Kill My Love «Lizkook» //pausada.

iii. «¿Quién eres tú?»

–¿Mamá q-?– Escuché una voz familiar, pero no llegé a ver quién había sido la persona detrás de esa voz.

–Cariño, ¡vete!– La mujer se lo dijo a la voz, y se escucharon unos pasos alejándose rápidamente.

Intenté hablar, pero algo en mi boca me lo impedió.

–A ver, deja de moverte, cariño– Me puso unas cintas en las manos para que no me moviera.

Acto seguido, me quitó la cosa de mi boca.

–¡¿POR QUÉ ESTOY AQUÍ?!– Empecé a moverme muchísimo, y ví que alguien estaba abriendo un poco la puerta para, supongo, escuchar la conversación, pero no le di mucha importancia.

–No es nada personal, es solo que tú eres muy importante para mi y para mi grupo, cariño– Noté que sonrió debajo de la máscara de una forma dulce que me da asco.

De repente, la persona que estaba en la puerta salió corriendo. Pude ver que tenía el pelo medio-largo y rubio.

–Supongo que será una chica...– Pienso.

Alguien abrió la puerta con la pierna. Le dió fuerte. Era una chica. Una chica pelirroja, muy guapa la verdad.

–¡SUELTA AL CHICO!– La chica cogió su arma y la levantó, apuntando a la cabeza de la chica que tenía delante.

Ella, sin que la vieran, sacó una bomba de humo y la tiró. Noté como salía corriendo, y tuve una sensación de que quería matarla, aunque no pude, ya que tenía las manos atadas.

Cuando todo el humo se esfumó, miré a la chica, con una mirada muy especial, la miré como si mi vida fuera en ello.

–Quítame esto, por favor– Me moví para que ella supiera qué me tenía que quitar.

–Me vas a perdonar por esto, Jungkook...

Me dejó unos minutos pensando mientras ella buscaba algo en su mochila (muy grande, la verdad).

–¿Cómo es que sabe mi nombre? ¿Y por qué la tengo que perdonar si ella me ha salvado...?

Estaba tan concentrado en mis pensamientos que no vi que la pelirroja sacó una jeringuilla de su mochila y, cuando ya vi la jeringuilla, me la clavó en el cuello y me hizo dormir.

Desperté en una habitación mucho más colorida, había una cama en la que estaba tumbado y alguien me había cambiado de ropa.

Miré a un lado y vi a la chica pelirroja que me salvó y me puso anestesia (supongo que fue eso lo que me puso).

–¿Ya despertaste? Nos tenemos que ir– Se levantó de la silla en la que estaba sentada y me miro como yo me sentaba encima de la cama.

–Antes, ¿puedo hacer unas preguntas?– La miré curioso por saber que era todo esto, pero un poco nervioso.

–Sí, pero rápido, no tenemos mucho tiempo– Se cruzó de brazos esperando mis preguntas.

–Vale, bien. Primero, ¿Qué es esto?

–Mi casa, pero no te a costumbres mucho a ella.

–Entonces esta es tu cama?– pregunté un poco más nervioso y mirando a todos lados.

–No guarro– Ella rió. –No voy a poner a un medio-desconocido en MI cama.

Me quedé unos minutos callado y al rato seguí preguntando.

–Y... Antes habías dicho mi nombre... ¿Cómo es que lo sabes?

–Datos confidenciales– Me miró con desprecio, pero se notaba que era fingido.

–Vale... Y... ¿Por qué llevo otra ropa?– Sentí mis mejillas calentarse y miré al suelo, aunque recuperé mi postura luego de unos segundos. –¿Quién me ha cambiado?

–Quién va a ser...– Rió y miró al suelo. Noté que tenía las mejillas un poco rojas. –Te he cambiado de ropa yo– Dijo secamente, sin vergüenza.

–Espero que entiendas que no me haga mucha gracia que una chica, que me ha salvado la vida pero luego me ha drogado me haya visto medio desnudo.– Me crucé también de brazos y la miré con la misma mirada, sin emociones. –Ese privilegio solo lo pueden tener algunas personas, y ya veo que una desconocida ha tenido ese placer– Intenté no mostrar mis emociones pero se me escapó una gran sonrisa burlona.

–Eh...– Se quedó un rato pensando en una respuesta que darme. –No creo que sea para tanto, he visto mejores.– Sonrió maliciosamente.

Realmente su sonrisa era bonita.

–Pues ese debe de ser Thor...– Reí –Y por cierto, ¿cuál es tu nombre?

Rió.–Me llamo Chae Young, pero todos me llaman Rosé.

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Hola a todos.

Hoy no estoy muy contenta. Os explicó por qué.

Yo vivo en España, y para quien no se haya enterado, ha habido un atentado en Cataluña y otro en Cambrils.

Yo no vivo en Cataluña ni en Barcelona, pero igualmente es España y se han muerto personas por culpa de esos sinvergüenzas.

Yo, estoy de luto por todas esas personas (la mayoría turistas) que han tenido que morir en sus vacaciones, o en su casa, a manos de unos sinvergüenzas, como ya he dicho.

Han muerto hasta menores (un niño de 3 años) y personas mayores (un hombre de 60).

#PrayforBarcelona