De Paseo

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- Vamos- ordenó Eros a Maya de la nada, en su mente el dios había ideado el plan que la salvaría y hasta se había imaginado un pequeño futuro juntos en la eternidad.

- A dónde?- pregunto ella desconcertada pero con una sonrisa en el rostro al ver los ojos de Eros brillar con tanta ilusión.

- Te haré conocer mi vida, quien soy y de donde vengo, tal vez ya hayas escuchado muchas historias mías pero la mayoría tienen algo de fantasía si no es que demasiada, conocerás él mundo de los dioses- Maya tragó saliva y dio tres pasos hacia atrás

- Eros, despacio, no hay porque apresurarse, estás forzando las cosas a ir demasiado rápido- dijo Maya intimidada, no es que no quisiera conocer más a Eros, solo que le intimidaba conocer ese mundo, ella era humana, qué iba a hacer entre dioses?

- Mi dulce Maya, naciste para ese reino, fuiste hecha ahí, a qué es tu temor?-

- Soy humana, criada y nacida aquí, soy común como todos aquí... Qué haré en un lugar lleno de dioses?- Eros miró a su dama con ternura y tomó sus dos manos entre las suyas

- Tienes un destino Maya, un destino junto al mío y si no te sientes cómoda en el olimpo entonces yo no regresaré allá, me quedaré donde tú estés, y si ese lugar es en la tierra que así sea- Maya trago el nudo que se había formado en su garganta, Eros estaba dispuesto a dejar el olimpo por ella, entonces porqué ella no podía tragarse su miedo e ir con él?

- No, no lo hagas Eros, iré contigo, será un increíble paseo- el dios no pudo contener una vez más su alegría tomando por sorpresa a la joven juntando sus labios nuevamente.

- Lo sé, lo sé, despacio, es solo que me gana la emoción- se apresuró a decir Eros ante la mirada acusadora de Maya.

***

- Cómo se viaja al olimpo?- preguntó Maya cuando se encontraban en uno de los elevadores del hotel, el sol empezaba a aparecer y las calles se llenaban de personas apuradas.

- Ya lo verás- Eros apresuró su paso cuando el elevador se detuvo en el último piso, abrió la gran puerta que daba a la azotea y se quitó su gran suéter.

- Y bien?- preguntó ella al no ver ningún vehículo.

- Maya, confías en mi?- se atrevió a preguntar el dios caminado hacia la orilla, Maya lo dudó por un momento pero asintió algo dudosa, a qué venia la pregunta ahora?

- Si, pero qué tiene que ver eso ahora?- Eros estaba demasiado cerca de la orilla, extendió su mano hacia Maya, ella no se acercó pero el dios no bajaba la mano, la joven suspiró y accedió a la petición del dios, Eros la abrazó fuertemente y susurró unas palabras de lo que Maya creía era Latín.

- Cierra los ojos y no te apartes- las ideas se cruzaron en la cabeza de Maya pero para cuando armó el rompecabezas ya era demasiado tarde.
Eros había brincado al vacío, ella no quiso abrir los ojos, si moría no quería verlo, tal vez así le dolería menos, sintió su alma abandonar su cuerpo por un instante y después el aire dejó de correr.

- Eros?- preguntó ella

- Me gusta tu cercanía Maya pero es momento de caminar- Maya abrió los ojos lentamente y se dio cuenta de lo fuerte que tenía abrazado a Eros, ella lo soltó y retrocedió unos pasos.

- Eros, tus- Maya no podía hablar, de la espalda del dios salían dos gigantes y  majestuosas alas

- Alas, sí, son más grandes de lo que los humanos las pintan- Maya quería tocarlas pero tenía miedo de lastimarlo

- No lo harás, siempre y cuando seas cuidadosa, no me lastimarás- respondió Eros como si leyera su mente, Maya se acercó lentamente y con las yemas de sus dedos rozó algunas plumas.

Amor Escrito en Griego (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora