Malos Tiempos(temática lésbica)

Capítulo XII- Decisiones

Pasado unos días las cosas se volvieron más complicadas, no sabía qué hacer. Por un lado mi mente decía que había hecho lo correcto al alejar a Julianne de mí, aún no me sentía segura de lo que sentía por ella, si era algo meramente sexual o si podía llegar a ser amor. Esa mujer me tenía confundida, primero quería que me alejase de ella, luego nos acostábamos y terminábamos como amigas con ventajas para luego pasar a que me quería, además de sus fuertes ataques de celos durante la semana se hicieron aún más presentes.

-Buenos días-andaba con un humor de perros y no tardó en hacerlo notar-hoy quiero que respondan algunas preguntas en estas hojas sobre la clase y quiero que me las entreguen al final-toda la clase asintió en silencio.

-Parece que quisiese matarte-Jasmín me susurró al oído-te mira de una forma...

-Ustedes ahí silencio-Julianne efectivamente estaba con una rabia imaginable-si no quieren ir a detención cierren la boca.

La clase fue todo lo contrario a lo que habitualmente eran, Julianne se enojaba con cualquiera que hablase y no intentaba fingir las miradas acusatorias, sentir sus ojos en mi cabeza durante toda la clase me mantuvieron con la cabeza baja durante dos horas. Para colmo cinco minutos antes de que tocara la campana hizo un examen sorpresa de cinco preguntas, varias de las chicas suspiraban enojadas mientras se mordían las uñas.

Ninguna estaba preparada, algunas se rindieron al instante y entregaron la hoja, otras intentaban echar un vistazo a la hoja de las demás y algunas como yo de verdad intentaron responder las preguntas pero eran demasiado difíciles, cuando levanté la vista solo quedábamos Jasmín y yo, maldecí internamente. Cuando Jasmín se levantó solo quedé yo en el salón, me castigaba mentalmente, debía haber entregado la hoja cuando tuve la oportunidad. Me levanté y caminé lo mas segura que mis piernas podían, Julianne no levantó su cabeza cuando dejé la hoja, pero cuando estaba a punto de irme invicta su voz me llamó.

-Nalia-dejé salir el aire que contenía-acompáñame a mi oficina.

La seguí a regañadientes por los pasillos, ahora mi receso había acabado y estaríamos solas en la misma habitación ¿acaso podía ser peor?

-Sientése-avanzó hasta detrás del escritorio y no la miró hasta unos minutos después.

Nalia estaba con sus piernas juntas y la cabeza baja ¿Qué haría ahora? Estaba en la boca del león y ahora era imposible salir.

-He desistido de tu ayuda para el taller-Nalia levantó por fin su cabeza- ya no necesito tu ayuda, otras niñas me ayudaran..

-¿Por qué me has echado del taller?-al ver el rostro de Julianne indiferente su venas ardieron.

-Como te he dicho, ya conseguí otras niñas que me ayuden, puedes irte-no la volvió a mirar.

-Todo esto porque no te dije que me gustabas ¿verdad?-Julianne le clavó sus ojos con rabia.

-No sé de que hablas, ahora vete-se levantó para cogerle del brazo y arrastrarle a la puerta.

-Lo que dije-habló mas fuerte-no soportas que no te lo haya dicho y ahora me miras como si quisieses matarme, además de que te desquitas con todo el mundo..

-Cállate-Julianne la soltó antes de llegar a la puerta-no afectas tanto en mí como piensas niña-escupió-no necesito de ti nunca más, ya me di cuenta de que solo era un juego para ti ¿conquistar a una mujer mayor y luego alejarla de tu vida? ¿Con cuantas más has hecho eso?

Me dolió lo que dijo, pero rápidamente lo oculté con una sonrisa.

-Creo que han sido a ver..-hice que pensaba-una dos más que tú y créeme que la he pasado bastante bien. Julianne me empujó contra la puerta, cerré mis ojos cuando mi cuerpo impactó con la madera.