Hola, mi nombre es Héctor, aunque aquí en Japón es Hekutā... pero me podéis llamar Karma. Si, lo sé, ya suena extraño que comience así mi relato y ni siquiera ha pasado minuto, pero bueno, al fin y al cabo, esta es mi historia. La historia de mi inapropiada, ridícula e injusta muerte...
Todo "comenzó" un Viernes 7, a las 7:40 de la mañana en mi instituto "Trinity Academy", en el que me transfirieron hace unas semanas por mi pronta y apurada mudanza desde Okinawa, información sin interés para vuestro gusto, supongo.
Esa mañana me disponía a prepararme para ir a mi instituto y seguir con mi vida aburrida en clase, sufriendo el acoso de mis compañeros y no mucho más.A pesar de esto, yo sabía con total certeza, que todo lo que me causaba asco y odio acabaría al graduarme y terminar mi vida estudiantil.
Al pasar por la puerta del instituto, ya podía ver a unos cuantos tipos de varios cursos, esperandome para joderme, cosa que no era una sorpresa. Así, después de sufrir por culpa de esos unineuronales durante más de 10 minutos, logré llegar a la clase y que, a duras penas, este día acabara. Y bueno, lo de siempre... regañado por los profesores, siendo objeto de burla por mis compañeros y no mucho más que ser el payaso de mi propio instituto.
Pero para esto ya tenía una idea montada en mi cabeza; tenía presente que en este infierno llamado "instituto", "vida escolar", "adolescencia"... como lo queráis llamar... Había algo que aún me motivaba lo suficiente como para no perder la cordura y cometer una locura, ese "algo" me hacía sentir como si todo a mi alrededor estuviese congelado, que ni aunque esos idiotas que tengo por compañeros me jodieran, me sentía "bien"; y ese momento se producía cuando la veía a ella, "Natāsha Ishikawa", la chica más guapa e inteligente de mi curso, y posiblemente de todo el instituto.
- Hoy es el día - fue lo que me repetí una y otra vez al terminar el recreo y pasarme semana tras semana redactando una carta presentable que expresara lo que siento por ella. Estaba dispuesto a hacerlo y mi mente simplemente me decía : "Me declararé y haré que mi vida cambie radicalmente".
Después de soñar despierto y delirar por ella, adorne la carta en la penultima clase y recogí una rosa de uno de los cultivos del instituto, logrando regresar a mi aula rápidamente. Segundos después de tocar el timbre del instituto, salí disparado hacia el puente que conectaba con la calle de su vivienda y la esperé sentado en la barandilla del puente, preparando mi argumento para no hacer el ridículo delante de ella.
A escasos minutos después, había llegado el momento, ahí estaba ella, que se encontraba con sus amigas.Estaba tan linda y se la veía tan intelectual que su mirada me dejaba perplejo. Al contemplar como venían, de la manera más discreta que pude, me dispuse a levantarme y fui directo hacia ella.
Aún con mariposas en el estómago por todo este hallazgo de sucesos por mi parte, y con más nervios que en toda mi vida, ya estaba soñando con mi futuro perfecto. Sin embargo, tuve un "pequeño contratiempo", aunque más bien, se podría decir que..."SE ME ACABÓ EL TIEMPO..."
En ese mismo momento,, pude sentirme como si mi cuerpo estuviera descendiendo en el aire, como si por alguna extraña circunstancia hubiese dejado de tener contacto con el suelo.
Hasta que al darme cuenta, una sombra de un hombre sobre el puente me había lanzado a la autopista a una velocidad sobrehumana sin darme el tiempo ni la capacidad de reaccionar o entender mi situación en esos instantes.Todos, sorprendidos, y algunos de ellos sacando su celular, me contemplaban caer sin el más mínimo ruido proveniente de ellos. En ese momento, el tiempo parecía ir a cámara lenta... Casi todos los presentes que pude ver parecían exaltados, todos excepto Paula, la cual ni se inmutó cuando caí del puente; ella se iba a paso firme con una sonrisa bastante extraña.
A milisegundos más tarde, los cuales en mi cabeza fueron largos segundos, logré oír lo que se trataba de un ruido desagradable, que sonaba cada vez más cerca de mí. Hasta que, de la nada... Un camión apareció y acabó por atropellarme, haciendo que mi cabeza se desprendiera de mi cuerpo y provocando a su vez una sangrienta y desdichada muerte. Y posiblemente también causando traumas para alguno de los presentes, pero eso no entra en este cuento.
El accidente, además de romperme casi todos los huesos, matandome dolorosamente en frente de la chica que me gusta, también me dejó "un horrible sabor de boca", ya que, de la nada, se arruinó mi futuro... Mi amor y sobre todo, mi vida... Y sin que esa chica, Paula, se diera cuenta de mi muerte...
Dudo que alguien me extrañe, pero, fue tal el fracaso de mis futuros planes y expectativas... Que realmente me frustra ese accidente hasta la médula...
Es simplemente... INJUSTO.

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Shinigami antes de tiempo
RandomEste relato consiste en la vida de Héctor, un simple estudiante de instituto. Nuesto protagonista sufre de acoso escolar de parte de sus compañeros por su comportamiento tímido, reservado y frío. Pero un día, sin imaginarlo, sucede algo que lo marca...