Al cabo de unas cuantas semanas fui a Hill South a la zona boscosa, estaba sentado como de costumbre recargado en uno de los árboles más antiguos de Pittsburgh; de mi chaqueta saque un cigarrillo y justo cuando lo iba a encender se acercaron un par de chicos; un chico y una chica para ser exactos, la joven era linda, su acompañante era un chico airoso; inmediatamente pensé en retirarme así que tome mi mochila y me puse de pie; escuche tras de mi a alguien que gritaba.
-Hey! Jayden.- gritó el chico.
En ese momento no supe qué hacer, no sabía si continuar caminando o detenerme; además… ¿cómo era posible que supiera mi nombre? ¿Quiénes eran?, Y sobre todo, ¿por qué me estaban llamando?
Mientras mi cabeza formulaba preguntas e intentaba plantear respuestas volvió a llamarme pero esta vez de manera diferente y con más confianza.
-Hey Jayden! Vamos no seas tímido.- Dijo el chico dirigiéndose a mí y aproximándose.
-¿Tímido Yo?, Já!, por favor- respondí mientras me acercaba a ellos también.
-¿Un cigarrillo?- ofrecí.
–Por supuesto– Contestó la chica mientras estiraba sus brazos hacia mi caja de cigarrillos.
Decidí ser directo y no perder más tiempo formulando preguntas dentro de mi cabeza.
– ¡Bien! ¿Quiénes son ustedes?, ¿Qué rayos hacen aquí a mitad de la noche?, y, ¿Cómo rayos es que saben mi nombre?– pregunté mientras encendía mi cigarrillo y proporcionaba fuego a los hasta ahora desconocidos.
–Mi nombre es Elizabeth pero todos me llaman Eli- dijo ella.
–Mi nombre es Cameron, un placer.--dijo él.
–Bien– contesté todavía con muchas dudas.
– Mucho gusto Cameron, mucho Gusto Eli– estreché sus manos, ambas eran suaves.
–Veras, Te seguimos hasta aquí porque tenemos meses observándote, hacemos el trabajo de espías por diversión, nos pareciste una presa interesante para espiar, sobre todo porque vienes a este lugar muy seguido. – dijo Eli.
–Vaya que hacen bien su trabajo, pero, ¿cómo es que saben mi nombre?– Pregunté.
–No fue difícil, vamos al mismo colegio, solo hicimos un par de preguntas a algunos de tus compañeros. – Dijo Cameron con un tono orgulloso de sus habilidades de investigador.
La luz de la luna permitía dar una primera impresión de los rostros y cuerpos de Cameron y Eli, pero aun así nunca los había visto, ni en el colegio ni por aquí. Me sentía incómodo, está la primera vez que me sucede algo así, trate de actuar lo más normal posible, y al parecer funcionó.
Al estar bajo la luz de los faroles pude distinguir sus cuerpos y rostros perfectamente, Cameron era un chico alto y apuesto, de tez clara, su cabello era totalmente lacio y un poco alocado, de un negro profundo; vestía playera blanca sobre la cual llevaba una chaqueta de mezclilla sin mangas, unos Jeans azules y unos Converse clásicos color azul. Eli era una chica de estatura media, cabello pelirrojo, corto y rizado, sus ojos eran de un azul precioso, sus labios eran rosados, una chica con personalidad, vestía un suéter tinto que llegaba hasta sus muslos, Jeans azules y unas botas color café.
De regreso a nuestras casas charlamos un rato y resultó que vivían a un par de calles de la mía, en el 116 Y 126 de Phillips PL, respectivamente, esa noche regresamos los tres Juntos.
A pesar de la incomodidad que aún sentía, algo en ellos me agradaba, tal vez el que solo se acercaran así sin siquiera conocerme del todo, tal vez su carisma, no sé, algo en ellos me agradaba....