Madre Malcrin

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- En todos lados esta la maldad, y si existe la maldad, existe el infierno, y si el infierno existe, el cielo es real, y si el cielo es real, los ángeles también, por lo tanto, todos tenemos un ángel.

- En eso, un carruaje paso por un camino en el bosque.

- Que se nos aparecen todos los días. Los que nos acompañan un día, para al otro ya no estar, se aparecen como: un anciano, un hombre, o una niña. Pero el ángel que viene, para quedarse con nosotros, es la última persona que podrías imaginar, encontrarte en tu camino.

- El carruaje se detuvo frente a un monasterio, el conductor bajo y tomo varias cosas; una ballesta con estacas, un collar de plata y su espada por si acaso. El conductor se dio la vuelta y se quitó la capucha revelando a Aramis.

- Señor, venga rápido - Dijo un clero, y ambos corrieron hacia adentro.

- Al llegar a la sala, había una madre llorando, ya que su hija había sido poseída por una bruja. La niña se fijó en Aramis, le dio una sonrisa maligna y trato nuevamente de zafarse de las cadenas que la ataban a la fuente de en medio.

- ¿Desde hace cuanto esta así? - Pregunto Aramis.

- Desde anoche - Dijo el clero.

- Claro - Aramis se acerco despacio a la niña, ella se lo quedo viendo.

- Sal del cuerpo de esa niña - Le dijo.

- Con pedírmelo no lograrás nada - Dijo la bruja.

- Aramis metió la mano en su bolsillo, y saco el collar de plata. Con un rápido movimiento se lo puso al cuello, la bruja trato de atacarlo pero seguía encadenada, en eso la niña calló al piso y un liquido negro salió de ella.

- La madre fue hacia ella y la tomo.

- ¿Mama?, ¿que me paso? - Pregunto la niña.

- El clero tomo a la niña y ambos salieron de la iglesia.

- Que dios lo bendiga - Dijo la mujer.

- La sombra negra poco a poco fue tomando forma de mujer, y se convirtió en...

- Madre Malcrin, la reina de las brujas - Dijo Aramis.

- Si, y tu debes ser el nuevo Clérigo, asignado para los... exorcismos especiales - Dijo la bruja.

- Así es.

- ¿El párroco de tu iglesia te dijo por que necesitaban otro Clero?.

- No necesitaba saberlo.

- Pues, espero que sepas lo que te conviene, por que yo... mate al último - Dijo arreglando su capa.

-Luego de unos segundos, Aramis ocultando su miedo respondió - creo que olvido mencionarme ese detalle - La bruja sonrió.

- Oh, y vienes acompañado - Dijo la bruja. Aramis volteo y vio a un muchacho parado detrás de el.

- Yo no lo conozco - Afirmo Aramis.

- Tal vez tu no pero el a ti si, ven acá muchacho - Le dijo la bruja.

- ¡No la mires a los ojos meterá la oscuridad en ti! - Le advirtió Aramis. El muchacho bajo la vista.

- Me parece una gran idea que hallan elegido a alguien mas joven para este tipo de... tarea, son mejores juguetes, y mas fáciles de... seducir.

- Lamento decepcionarla, pero las brujas no son mi tipo - Afirmo Aramis.

- Eso ya lo veremos - En eso la bruja se convirtió en un dragón.

- ¡Usa la red para atraparla! - Gritó Aramis. El muchacho disparo la red y atrapo a la bruja.

- ¡Bien hecho Hector! - Le dijo al muchacho, pero la bruja lo arrastro por todo el lugar.

- ¡Aramis!. Gritó el muchacho, y cuando llegaron a la puerta, la bruja hizo que el muchacho se golpeara la cabeza contra el marco, lo siguió arrastrando hasta llegar a una jaula de plata, ahí Aramis disparo la ballesta de estacas, y le dio a una de las alas, la bruja calló en la jaula.

- ¡Cierra la jaula!, ¡Ciérrala! - Pero antes de que el chico cerrara la jaula, la bruja lo atrapo.

- ¡Libéralo! - Le gritó desde afuera con una antorcha.

- Libérame tu a mi - Propuso la bruja.

- ¡Aramis, ayúdame! - Gritó el muchacho.

- No esperes compasión de el niño, su corazón se ha vuelto negro desde que su hermana murió - Dijo la bruja.

- ¡Que lo liberes bruja! - Gritó el enojado.

- Claro - Dijo la bruja fingiendo temor.

- La bruja lo volteo y le clavo las uñas en la garganta.

- ¡No! - gritó Aramis.

- ¡Aramis, ayu... dame! - Decía el muchacho agonizando.

- ¡Libéralo!, libéralo! - El mosquetero gritaba, pero entonces la bruja quitó sus garras y el muchacho calló muerto en la jaula.

- ¡Héctor! - Gritó Aramis.

- Soy mas fuerte de lo que piensas muchacho, el tiempo lo hizo para mi, vete, ahora... que... puedes - Advirtió la bruja.

- Con la antorcha, Aramis quemo la jaula, pero la bruja solo reía en su cara.

- 4 años de entrenamiento para nada - Dijo Aramis con algo de tristeza.

- Entonces, madre Malcrin convertida en dragón destrozo la jaula, y se fue volando.

- ¡Te voy a matar!, ¡por Héctor! - Gritó Aramis desde el suelo.

ARAMIS Y LA REINA BRUJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora