Capítulo 59: Bicis.

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Llegamos a casa y guardamos el cochecito.

-Amanda, ¿vamo a mumir?-le preguntó su madre.

Ella bostezó en respuesta, Noemí rió y se la llevó a la cuna. Aproveché para llamar a mis suegros.

**LLAMADA TELEFÓNICA**

-¿Si?

-Hola Sara, soy Taylor.

-Hola Taylor, ¿qué pasa?

-Noemí y yo nos preguntábamos si mañana podría quedarse Amanda a dormir.

-¡Claro Taylor! Eso ni se pregunta-exclamó mi suegra-¿A qué hora la traeréis?

-¿Te parece bien a las 18.00?

-Sí, claro Taylor. Os esperamos.

-Gracias, adiós.

-Adiós.

**FIN LLAMADA TELEFÓNICA**

Fui a la habitación y me desvestí quedándome así en calzoncillos, Noemí tenía razón hacía mucha calor.

-Que guapo te pones para dormir, ¿no?-comentó al entrar.

Reí.

-No llevo nada puesto amor.

-Eso he dicho-sonrió y fue al armario.

A los dos minutos ya llevaba el camisón puesto.

-Tú también te pones muy guapa-comenté al mirarla de arriba abajo y ver que el camisón que llevaba no dejaba pie a la imaginación.

Rió y se sentó en la cama.

-Mi tontito-se tumbó a mi lado y me besó-¿has llamado a mis padres?-preguntó cuándo sus labios se separaron.

-Sí, hemos quedado a las 18:00-sonreí.

-Estupendo, ¿y cuando hay que ir a buscarla?

-Sobre eso…Han insistido en que se quede a dormir.

-¿Enserio?

-Sí, no sé. Deben notar que faltaba poco para que nos vayamos.

-Puede ser-se sentó.

-¿Qué pasa amor?

-Ese tema ya lo hemos hablado, Taylor.

-Amanda estará bien y a tus padres los podrás llamar cuando quieras.

-Lo sé-dijo tumbándose de nuevo-Carpe diem-sonrió.

-Exacto-me giré hacia ella-disfrutémosla-la besé.

-Eso ya mañana, ahora tengo sueño-sonrió.

-¿Hablas enserio?-pregunté incrédulo.

-Y muy enserio-contestó.

¡No me lo creo!

-Está bien-me rendí-pero mañana no te escapas.

-No era esa mi intención-sonrió-buenas noches mi tontito.

-Buenas noches pequeña.

Noemí se quedó dormida y yo algunos minutos después. He de reconocer que estaba bastante cansado, como siempre que iba de compras.

**Narra Noemí**

A la mañana siguiente desperté a las 10:00 am como siempre. Me quedé mirando a mi marido dormir con una cara que reflejaba paz. Empecé a acariciarle el pelo y finalmente lo vi sonreír todavía con los ojos cerrados.

-¿Te gusta?-le pregunté.

Acto seguido empecé a besarle el cuello y fui bajando hasta sus estupendos abdominales. Taylor cogió mi rostro entre sus manos y me besó. En cuanto nuestros labios se separaron se levantó.

-¿Pero qué…?

-Donde las dan las toman-rió.

Dejando a un lado lo que acababa de pasar fui a la habitación de mi pequeña. Estaba despierta.

-Buenos días cariño, ¿has dormido bien?

-Iii-dijo todavía adormilada.

-Buenos días mi vida-la saludó Taylor.

-Aa aa aaa-Amanda estiró sus bracitos hacia su padre y yo se la di.

-Voy a preparar el desayuno, os avisaré cuando esté-les dije al salir.

Tal y como les había dicho, me adentré en la cocina y preparé la lechita de mi niña y el café de sus padres.

-¡El desayuno está listo!-grité entonces.

-¡Un segundo, ahora iremos!-oí que contestaba Taylor.

Coloqué los vasos en el lugar de cada uno y puse unas tostadas.

-Ya estamos-dijo Taylor entrando por la puerta.

-¿Qué hacíais?-pregunté curiosa.

-Yo le cambiaba el pañal y Amanda, debía hacerle cosquillas, porque no dejaba de reírse-explicó sentándose.

Reí.

Desayunamos y al acabar limpié las cosas mientras Taylor se iba a jugar con Amanda.

A los 5 minutos llegué. Jugamos todos, comimos al mediodía y después vimos la televisión.

Amor verdadero. (Taylor Lautner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora