Mediodía. Campus de la NYU, New York.
—Tu padre y yo nos alegramos de poder disfrutar de estos días contigo, cariño. Una escapada así es buena para todos —dice mi madre.
Se refiere a una escapada lejos de casa, aunque creo que, por encima de todo, se refiere a una escapada lejos de Harry.
Me he llevado el cuaderno para poder tomar notas sobre los edificios, la historia y cualquier cosa interesante que pueda compartir con él. Mis padres están hablando sobre cómo matricularme en primavera del año que viene y realizar el traslado desde la universidad que haya escogido yo previamente.
Pero lo que a mí me preocupa es que Harry no me haya respondido a los tres últimos mensajes de texto. Me pregunto si será esta la pauta el año próximo si estudio en Nueva York o donde sea: yo intentando concentrarme en la universidad, en la vida, cuando lo único que hago es pensar en él. Me pregunto si vendrá conmigo o si el final incorporado de nuestra relación estará en el instituto.
—Llegará sin que nos demos ni cuenta, y no estoy preparada —dice mi madre—. No sé si llegaré a estar preparada algún día.
—No te pongas a llorar, mamá. Lo prometiste. Tenemos aún mucho tiempo por delante y no sabemos tampoco dónde terminaré.
—Será una excusa para venir a verla y pasar unos días en la ciudad —apunta entonces mi padre. Pero veo que, detrás de las gafas, también tiene los ojos húmedos.
Aunque no lo dicen, percibo la expectación y el peso que se cierne sobre nosotros. Y que tiene su origen en el hecho de que nunca llegaron a poder hacer esto con su hija. Nunca llegaron a llevarla a la universidad, ni a desearle un buen primer año de estancia, ni a decirle que fuera con cuidado, que volviera a casa a vernos de vez en cuando, que nunca olvidara que solo estábamos a una llamada telefónica de distancia. Es un momento más que se les ha robado, y un momento más en que yo tengo que compensarlos porque soy lo único que les queda.
Antes de que los tres acabemos derrumbándonos en medio del campus, digo:
—Papá, ¿por qué no nos cuentas la historia de la NYU?
En el hotel tengo una habitación para mí solo. Es estrecha, con dos ventanas, un tocador y un armario para la televisión gigante, que da la impresión de que se caerá con gran estrépito mientras esté durmiendo.
En la calle se oyen los sonidos de la ciudad, que no tienen nada que ver con los que se oyen en Bartlett: sirenas, conversaciones, gritos, música, camiones de la basura traqueteando arriba y abajo.
—¿Así que tienes un chico especial allí donde vives? —me ha preguntado la agente de mi madre en el transcurso de la cena.
—No tengo a nadie en particular —le he respondido, y mis padres han intercambiado una mirada de alivio y de convicción de que sí, de que han hecho lo correcto ahuyentando a Harry.
La única luz en mi habitación es la del portátil. Leo por encima nuestro cuaderno de notas, lleno a rebosar de palabras, y luego nuestros mensajes de Facebook —muchísimos, a estas alturas—, y al final decido escribir otro citando a Virginia Woolf:
«Vayamos vagando sin rumbo a las doradas sillas. ¿Somos aceptables, luna? ¿No te parecemos hermosos, sentados el uno al lado del otro, aquí?».
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Una disculpa por haber dejado de actualizar la fic durante tanto tiempo, pero bueno ya estoy de vuelta, espero que les agrade la manera en la que se desarrolla la historia ahre :3
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Broken Soul (L.S)
FanficLouis está roto. Harry está roto. ¿Pueden dos mitades rotas reconstruirse? Esta es la historia de una chico que aprende a vivir de un chico que pretende morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos. || A...