2: Las cigüeñas no traen a los bebes, son los toros.

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Entre al primer baño, que vi. Era grande para ser considerado un baño. Me quite la alfombra que no me dejaba caminar demasiado bien.

Con la camisa entre las manos, me di cuenta que era una camisa de él. Era gris y larga, me la puse y me quedaba exactamente por las rodillas.

Salí de ahí con esa camisa. Y baje donde ¿Cómo es que se llama? ¿Jul,Jum,Jill .. ¡JOSH!

Estaba sentando jugando con el teléfono.

-Hola.-Dije.

-Sabía que te quedaría.-Dijo con una sonrisa, esta era la primera vez que no se comportaba como un completo idiota.

-Perdona mi arrogancia, ¿Me prestas el teléfono?.-El soltó una carcajada.

-Aunque no lo creas, linda. Se quien eres.-Levante una ceja.

-¿Qué?

-Sí. Eres Maya Fox. Hija de Gregory James Fox. Y tu tía es Margaret Fox.-Me quede boquiabierta.

-¿Y tu como sabes eso?

-Mis padres son mejores amigos de tu Tía.

-Oh.-Después de un incómodo silenció, Josh dijo:

-El teléfono esta en la cocina.

-¿Gracias?.-Dije saliendo de ahí

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Tome el teléfono, y marque a la casa de mi Tía. Después de algunos molestos pitos, una voz contesto.

-¿Aló?.-Era Susie.

-¡Susie! Pásame a tu Mamá.

-Claro.-Por la voz de atrás se escuchó, como Susie gritaba ¡Mamá!

-¿Aló?

-Tía.

-Querida,¿ Dónde has estado?

-Lo siento, me he quedado sin gasolina.

-Oh. ¿De dónde me estas llamando?

-De una casa, o mejor mansión.-Dije mirando hacía mi alrededor.

-Los Grey.-Dijo mi tía en susurro.

-¿Los que..?.-Dije confundida.

-Ya voy para allá querida.-Y sin más colgó.

Mire hacía la puerta, donde estaba Josh descansando sobre ella.

-Te lo dije ¿No?.-Me mando una sonrisa

-¿Decirme que?.-Dije apoyándome sobre la barra del lavaplatos.

Se acercó hacía mi, apoyo sus brazos sobre la barra, y me dejo encerrada.

-Que nos conocíamos.-Me susurro cerca al oído. Yo reí sarcásticamente.

-Lindo, creo que entendiste mal.-Dije desasiéndome de sus brazos. Y el frunció el ceño.

-¿A que te refieres?.-Lo mire a los ojos.

-Que yo no soy como tus amigas .. “putas”.-Dije remarcando la palabra putas. El sonrió.

-¿Putas? Linda, nadie se resiste a mi, nadie me rechaza.- Reí, y lo mire. Me tuve que parar de puntitas.

-Pues mírame.-El iba a decir algo, pero el timbre sonó.

-Llegaron por mi.-Dije sonriendo.

Me acerque a la puerta sonriendo. Me encanto dejar a Gray con una mueca en la cara.

Falling for the wrong guyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora