Núm. 4

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Narra Guillermo

Después de una larga charla, discusiones, etc.

De la que se salvó Frank; pensamos que nos suspenderían pero no, salimos de la sala del director y fuimos al salón.
Cuando llegamos faltaban solo 5 minutos para que acabara la materia así que nos sentamos a esperar a que salga el maestro.

Vimos como salió el maestro, como nos vio nos empezó a hablar sobre lo sucedido.

Si vuelven a hacer algo parecido a eso — señaló a Samuel todo mojado con una mancha en su ropa - serán sancionados, y esto perjudica en su carrera.

Claro maestro - me levanté del piso junto con Mangel- no se preocupe.

Sonó la campana y entramos al salón, la mayoría nos veía de reojo; intentaban no hacer un contacto visual.

Guillermo, Miguel, ¿Por qué lo hicieron idiotas? - escuchar su voz es un bien para mite estoy hablando marica, ¿Por qué lo hici...

— A ver, calla que estoy de mal humor, y si es por tu ropita solo se la das a tu mami para que la lave y ya, ahora por lo marica — lo sujete del cuello de la camisa y lo estampé a la pared — la marica eres tú ya que no te defiendes como pensé que lo harías.

Le di un golpe en la cara; a lo que mis amigos y los suyos nos se pararon.

Nos dimos vuelta, me encamine a mi lugar, me dispuse a poner atención a la clase ya que no quería hablar con Samuel. Lo malo es que esta a mi lado.

[...]

Terminó la última hora, cuando sonó la campana agarré mis cosas y salí lo mas rápido.

Llegué a mi casa, saludé a la familia con un "he vuelto" para luego irme rápido ya que no quería que me vieran molesto y con ganas de llorar.

Si se preguntan ¿Por qué?, odio sus insultos me lastiman y me llenan de rabia.

Entré a mi habitación, mientras escuchaba las indicaciones de mis padres.

— Guillermo, nos iremos ya. Cuida de tu hermana por favor.

— Está bien, ya váyanse y tengan cuidado.

— Enserio nos hechas así de la casa, que poco tacto — mencionó mi madre — Bueno adiós.

— Karol, ¿Dónde estas? - grite para que me escuchara.

¡Aquí en mi cuarto!

— Bien pues a cuidarte.

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Narra Samuel

No sé lo que le sucede a Guillermo, ya que él no es así, después de ese "encuentro"  me dispuse a poner atención.

[...]

Ya terminaron las clases, Guille se fue corriendo del salón cuando sonó la campana que indicaba la salida.

Sus amigos fueron tras él; creo para alcanzarlo.

— Uff se puso caliente el primer día de clases.

Supongo que sí... creo que los que van a sufrir seremos nosotros creo... Sólo lo comento.

Puede ser, Alex. Pero te juró que haré lo posible para que Guille sea mío en cuerpo y alma.

Reglamento Roto {Wigetta} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora