¿Qué es exactamente amar? ¿Acaso se come? ¿Qué se siente eso? ¿Es tan fantástico eso de "enamorarse"? ¿Es único? ¡¿¿¿qué es exactamente???! Lo único que tengo claro, que eso lastima y donde haya eso, no cuenten conmigo, porque es lo que más evito, "el dolor".
Miro ese sentimiento como hago innecesario en uno mismo, que beneficio trae eso, uno no piensa bien cuando lleva ese síndrome dentro de las venas.
Admito, ver pasar las parejas que ponen un ambiente color rosa, todo rosa para ellos. ¿Qué pienso de eso? Pues..... que quiero sentir la sensación de enamoramiento, ahí es donde viene mi necesidad de sentirme querida "¡Quiero un novio!", no se preocupen soy una chica común y corriente. No me quejo de mi vida, mi secundaria fue tranquila nada de que preocuparse, no tuve problemas serios con mis amigas. ¡Ha! Se me olvido mencionar, me gradué de una secundaria que solo había chicas, gracias a Dios, solo me gusta un genero, los hombres.
-¡Fer! -se acerca una ex compañera de mi secundaria, que gracias por el destino fue puesta en mi misma universidad- ¡¿Cómo estás?!
-¡Hola, Lau! Pues.... ¡Bien! -sonrió- Aunque no quería venir el primer día de clases, enserio, si que da pereza....
-Es tu tercer periodo aquí y te sigues quejando? -comienza a reírse.
-..... Soy la reina de la flojera, tienes que entender -la acompaño en la fiesta de las carcajadas.
-¡Vaya! Para ser la "Reina", has metido clases muy temprano -sonríe.
-¡Ya ves! -Miro el reloj de mi muñeca, para cerciorarme que me quedase tiempo para seguir hablando- vaya..... te dejó.... tengo que ir a mi primer clase.
-Pero queda tiempo -mira el reloj de su celular.
-Si lo sé, pero donde me toca ahorita es en el ultimo piso de este edificio..... ¿sabes lo que tengo que subir? -poniendo la cara de angustia al ver el ultimo piso desde abajo.
Me despedí de mi vieja amiga con un beso en la mejilla, me dirigí a mi destino, al último piso de ese edificio, ni puedo imaginar ir cinco veces a la semana a esa aula tan lejos, ¿lo bueno? Tal vez sacaba un poco de trasera de mi cuerpo, eso me daría incentivo para dar todo de mi en esas gradas.
Mi primera clase era Inglés, no era una gran clase, la odia, de verdad, nunca me ha gustado.
Llegue, tan apresurada que iba subiendo, y la urgencia de encontrar asiento, fueron desvanecidas cuando observe que solo habían llegado dos personas en esos momentos. Me dio la oportunidad de ver con más detalles a mis nuevos compañeros, me quede fija en uno de ellos particularmente, lo había visto en otro lugar. !Ha! Había sido en mi primer clase que había llevado en la universidad, pero en ese entonces solo de lejos lo había visto y aun recuerdo el comentario que había dicho "se ve un chico creído, y más que se sienta adelante..... quiere ser buen niño de mamá con la profesora". Me dio mala química con él, en ese tiempo. Ahora que lo veo, no siento nada.
Me senté en el lugar más apartado que estaba, en el rincón del aula junto a la ventana, me encantaba ver el paisaje cuando no ponía atención a la clase o me perdía por no entender a la lección del día.
Paso de lo más normal, había conocido a un chavo y tenia de compañera otra vieja amiga, nada mal para el primer día de ese trimestre.
Fui a mi siguiente clase en ese entonces, tenía de aliada a Lau gracias a Dios, alguien que ya conocía de hace tiempo, entramos ambas, había muchas personas llenando los asientos, si que estaba repleto ese lugar a comparación a mi clase anterior.
Mi amiga se había adelantado para tomar asiento, no se porque el mismo muchacho que tenia en mi clase anterior, lo tenía en la siguiente, sentí que el mundo que me rodeaba en ese momento se volvió silencioso ayudándome a concentrarme más en esa persona, me acerque, lo mire fijamente, ese ser estaba sumida en sus pensamientos mirando a la nada sintió que alguien lo miraba, se puso alerta buscando al responsable, nuestras miradas se encontraron.
Sonreí al ser observada por él, que dije tan repentino -Hola, te tengo de compañero en inglés, ¿cierto?- sonreí de nuevo, se que fue una pregunta tonta, pero no sabía que decir.
La respuesta que iba obtener, eso esperaba, que fue tardía por cierto, al final fue escuchada -Sí, te tengo de compañera -me sonrió poco.
Cuando iba a seguir la platica mi amiga me llamó, regrese el bullicio del lugar y el tiempo siguió su transcurso, seguí la voz de mi amiga que me llamaba. No me despedí de la persona que cruzaba palabras por primera vez.
Solo me adentre a las filas de sillas que nuestro puesto se encontraba al fondo.
Ella alegremente me presento a dos de sus amigos, que amablemente salude.
Comenzó la clase y cuando reaccione y recordé lo que había dicho, me dio pena, porque nunca había hecho eso. Y más sentir lo que nunca había sentido que el tiempo se detuviera solo para cruzar palabras con esa persona.
¿Eso se llama destino?