Sasuke le dedicaba miradas furiosas a su cuñado, Deidara, quien le sonreía burlón, imaginando las maneras lentas y dolorosas en que podría matarlo y sin embargo consiente de que aquello solo podría ser posible dentro de su cabeza, ¿Por qué demonios su hermano mayor, entre tantas opciones — como como su amigo Shisui o ese pez humanoide, Kisame— tuvo que terminar con alguien como él?
—Entonces, pequeño Uchiha, ¿Lo harás o no?—preguntó Deidara.
—Muérete— Siseó él.
—No, gracias.
Lo mataría, de eso estaba seguro ¡Nadie le hacía eso y quedaba tranquilo! Gruñó colérico. Pero sabía que aun sí decía algo, nada cambiaría y aunque le costara, tenía que —quejándose y gruñendo de mala manera — resignarse.
— ¿Quieren dejar de comportarse como chiquillos? —intervino Itachi, antes de que, conociendo como lo hacía a su hermano menor y su esposo, estos dos dieran comienzo a la tercera guerra mundial.
—Estoy esperando tu respuesta— Ignoró sin embargo Deidara, y es que amaba molestar al menor de los Uchiha. Era su pasatiempo favorito del día a día.
—Y yo te lo reitero: Muérete.
—Eso no ocurrirá—Sonrió Deidara— y menos si tú lo dices.
Itachi suspiró agotado, sinceramente no sabía qué hacer para detener la pelea infantil de ese par. No tenían remedio, y él tampoco, pues en primer lugar, ¿Cómo permitió aquella apuesta? Claro, quería divertirse molestando a su hermano, por eso—y porque, vamos, que era su esposo— había ayudado a Deidara a ganar, aunque eso jamás lo admitiría en voz alta, o posiblemente se ganaría el enojo de Sasuke, y teniendo en cuenta la vengativa personalidad de su hermanito. Gracias, pero no, gracias.
—Sasuke, solo acepta—pidió el mayor, intentando salir rápidamente de aquello.
—Ni loco—Negó con el ceño fruncido—. Me estas pidiendo que me humille. Literalmente.
—Recuerda que hiciste una apuesta y debes cumplirla—Puntualizó, haciendo a Sasuke apretar los puños; estaba entre la espada y la pared, y aunque tranquilamente podría mandarlo al diablo, a su lado aparecieron dos cositas: Un ángel y un demonio ¡Ahora se volvía loco! ¡Fenomenal!
—Es mejor que cumplas tus obligaciones—Opinó el pequeño ser blanco a su derecha.
— ¡Nada de eso! Si lo hace, tiraremos nuestro orgullo a la basura, ¡Niégate!— Contradijo el diablillo a su izquierda.
—El orgullo no es la respuesta, por ello siempre salen mal las cosas.
—No es cierto.
— ¿Cómo fue que hicimos esta apuesta?
Sasuke observó como una piedra caía sobre el demonio, quien ya no contesto nada, mientras el angelito sonreía de lado —made in Uchiha— y luego miró hacía Sasuke, encontrándolo con una mirada asesina. Bufó. Aunque su conciencia buena le dijera que debía aceptar, no lo haría.
— ¡Chicos!—Cruzó por la entra una bella mujer de aspecto algo mayor—. El pastel de tomate ya está listo.
Sasuke volteó el rostro hacia su madre, Mikoto, sintiendo el delicioso aroma. La boca se le hizo agua, sin embargo él era Uchiha Sasuke y jamás demostraría que le afectaba algo tan banal. Entonces Deidara sonrió con maldad e Itachi suspiró; ya sabía que vendría.
— ¡Oh, Sasuke-chan!—Canturreó Deidara—. Le pedí a mi bella suegra que hiciera una tarta por si acaso perdías, pero como no quieres aceptar tu derrota creo que tendremos que comerla solo nosotros— Comentó con falso ademán triste, dirigiendo a su vez una mirada a la aludida, quien sonrió.
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Detrás del traje [SasuNaru]
FanfictionCuando Deidara le hizo vestirse como oso, al principio pensó que era una tontería, sin embargo, gracias a eso conoció a Naruto. [Este fic participa en el reto literario del grupo Shh...SasuNaru NaruSasu]} ❖ Naruto ni sus personajes me pertenecen, t...