Ya no hubieron palabras.
Mudos son sus labios,
el silencio hizo eco
Con todo su esplendor.
Y el murmullo,
También se marcho.
Me dejaron en silencio
Sus bellas palabras.
Y al sollozo de mis ojos
También dieron su fruto,
Y mis manos en mi rostro
Quisieron disimular.
Pero también se humedecieron
Con las gotas de mis ojos
Y el dorso de mis manos,
Cuando quisieron secar
Esas aguas saladas
Que todos llevamos dentro
Y que nos hace valientes
Cuando queremos llorar.
Con miedo a exponer
La triste realidad;
Hubieron muchos ayes,
Que nadie escucho
Y respire profundo.
Intente guardar compostura
Pero ya había mojado,
Con lágrimas...
Con lágrimas de dolor.
