Abandonada

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Eros corrió como loco hacia su habitación, abrió la puerta abruptamente pero ni con todo ese ruido Maya despertó, el dios tuvo que mover su cuerpo para poder despertarla.

- Un rato más, por favor- murmuró ella entre sueños

- Maya, necesito que te levantes- habló apurado el dios

- Solo cinco minutos- suplicó ella

- Maya ahora!- su fuerte voz la hizo estremecer y en un segundo el sueño se esfumó de ella.

- Qué sucede?- preguntó malhumorada

- Porqué estas sola en las calles? Desde cuando? -

- Es una historia larga- ella trataba de evitar el tema pero Eros tenía que saberlo

- Resume cosas Maya pero por favor dime-

- Mi madre era de Grecia y mi padre norteamericano, murieron cuando yo tenía seis años, en un accidente de auto, no tenían más familia, me quedé sola y el gobierno Americano me mandó a un orfanato, estuve sola la mayor parte de mi vida, no conocía la ciudad o las calles...al cumplir la mayoría de edad el gobierno ya no te mantiene y te tira a la calle, una noche antes de mi cumpleaños las personas del orfanato me hicieron un pastel, me hicieron pedir un deseo a la luz de la luna como era la tradición para ellos...pedí que afuera pudiera encontrar a alguien que me guiara...que me protegiera, miré a la luna después de eso y de la nada apareció una estrella reluciente, la seguí mientras estaba sola en las calles, me dieron cinco dolares cuando me sacaron del orfanato, tenía tanta hambre y frío ese día que fui por un café al único lugar que encontré abierto y ahí estabas tú, esa estrella me guió a ti, a mi deseo- Maya se soltó en llanto recordando su pasado pero sintió prontamente los brazos de Eros.

- Ahora que lo pienso, tú siempre has sabido mi nombre pero yo no he sabido el tuyo...no sé nada de ti-

- Cómo contarte mi pasado sin alejarte?-
Pensó él dios en voz alta

- No me alejaré si tú no lo deseas-aseguró ella

- Ni aunque me creyeras un loco?- se atrevió a preguntar

- Porqué habría de pensar eso?-

- Solo déjame mostrarte, será, creo más fácil de creer- Eros colocó sus dos dedos sobre la frente de Maya y le mostró quien era incluso el porque la había estado buscando, solo decidió saltarse sus tratos con Afrodita.

***

- Hablame Maya, habla conmigo- suplicó el dios tocando la puerta del baño, Maya se había encerrado ahí después de quedarse estática con lo que le había mostrado Eros en su mente.

- Solo...déjame- murmuró ella mirando hacia la nada, las imágenes se repetían una y otra vez en su mente, miró su reflejo en el espejo una vez más concentrándose en sus ojos, eran tan iguales a los del...según dios.

- Maya- suplicó él de nuevo, podía abrir la puerta por él mismo pero prefería que ella lo hiciera, ya la había asustado bastante, la poca confianza que le había otorgado la había perdido con aquello.

- Fui creada para ti, no con un propósito o un fin... Solo para estar contigo y...que no estuvieras solo, que tan mal crees que me pueda hacer sentir eso?- preguntó la chica en voz alta estrellando su puño en un momento de ira contra el espejo.

Eros no pudo soportarlo más, en cuanto escuchó aquel estruendo de vidrios caer, empujó la puerta y vio a Maya sentada en el suelo con la mano ensangrentada.

- Por Zeus, Maya!- Eros tomó una toalla rápidamente y la mojó un poco para después tratar de limpiar la mano de Maya.

- Tú eres más especial de lo que crees, no eres como todos los humanos allá afuera, no eres una más, estás destinada a cosas grandes...éstas destinada a estar con los dioses, Gea te creó con polvos del olimpo, con amor he ilusión...toda mi vida desde hace siglos anhele éste momento, el momento que tú estuvieras junto a mi...Maya, los dos estamos conectados, y muy en el fondo tú también lo sabes, o es que acaso te hubieras ido con cualquier extraño? Confías en mí, algo en ti, te dijo que lo hicieras, que no tuvieras miedo, que yo era bueno para ti, no hay miedo en tus ojos cuando me ves, sé que es difícil procesar todo pero, podrías intentarlo?-

- Mi madre me contaba historias de todos esos dioses, pero como todos los humanos mi lógica me decía que no existían, quería creer en ellos pero era imposible, y ahora tu vienes y me dices que ellos son reales y que tú eres uno de ellos...nada de esto tiene sentido.
Porqué si esos dioses de los que hablas están allá arriba y se encargan de todo? No se hacen cargo de todas las cosas malas? Porqué abandonan a las personas en eso? Porqué quitarle sus padres a una niña de seis años y abandonarla a su suerte en medio de la calle? Porqué?!!- Maya no notó cuándo empezó a llorar, ni siquiera le dolía la mano por el golpe, ahora solo podía sentir su alma herida.

- Muchos humanos creen que hay dioses encargados de sus malicias, homicidio, violaciones, odio, terrorismo sin embargo nada de eso nos corresponde... Cuando Gea y Cronos crearon a los humanos les otorgaron en libre albedrío, ellos podrían pensar y tomar sus propias elecciones sin involucrar a los dioses, nosotros no podemos involucrarnos con esas cuestiones a menos que los humanos lo pidan y son demasiadas peticiones en el mundo... Si yo hubiera sabido de ti, si te hubiera escuchado, Maya hubiera volado hasta ti, no me hubiera separado de tu lado...pero nunca me llamaste, Maya- la joven quedó en silencio, sostuvo la toalla contra su mano y suspiró.

- Cada quien forja su destino...eso decía mi madre...no tienes la culpa de mi pasado, lo siento-

- Mi dulce Maya, permite me hacerte olvidar, dejame hacer un mejor futuro para ti, te mostraré un mundo totalmente distinto al que conoces, quieres?- Maya lo miró un momento, sus ojos verdes se conectaron por un par de segundos, ella dejó de sentirse intimidada por él, mordió su labio y después asintió.

- Sí, quiero ver tu mundo, quiero conocerte más Eros, quiero pertenecer a tu mundo- Eros no pudo sentirse más emocionado con sus palabras, tomó la cara de la chica entre sus dos manos y plantó un beso en una acción por demostrar su entusiasmo.
Maya separó su rostro apenada unos segundos después.

- Podemos llevar esto lentamente?- preguntó ella con las mejillas rosadas.

- Lento, por supuesto.- Afirmó Eros tratando de contenerse.
El dios había olvidado por completo a lo que venía, Maya corría peligro, Afrodita la quería matar por su belleza y cómo no iba a ser bella si fue creada de una única manera por su madre.
Debía de averiguar la forma de mantenerla con vida, ocultarla no era una opción, Afrodita tenía la manera de averiguar su paradero así que lo único que quedaba era volverla inmortal...solo había un forma de que un humano se volviera immortal, si bien la primera no estaba en sus posibilidades la segunda podría incluir un destierro del olimpo para él si los otros dioses se deban cuenta. La primera opción era reunir a todos los dioses y que votaran en su mayoría para convertir a un humano en dios y la segunda era hacer comer al humano alguna fruta de los jardines en el olimpo.

Él no podía traer la fruta hasta Maya para comerla, cualquier cosa que bajara del olimpo a la Tierra dejaría de ser divina en cuanto cruzara, tendría que llevar a Maya hasta el olimpo para que comiera la fruta sin que otro dios y principalmente Afrodita se dieran cuenta.

No podía aparecer así nada más, llamaría la atención de todos y no habría forma de ocultar a Maya, la única forma que quedaba era cruzar por los terrenos de Hades, era peligroso para cualquier alma cruzar por ahí, nadie salía sin la autorización del dios de los muertos.

Hades podría dejar salir a Maya de sus terrenos para aparecer en el olimpo sin que los otros dioses la vieran o bien podría quedarse con su alma mortal dejándola en el limbo por el resto de los siglos.

Tenía que arriesgarse.
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Ya sé que me tardo mucho en actualizar pero aquí está por fin!!

Amor Escrito en Griego (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora