Capítulo 60: Bicis II.

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Eran las 17:30 pm cuando fui a vestirme, íbamos a ir en bici así que me puse ropa cómoda, igual que Taylor.

Mientras Taylor vestía a la princesa de la casa yo preparé su equipaje con los chupetes, los biberones, potitos, mudas, pañales… Todo lo que Amanda pudiera necesitar.

-¿Todo listo?-preguntó Taylor asomándose por la puerta.

 -Todo listo-afirmé cogiendo la maleta y a mi hija.

-Dame la maleta-dijo extendiendo su mano.

-Toma-la cogió-gracias-aproveché para coger mejor a Amanda.

A las 18:00 pm ya estábamos en casa de mis padres.

-Mamá, recuerda su hora de cenar son las 20:00, la de dormir a las 22:00 y la de levantarse a las 10:00. Si no puede dormirse dale el peluche del perrito y…

-Noemí-me interrumpió mi madre-creo que podré hacerlo-rió.

-¿Segura?

-Que sí, no te preocupes.

-Vale, confío en ti eh.

-Tendríamos que irnos, si no se nos hará tarde-comentó Taylor.

-Vendremos mañana por la tarde-dije.

Nos dirigimos al garaje y cogimos nuestras bicis. Las pusimos en el coche y nos fuimos a la ruta perfecta para montar en bici.

-Llegamos-dijo Taylor a los 20 minutos.

Dejamos el coche,  cogimos las bicicletas y nos pusimos a pedalear.

-A ver si me alcanzas-le reté pedaleando más rápido.

...

Había pasado una hora y media cuando decidimos irnos.

No hace falta decir que Taylor me acabó alcanzando y pedaleamos juntos el resto del tiempo.

Llegamos a casa a las 20:30 pm.

-Ve a ducharte tú primero-me dijo Taylor.

-Está bien.

Entré en el baño, me desnudé y me metí en la ducha.

Al salir de ella me sequé y me puse la ropa interior. Intenté abrir la puerta, pero no pude.

-¡Taylor!-lo llamé-¡Amor, la puerta no se abre!-le avisé.

No obtuve respuesta, seguí intentándolo durante unos minutos hasta que finalmente me rendí. Desde que me había rendido pasaron 5 minutos cuando  la puerta empezó a abrirse sola.

-¿Taylor? ¿Eres tú? Gracias, me había quedado encerrada.

Al salir del baño vi que no había nadie. ¿Pero qué…?

Encima de la cama había un conjunto que constaba de unos shorts azul oscuro y una camisa blanca ancha que solo tapaba mis pechos; todos conjuntado con unas sandalias y un collar que quedaban de maravilla.

Junto a él una nota:

“Ponte esto y sigue el camino.”
Seguí las instrucciones de la nota, me puse el conjunto y abrí la puerta.

“Ahora ya sé a qué te referías amor” pensé al salir de la habitación y ver un camino de pétalos azules.

Seguí el camino de rosas azules que me llevó al comedor.

En la alfombra donde solían estar los juguetes de Amanda, ahora había unas velas, unos pétalos de rosa, dos platos y comida para dos. Taylor estaba sentado en un lado, se levantó para abrazarme y besarme.

-¿Qué es esto amor?-le pregunté sentándome.

-Desde que tuvimos a Amanda pocos han sido los momentos románticos. Pensé que ya era hora, ¿te gusta?

-Me encanta-reí-¿Me he quedado encerrada en el baño apropósito verdad?

-Necesitaba tiempo para organizar la sorpresa. Tuve que ir a ducharme a casa de tus padres-rió.

Cenamos, hablamos, bromeamos y reímos como tantas veces habíamos hecho en nuestras citas de novios.

-A sido maravilloso amor-le besé-echaba de menos momentos así contigo.

-Y yo-sonrió.

Besé sus labios y su cuello.

-¿Qué haces amor?-preguntó Taylor respondiendo a mis besos.

-Agradecerte la sorpresa-le contesté quitándole la camisa.

-Un segundo-dijo mientras apagaba las velas-¡Ya!-avisó cuando todas estaban apagadas.

Me cogió en brazos y yo le coloqué las piernas alrededor de su cintura. Llegamos a la cama y ahí continuamos.

-Tendré que hacerte sorpresas más a menudo. Me los has agradecido 3 veces-sonrió al acabar.

-Mi tontito-contesté-no te acostumbres a eso-reí.

Nos quedamos mirándonos  fijamente hasta que finalmente nos quedamos dormidos. Dormidos hasta las 10:00 am, hasta que el sonido del timbre nos despertó.

Amor verdadero. (Taylor Lautner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora