Nothing in my way.

Capítulo 60: Hablar.

—Y esa es toda la historia —terminé de contarle.

Ella me miró fijo por unos cuantos segundos. Fruncí el ceño esperando alguna respuesta de su parte.

—¡Aaay, me muero! —me sobresalté ante su repentino reaccionar —¿Y cuando demonios pensabas contarme esto?

—Lo siento… yo no tuve tiempo —me disculpé.

—Así que ahora mi primo y tú tienen un romance. Juro que jamás me lo había imaginado. Mucho menos después de la canallada que él te hizo en la fiesta…

—Eso ya esta arreglado, primita. No hace falta revolver el pasado… —dirigí mi mirada hacia las escaleras. Y ahí bajaba él con el cabello alborotado, cara de sexy matador y la mirada acusadora clavada en la rubia.

—Puede que este en el pasado —dijo Dani —Pero que fue lo peor que hiciste en tu vida, fue lo peor.

—Ya, ya —dijo él poniendo los ojos en blanco.

Cuando llegó al final de las escaleras caminó hacia donde estábamos sentadas. Haciéndole un leve movimiento de cabeza a Danielle le indicó que se corriera un poco. Algo extrañada ella lo hizo y Joel se sentó repentinamente en medio de ambas. Dani hizo un sonido de indignación y Joel se acurrucó contra mí, apoyando su cabeza contra mi hombro y escondiendo el rostro en mi cuello.

—Joel, estoy aquí —le dijo su prima.

—Por mí puedes irte —le contestó.

No pude evitar reír por lo bajo ante las cosquillas que me causó su voz contra el cuello.

—TN__________ si te ríes lo alientas a que me siga tratando así —me retó la rubia.

Bajé la mirada hacia el rostro de Joel. Esté me miró de reojo y sonrió levemente.

—Échala —susurró.

No pude evitar sonreír y levanté la mano para acariciar su mejilla. Estaba algo rasposa pero era lo más hermoso que podía acariciar en la vida.

—Oigan… sigo aquí —dijo ella.

—Ahí esta la puerta —dijo Joel y levantó la mano para intentar apuntarle el camino. Su rostro seguía oculto en mi cuello —Nadie te quiere aquí.

—TN_________ —se quejó ella.

—Ya basta Joel, deja a tu prima en paz —lo reté.

—Pero ella es la que empezó —aseguró como todo niño berrinchudo —Nadie la llamó para que viniera.

—Para tu información, primito, no necesito llamada para venir a la casa de MI amiga.

—Podrá ser tu amiga pero es MIA.

—Ya basta de pelear los dos —los paré —¿Qué les parece si vamos a comer algo?

Joelse incorporó y me miró algo preocupado.

—¿Tu padre está en la cocina? —preguntó. Reí por lo bajo.

—No, salió.

—Pffff… que bueno —dijo aliviado.

Nos pusimos de pie y entramos a la cocina. Recalentamos una pizza que había en el horno y nos sentamos a cenar. Pasamos un momento agradable… ya que era muy divertido ver como Dani y Joel discutían sobre quien de los dos tiene más derecho sobre mí ahora.

El teléfono de la casa comenzó a sonar. Me disculpé con ellos y salí de la cocina para poder atender en la sala.

—¿Hola? —dije.