When Love Is Not Enought

Capitulo 10: Vacilar.

Capitulo 10:

El paseo en ese barco había sido increíble. No había vivido otra experiencia igual y menos con alguien como el Sr. Roronoa.
El peliverde lo había escuchado llorar y lo había acompañado en un silencio que los comprometía a ambos.

Sanji pensaba que ese día había sido de ensueño porque jamás va a pensar que algo así le va a suceder dos veces. El Sr. Roronoa es un como un viaje que está disponible por cierto tiempo...Pero luego de unos días expira y no puedes volver a sacarlo si no tienes el dinero o más que nada, la oportunidad.

Luego de ello, Sanji volvió a su hogar.

Había insistido tanto, se había hecho de rogar, pero no era su intención, debía volver con Law porque ese hombre es el hombre que ha amado por tantos años. Esos años no se pueden borrar de un momento a otro, eso es algo que no está presente en la vida de Sanji a pesar de todo lo que le hizo o le vaya a hacer, no se cree capaz de poder abandonarlo.

-¿Por qué vas a volver?

Esa es la pregunta que el Sr. Roronoa le hizo cuando se encontraban a unas calles de la casa de Sanji.
Estaban en la limusina y Sanji ya se sentía agobiado.

-Debo volver...porque lo amo.

Eso sorprendió un poco a Zoro, pero no quiso decir nada, su semblante de decepción ya era suficiente.
Sanji se le quedo mirando de manera normal porque le parecía demasiado evidente que el Sr. Roronoa se sienta de manera decepcionada porque él no es normal. Le gusta otro hombre y no puede evitarlo, después de tanto prejuicio de las personas, ya le parecen normal este tipo de situaciones.

-No se preocupe que no es contagioso.-El rubio sonrió de manera forzada-Le agradezco todo lo que hizo, y si no le molesta, espero que nos veamos en el trabajo o no...Le agradezco todo...Nos vemos.

Sanji agarró la manija y salió de la limusina.

Zoro no sabía como podía detenerlo, él no se sentía asqueado porque a Sanji le gustara un hombre y a eso no lo entendía.
Por un lado, Zoro creía que Sanji se iba a vencer ante él, pensaba que Sanji se dejaría ayudar y volvería a sentir una satisfacción por ayudar a otro alguien, pero Sanji lo rechazó rotundamente sin querer recibir a alguien. La coraza de Sanji es inmensa que además de cubrir su corazón, cubre a su cuerpo en totalidad.
Nunca se había cruzado a alguien que estuviera tan cerca de la realidad, jamás había conocido a alguien que fuera tan fuerte a pesar de sufrir incontables cosas.
Y Zoro, tenía intriga, quería conocer a Sanji, quería saber sus gustos, sus sueños, sus metas, su forma de ser, quería conocer todo acerca de Sanji. Era una atracción invisible que lo conecta a ese chico que llegó a su día de manera imprevista y lo atendió en el bar.

No puede dejarlo solo y no quiere hacerlo. Ve retazos de su pasado en él.

-C-cualquier cosa...Sabes donde encontrarme.

Eso le dijo Zoro desde adentro de la limusina. Sanji se giró para mirarlo y sonrió apenado.

-Gracias por todo.

Parecía que esa sonrisa había tocado en lo más profundo y sensible de Zoro.
La puerta se cerró y se quedó en silencio...Se quedó completamente quieto, como pasmado acerca de lo que había sucedido.

-Señor...¿Lo llevo de vuelta a casa?

Sanji había pasado una madrugada y un día completo en su casa...o más bien, paseando junto a él. Y ahora debía volver a su rutina normal, a su desolado hogar y a su trabajo que lo mantenía sumergido en papeles.

-¿Señor...?

El chofer lo llamó por segunda vez y Zoro volvió a la realidad.

-L-Llévame a casa.