Capítulo 4

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¡Por fin! ¡Después de tantos sueños raros por fin uno normal! O más o menos...

Este era así: estaba en el instituto, en clase de... sociales creo, no vi al profe muy bien. Me tocaba exponer lo de la mitología, pero en lugar de eso me puse a explicar lo de los drakontrophos esos, la gente de repente tenia miedo, aunque yo no lo entendía, y de repente entra un dragón enorme a clase, me coge y se me lleva, pero yo me suelto y vuelvo volando a clase, cojo a Alex y me voy a una cueva de la montaña, ella está muy asustada pero hablo con ella y se tranquiliza, la abrazo y ella me besa, pero entonces el dragón de clase viene a donde estábamos y me dice que debo irme con el porque soy uno muy peligroso (si, uno, no se que dijo ahí), y yo me niego, entonces él me escupe una llamarada enorme pero ni siquiera noto calor, y yo le escupo otra llamarada como respuesta y él se va, pero Alex se queda conmigo y acabamos juntos.

-Salvo por el final, suena a un sueño normal en ti -me dijo Chuck mientras íbamos de camino al insti.

-A que si -le dije feliz- Últimamente estaba teniendo sueños muy raros, pero creo que por fin se han acabado. Lo único raro es el final y las escamas, pero ya esta.

-Espera, ¿qué escamas? No habías dicho nada de escamas antes

Y es verdad, no lo había mencionado antes. ¿Como se me había olvidado eso? 

-Ah, bueno, es que tenia escamas por los brazos y en el pecho -me miró raro y cambió de tema.

-Cambiando de tema, la movida esta de los drakontrophos esos es como... ¿una fumada muy grande no?

-Enorme -le respondí- ¿Humanos dragones? Para mí que esos se comían todas las setas que encontraban...

-Pues no me extrañaría la verdad... ¿Lo vas a explicar en clase?

-¡Que va! Como diga eso el profe me suspende. Por cierto, ¿tu de que lo has hecho?

-¿Yo? De medusa, y he puesto unas fotos que te petrifican lo que tu ya sabes, no se si me entiendes -me dijo mientras me enseñaba unos dibujos modernos de medusa que nada tenían que envidiar a Pornhub.

-Estas fatal tío, como se los enseñes al profe te echan una semana del insti fijo.

-¡Que va! ¿No ves que esta casado? Ese es capaz de quedarse las fotos para sus "ratos a solas".

-¡Tío, que acabo de desayunar! ¿Quieres que pote o que? No quiero ni imaginármelo en sus- ¡Agh, tarde! No voy a dormir en un mes como mínimo.

-¿Te lo has imaginado? Y luego el que esta mal soy yo...

Ya recuperado de la asquerosa imagen de un hombre de casi 50 años "liberándose" con esas fotos nos pusimos a hablar de los nuevos que habían ido a la "fiesta" y riéndonos de las caras que debieron poner hasta llegar al insti, donde se unieron Jim, Alex y Jennifer para reírse también.

-Dios, pobrecitos -dijo Alex entre carcajadas- Me los imagino ahí, arreglados, maquilladas, preparados para beber y bailar.

-Con un condón guardado en el "bolsillo secreto" de la cartera -añadió Jim para las risas de todos.

-Ay, me muero -dijo Jennifer entre carcajadas, pero paró de repente indicándonos que venían hacia nosotros.

Resultó que no les había importado la broma, y que los 7 se fueron a una discoteca y lo pasaron genial, y que se habían conocido gracias a nosotros. 

-Espera, ¿a una discoteca un martes? -pregunté anonadado.

-Si -dijo uno de ellos-, ¿había que aprovechar que ya estábamos preparados no? -nos reímos todos y se fueron.

Llamas cruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora