Juegos de guerra I: Kingdom Of Wisdom

3-. el miedo se propaga, ayuda extranjera.

La noticia de la fuga masiva de Azcaban se propago como una llama se propaga por un pastizal en áfrica. La creencia en una fuente sobrenatural del mal no es necesaria, el hombre por si mismo es capaz de cualquier maldad y eso estaba claro no por que Lucius y los demás mortifagos fuesen magos quería decir que tenían que ser malos, la magia era un gran don que debía de saber usarcé y en lo posible usarcé para hacer el bien pero ellos... ellos tenían una maldad interior tan grande que si hubiesen sido muggles habrían sido igual de malvados, todo el mundo mágico sabia que tras la desaparición de Voldemort volvía la paz, pero también tenían muy en cuenta que no todo podía ser color de rosa y que en cualquier momento ese mundo perfecto que ellos creían se iba a derrumbar en cualquier momento.

Hermione había salido muy tarde de san mungo pues Draco no había ido aquel día a trabajar y tuvo que cubrir su turno también, a pesar de que Harry les había recomendado usar la red flu ella seguía prefiriendo manejar hasta su trabajo, ahora conducía su automóvil por la ciudad con la esperanza de encontrar alguna tienda abierta para comprar alimentos pues en casa no tenia ninguna cosa y le rogaba a Merlín tener suerte ya que eran cerca de las dos de la mañana y rara vez había algún local abierto a esas horas, había llegado cerca de Tottenham court road pues en ese sector la vida nocturna era bastante movida y siempre habían locales las 24 horas del día, dio vuelta en una de las intersecciones y como un milagro encontró un pequeño minimarket abierto la castaña aparco y entro en el local.

Una muchacha de cabello rubio y ojos verdes recibió a Hermione en la caja del local, le dedico una sonrisa mientras pasaba los alimentos que la castaña llevaba, Hermione miro su reloj y se dio cuenta que eran casi las tres de la mañana 《por lo menos podre dormir hasta tarde hoy》 pensó Hermione pues tenia el día libre, tras pagarle a la cajera salió del local y se encamino a su auto rápidamente aunque tenia su varita en el abrigo le daba miedo lo solitario del lugar, abrió la puerta del copiloto y deposito la bolsa de las compras, se estaba encaminando a la puerta del conductor cuando una voz conocida la hizo detenerse en seco.

-alejenche de mi malditosss mugglesh- decía aquella conocida voz que al parecer estaba bastante borracho, Hermione se acerco mas al lugar del ruido y pudo divisar como cinco jóvenes intentaban asaltar a Draco que estaba en el suelo e intentaba inútilmente defenderse con encantamientos no verbales.

-petrificus totalus- susurro la castaña apuntando a los ladrones los cuales cayeron con un sonido sordo al suelo, se acerco a Draco que estaba apoyado en la pared de callejón y jugaba con la varita que tenia en la mano -Malfoy, ¿Qué te sucedió?- le pregunto la castaña arrodillándose a su lado.

-Herrrmioneee, que tu hacer aquí- le dijo Draco cuando la miro, a simple vista se notaba lo borracho que se encontraba el rubio.

-te llevare a mi casa para que descanses- le dijo Hermione.

-yo irme contigosh, sholo si me dash chocolatech y mash vino- le dijo Draco mientras intentaba ponerse de pie.

-si, si Draco. Te daré vino y chocolates pero acompáñame- dijo la castaña mientras lo abrazaba por la cintura y lo cargaba a su auto.

Fue el viaje mas largo que hizo Hermione en toda su vida hasta su casa, había acostado a Draco en el asiento trasero, pues pensaba que se dormiría durante el viaje pero nada de eso paso, mas bien se dedico a cantar una ridícula canción que componía a medida que recordaba cosas

《Soy Draco, un rubio platinado, que convirtieron en hurón en cuarto año, Granger me golpeo por querer ver muerto al pollo que Hagrid tenia en el colegio, mortifago fui por que el sin nariz lo quiso así. Tu, turu, tutu.》

Hermione aparco en su casa y bajo a Draco quien aun seguía tarareando la canción que había cantado en el auto, como pudo lo cargo hasta la puerta de su casa la cual abrió con un hechizo y entro.