The Thundermans...algo así

⚡️Thunder amor⚡️

POV'S ALEX

Toque la puerta de la casa de los Thunderman y Barb abrió sonriente.

— ¡Alex! —me sonrió como de costumbre, miró hacia abajo—. ¿Chloe? ¿Que haces aquí? Se supondría que estaría con Max —exclamó mientras nos invitaba a pasar y todos nos sentamos en el sofá mientras Barb ponía a la pequeña sobre sus piernas.

— Max me abandono —dijo la pequeña. Juro por las barbas de mi abuelo que yo no le pedí que dijera eso, al menos no a su madre, pero tampoco voy a contradecirla.

— ¿Que Max hizo que? —preguntó justo en el momento en el que Max entro por la puerta principal diciendo "Ya llegue" pero al vernos se quedó estático, en especial cuando miró a su madre con su hermana pequeña en sus piernas.

— Ya me voy —volvió a decir mientras se giraba para irse.

— Oh, no. No irás a ningún lado Maximus Octavio Thunderman —le soltó Barb mientras se levantaba del sofá, sonando como toda una mamá molesta.

— ¿Octavio? —pregunté sin poder evitarlo. ¿Ese es su segundo nombre? JAJAJA.

Max se giró lentamente con cara de sufrimiento, aunque no sé si por el tono en el que le hablo su madre o porque la misma nos reveló su segundo nombre. Tuve que morderme el labio inferior para no reír.

— ¡¿Porque abandonaste a tu hermanita?!

— ¿Abandonarla? No, yo no...

— Si no fuera por Alex y estos dos bondadosos chicos, Chloe estaría tal vez, no lo sé, ¡perdida! —lo interrumpió—. No puedo creer que seas tan irresponsable.

— Pero...

— Alguien me ofreció acompañarlo a México —continuó Chloe.

— ¡¿México?! ¡¿Que?! —exclamó Barb—. Max. A tu cuarto. Castigado.

Todos los presentes abrimos los ojos como platos, no creímos que Barb fuera a ser tan extrema. Ni tampoco que Chloe creyera tanto su papel, es decir, no está mintiendo del todo, los gemelos me propusieron ir a México las próximas vacaciones y la pequeña, al escuchar, quiso incluirse en el plan, claro que le dijimos que si, como negarse a esos ojos tan tiernos y cara angelical. Aunque para ser sincera, era como un pequeño demonio.

Max, aún conmocionado me miró y frunció los labios, por un momento creí que me apuntaría con su dedo indice y me diría "Esto no se va a quedar así" como hace un par de meses cuando le entregue su chaqueta arruinada por el cloro.

A regañadientes se fue a su habitación. Barb volvió a sentarse como si nada hubiese pasado.

— ¡Oh! ¿Quieren una rebanada de pastel? —pregunto con su muy común sonrisa.

— Claro —dijimos los cuatro al unísono.

Barb vivió a levantarse y se fue a la cocina.

— Eres un diablo con cara de ángel —le dije a la pequeña.

— Lo sé —sonrió complacida.

Miré a los Reynolds y ambos miraban a la pequeña con una sonrisa ladina.

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— ¿Sería demasiado raro que lleve este pastel a Las Vegas y me casé con él? —preguntó.

— No —contestamos Taylor, Chloe y yo con la boca llena.

Metí el último trozo de pastel a mi boca y me recargué en el sofá saboreando el bocado.