-¿Por qué esa cara larga? -El chico preguntó, arrodillándose para estar a la altura del niño delante de él, el cual estaba limpiándose la mejilla húmeda.
-Mi madre murió el año pasado. Papá está enojado y la gente se burla de mí por llorar en la escuela, me dicen cosas feas. -explicó, resoplando. No es que tuviera mucho efecto, el moco todavía goteaba por su nariz.
Yoongi suspiró.
-Ah, seres humanos tontos. Siempre están tan cegados por el pasado que se olvidan que hay un futuro esperándolos. Ahora, si sigues mirando la puerta que está cerrada, nunca notarás todas las que se abren, ¿verdad? -El muchacho habló suavemente, sus ojos eran afectuosos. El niño lo miró con los ojos abiertos y vidriosos.
-¿Qué estás diciendo? -Naturalmente, Yoongi no esperó que el chico entendiera, pero esperaba que eso se quedara en su cerebro durante años, incluso si no recordaba la voz detrás de esas palabras.
-Te estoy diciendo que ames. Te estoy diciendo que aprendas. Te estoy diciendo que rías y llores. Te estoy diciendo que te aferres a tu vida incluso si es sólo con la punta de tus dedos. Pero lo más importante, es que te estoy diciendo que vivas.-
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Jungkook no recordaba un momento en el que no sintiera un nudo en el esternón. No podía recordar no sentir ese frío que siempre parecía hacer que se sintiera incómodo.
Jungkook se sentía vacío, sentado en el suelo con la cabeza apoyada en el sofá. Se sentía como una cáscara vacía y hueca dejada por el ser humano que alguna vez fue, como si su capacidad de sentir fuese succionada, dejándolo desprovisto de emoción e incapaz de moverse.
Sabía que necesitaba una ducha, podía sentir su piel sucia y su cabello negro sudado. Pero simplemente no tenía motivación.
No estaba seguro de cuánto tiempo había estado sentado allí, abandonado en su propia mente. Se sentía como si sólo fuera un cerebro más en un frasco de vidrio, porque no era capaz de hacer nada.
La sangre seca manchó sus nudillos, no estaba seguro de lo que había golpeado, pero sabía que lo lamentaba. Tenía tendencia a sangrar para recordar que estaba vivo.
El mundo de Jungkook se estaba desmoronando, demasiado rápido para que incluso intentara resolverlo, tratando desesperadamente de reponer las piezas.
No podía arreglarse solo, no esta vez. Ya no era lo suficientemente fuerte.
Podrían haber pasado horas, quizás días, antes de que Jungkook se moviera al baño. A menudo se preguntaba por qué no se cansaba, o no sentía la necesidad de comer o beber. Con el tiempo, su propio bienestar se deslizó de su lista de prioridades.
Tenía que quitarse la ropa de su cuerpo, estar libre de ella era refrescante.
Evitaba el contacto visual con el espejo, temía no reconocer los ojos cansados y fríos que lo miraban fijamente.
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you can be king again | yk
Fanfictionjungkook está a punto de renunciar, hasta que un extraño muchacho aparece en su balcón diciendo que está ahí para cambiarlo todo. y evidentemente, lo hace.