivamika

Levi

No voy a explicar cómo sucedió.

Simplemente... ocurrió. Se nos salió de las manos, o mejor dicho, llegamos a las manos. Así, sin tapujos, sin remedio. Inevitable.

Apasionado.

Sí, la mocosa eclipsaba bajo esa mascara de indiferencia una furibunda pasión dentro de sí misma, reprimida brutalmente dentro de su frágil figura que notoriamente se rebosaba en caos.

No quiero pensar en los malditos motivos. Solo reparar en el hecho de que deleitarme en su calor fue jodidamente excitante.

Satisfactorio. Pleno. Vivaz.

No me considero un experto ni mucho menos alguien con experiencia. Solo soy un hombre con las mismas sucias pasiones que salían a flote cuando veía un paraíso en un par de pechos o un trasero firme. Y sin embargo yo únicamente lo había encontrado a su lado, dentro de ella, junto a Mikasa.

Las sensaciones al fundirme en su cuerpo fueron vertiginosas. Feroces, fascinantes, voraces, trepidantes.

«Joder, qué bien se movía.» Ya. Basta. No divagues más en aquello.

Ahora, luego de todo el ajetreo, no podía hacer otra cosa más que regañarme mentalmente por lo que en mi guardia había acontecido.

Con la mirada fija duramente en el techo me preguntaba ¿qué mierda pasó?

«Fornicamos»

Era la esplendorosa y rotunda verdad.

«Te cogiste a una subordinada ¿estás satisfecho ahora, Levi?»

Mentaba profundamente desconcertado.

Ella no me mira, lo sé. Se encuentra tan perdida y pacifica como yo. Pero tan inquieta en sus entrañas, igual que yo. Aún sin tragarse la idea y la magnitud del caliente encuentro entre nosotros.

Habíamos roto una barrera que en muchas ocasiones había jurado no sobrepasar. De no romper la insana tentación que me provocaba verla por más de un mísero minuto. De no atravesar los muros de su intimidad.

Era mi culpa y entera responsabilidad.

Secretamente un alivio me embriagaba, ya no tendría que luchar más contra mí mismo y mis arrebatos.

«¿Cómo no fui capaz de evitarlo?» repentinamente otra pregunta me ataca. ¿Será debilidad? ¿Soy débil ahora?

Pero en realidad ¿importa acaso?

Aún si la pregunta «¿qué mierda hicimos?» rebota incesante en las paredes de mi cabeza, la única afirmación certera que la intercepta es la misma que me vengo repitiendo desde hace años:

"Sin arrepentimientos"

No se puede retornar al pasado y deshacer los errores, por eso, sumaba uno menos —o más— a esa lista implícita. Había que aprender a vivir con esta decisión, con este descarado paso, aceptar lo que el futuro depara para nosotros, y dejar que las cosas surjan de ahora en adelante.

Porque en este mundo cruel y despiadado Mikasa se aferraba a mi tanto como yo lo hacía con ella.

«Me aferraba a la esperanza»

Fuimos uno y esperaba que por la eternidad continuara de esa manera.

Siendo uno mismo.

.

.

.

Un día me encontré una imagen —la de portada— y me gustó tanto que no pude evitar escribir algo al respecto en mi celular. No es muy profundo, pero es lo que, creo yo, piensa Levi después de ese supuesto encuentro y quise subirlo porque me pareció bonito UwU.