Eros empezó a rastrear la flecha que Maya llevaba, una hora le parecía adecuada para superar su incidente, ella no se había movido de un punto desde hace varios minutos así que supuso que se encontraba ya en su casa o por lo menos eso esperaba.
Caminó con el corazón acelerado, cada paso que daba lo hacia acercarse mas a su destino, él destino que había estado buscando desde siglo atrás.
El pensamiento de Eros se volvió confuso cuando vio donde su flecha indicaba a la joven.
Un auto?
Es demasiado tiempo para permanecer en un auto, porqué no simplemente entró a su casa? Se preguntaba Eros a la distancia.
La chica permanecia en el asiento trasero temblando por él frío y es ahí cuando Eros notó que no llevaba un suéter, Eros caminó a pasos lentos para llegar a la puerta del coche pero se detuvo a medio camino cuando notó algo, un hombre de mayor edad delante de él abre la puerta principal del auto y su reacción no es buena al encontrarse con Maya ahí.
Ve a Maya salir apresurada y temerosa del auto...el auto no era de ella, ella solo se refugió ahí.
- Porqué no fuiste a casa?- Eros pregunta apareciendo a su lado con un suéter posandolo sobre sus hombros, la chica se sobresaltó, pero aceptó el suéter con algo de verguenza.
- Por favor, dejeme en paz, no quiero problemas- dijo la joven en un susurro lastimero
- Dulce Maya, juro por todos los dioses que no te haré nada, déjame protegerte- rogó Eros con él corazón roto al verla de tal forma.
- No tengo casa- explicó Maya tragando él nudo de su garganta respondiendo a su primera pregunta
- Dioses...Dejame llevarte a un lugar seguro Maya, comerás, te darás un baño y dormiras un poco, vamos-
- No tengo nada pero mi dignidad no está a la venta, no soy una de esa mujeres- Maya mal interpreta sus intenciones, Eros ríe sin gracia aunque le duela verla así, porque no llegó antes a su vida? Porque ha tenido que estar en estas condiciones?
- Confundes mis intenciones Maya, te pido que me veas como tu protector, te contaré algo más adelante y entenderás esto, pero para eso necesitas tener tu mente serena y para eso necesitas de todo lo que ya te he ofrecido sin necesidad de nada a cambio, mucho menos una acción carnal- sus rebuscadas palabras confundían un poco a Maya pero en cuanto escuchó la palabra protector, se ganó una pequeña parte de su confianza.
- Será un lugar donde haya más gente, no me gustaría ir a un lugar solo y abandonado con un extraño- respondió dudosa
- Será un hotel en medio de la ciudad así que supongo que habrá la gente necesaria- su movimiento de labios la hace ver dudosa pero aún así acepta. Ni ella misma cree poder pasar una noche más en las calles, sola.
***
La chica se sintió cohibida ante las miradas de la gente en el hotel, todos la veían con sus cuellos alzados y miradas acusadoras, como si fuesen testigos de algún crimen cometido por ella.
Eros abrazó más su cuerpo pegándolo al suyo, por un momento quiso revelar sus majestuosas alas y arropar la con ellas.
Pero en vez de eso subió más la mirada y no se apartó de ella, la dura mirada de Eros hacia que todos los demás la bajaran.Maya volvió a respirar cuando se sentó a la orilla de la cama, el recuerdo de una cama tan suave casi se había borrado ya de su memoria.
- Pediré cosas para que comas, quieres algo en especial?- pregunto Eros
- Lo que sea estará bien- el dios asintió y pidió un par de cosas que vio en el menú.
- Lo traerán en un segundo, la ducha y el baño están en esa puerta, iré a una tienda del hotel para buscarte ropa- la chica quería quedarse en la cama pero una ducha con agua caliente también sonaba bien.
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Amor Escrito en Griego (TERMINADA)
RomanceSi te gusta el amor y la mitología griega, este libro es para ti. Cuando cupido busca a su alma gemela con los humanos pero no es fácil estar con una mortal.