Era verano y acababamos de llegar aquella cuidad de Frankfurt, la cual mi madre se empeño que viviéramos para "comenzar de nuevo" (ha eso le decía cuando nos mudamos, cuando un hombre le rompe el corazón). Yo por mi parte nunca he estado de acuerdo en las mudanzas pero, que más tocada que apoyarla.
-¿Y bueno, lista para empezar de bueno? - me dijo ella con una ojos de entusiasmo.
-Si otra nueva aventura - le dije con sarcasmo. Me quedo mirado mientras la sonrisa desaparecida de su rostro.
-Porque no puedes apoyarme, sabes lo que pase y aun así te empeñas en hacerlo más difícil.
-Porque siempre es lo mismo mamá, te consigues un hombre, lo llevas a la casa y después cuando te abandona nos mudamos a otro lado y tu a eso le llamas "comenzar de nuevo" para que se repita la misma historia - le dije eso mientras torcía los ojos.
Nos quedamos en silencio y cogimos un taxi para llegar al departamento. No desise la maleta porque que estaba demasiada cansada y me fue a dormir porque mañana tenia clases en el nuevo instituto.