Cayendo por ti

One shot

Todo quedo en silencio por unos minutos, contenía su respiración incapaz de moverse por miedo a que todo se derrumbara a su alrededor.

Se encontraba en la iglesia del pueblo y todas las velas se habían apagado cuando termino de pronunciar las palabras de aquel exorcismo, alcanzo a ver como el humo negro salía expulsado del cuerpo de Dean y ahora debía acercarse y asegurarse que estuviera bien, pero el miedo le paralizaba.

¿Y si Dean no resistió?. Y si sencillamente el volvía a ser el de antes ¿Qué haría el con todo lo que sentía?. Tendría que mudarse del pueblo y alejarse de los hermanos. A estas alturas no soportaría ver al mayor casarse y ser feliz con una chica de ese lugar. Odiaría que sus miradas se encontraran y no hubiera nada del amor que solía encontrar en aquellos orbes verdes.

Se había enamorado como un idiota y no tenía claro de quien y ahora debía enfrentarse a la realidad por dura que fuese... solo se tomaría un minuto más y en la oscuridad que lo cubría cerró los ojos para recordar cómo se sentían aquellos besos que el otro le robaba y pronto descubrió que no podía rechazar.

Todo comenzó una mañana de Abril, el había estado trabajando en el jardín cuando un grupo de hombres llevaban retenido a Dean Winchester, mientras este se movía furioso en brazos de sus captores.

El chico procedía de una familia de cazadores y según le contaron le habían llamado para un caso y todo iba bien, pero en algún momento la casa que estaban revisando les expulso y encerró a Dean, intentaron ingresar sin éxito hasta que la puerta cedió sola y encontraron al cazador tirado en el suelo inconsciente, cuando abrió los ojos estos eran totalmente negros, cuando quisieron acercarse este sin apenas tocarlos los lanzaba al otro lado de la estancia, mato a uno de aquellos hombres y los otros se encargaron de capturarlo.

Cuando él se acerco el demonio rugió furioso, los demás lo llevaron al interior de la parroquia y le amarraron a una silla bajo los símbolos que se convertirían en la jaula del chico.

Castiel no entendía cómo era posible que esto sucediera. Dean era uno de los cazadores más jóvenes y capaces que había conocido en su vida, es cierto que su vida no era fácil y podría estar más que frustrado, pero jamás vio en el un candidato para que ese engendro lo tomara. Cuando quedaron a solas, los ojos negros se fijaron en el estudiándole "Eres su debilidad ¿sabes? Pude entrar ... gracias a ti, si supieras las fantasías que tiene contigo".

Él aun podía oír la voz distorsionada de aquel demonio confesando los secretos que tan celosamente Dean había estado guardando. No podía decir que lo sorprendió, el estaba intuyendo hace algún tiempo.

Cuando se dio cuenta quiso poner distancia entre ellos, el era un sacerdote con votos para toda la vida. Enamorarse de un hombre de 17 años no debió haber sucedido jamás, pero se coló bajo su piel antes de darse cuenta.

Al llegar al pueblo le habían llevado a los hermanos Winchester porque habían quedado huérfanos, querían mandarlos a un hogar y repartir entre los cazadores más antiguos todo lo que habia pertenecido a los padres de los chicos.

Castiel no estaba de acuerdo con lo que planeaban y el mayor de los dos niños pidió que por favor los dejaran quedarse, el podía mantener a su hermano y podía trabajar como un cazador, que por favor no permitiera que les quitaran los poco que les quedaba de lo que alguna vez había sido su hogar.

Termino el mismo comprometiéndose a cuidar a el par de hermanos y eso había sido hace siete años Sam era realmente agradable e inteligente dividía su tiempo entre ayudar a su hermano, estudiar y visitarle a él, casi sentía que el pequeño Sammy se había convertido en parte de su familia y le quería sinceramente. La historia con Dean había sido distinta, al principio el chico lo odiaba y peleaba constantemente con él cuando debía aparecer en la parroquia o cuando Castiel iba a visitarlos a su casa, le costó ganarse la confianza del mayor, pero una vez lo hubo conseguido pudo conocer realmente como era Dean.