—Jungkook.—Jimin miró de él a la puerta y viceversa—.Pensé que estabas en tu habitación.
—Fui a darme una ducha.—dijo.
—Oh.—asintió, él sentimiento de idiotez sin desaparecer—.Escuché la música y pensé que estabas dentro.
—Dejé la música puesta.
Jimin asintió, en todo ese tiempo no se habían movido, quedándose en él pasillo, ninguno haciendo ademán de querer moverse.
—¿Necesitas algo?.—Jungkook finalmente dio unos pasos hacia la puerta de su habitación.
—Si.—Jimin asintió, siendo un acto reflejo él recorrer a Jungkook con la mirada de pies a cabeza, él niño se veía demasiado bien.
—¿Que necesitas?.—preguntó al tiempo que abría la puerta y entraba a su habitación, siendo seguido por Jimin.
—Creo que tu y yo debemos hablar.—dijo, siguiendo a Jungkook con la mirada a cada movimiento—.Necesitamos hablar, y creo que este es él mejor momento.
—Pensé que ibas a salir.—evadió, apagando la música de su móvil.
—No, no voy a salir.—aclaró—.Así que me gustaría que habláramos.
—Hyung.—Jungkook finalmente giró hacia el—.No se si sea él momento para hablar y...
—Si es él momento.—Jimin agarró la mano de Jungkook, dándole una suave caricia—.Ven conmigo.
No pudiéndose negar, él menor se dejó arrastrar por Jimin hacia la sala quien lo sentó en uno de los sillones. Y fue entonces cuando algo llamó la atención del menor, un plato llacía sobre la mesa, junto a una bolsita, pero lo que más llamó su atención fue él contenido del plato.
Aquellos tiernos pastelitos de chocolate y en forma de conejo hicieron que una bonita sonrisa apareciera en su rostro.
—¿Hyung?.—preguntó, dirigiendo la mirada hacia él.
Jimin se colocó en él sillón detrás de el, pasando sus brazos al rededor de la cintura del menor, abrazándolo.
—Sabes que no soy bueno con las palabras, no quise arriesgarme a cagarla más.—depósito su barbilla en él hombro del menor—.Así que pensé que con acciones podría decirte más que con palabras.
—Hyung.—Jungkook se dejó recostar contra él pecho del mayor—.Esto es...No me lo esperaba.
—Lo se.—Jimin sonrió—.Quería darte una pequeña sorpresita.
—Pues lo has conseguido.—Jungkook sonrió, emocionado.
Estos eran los momentos en los que se daba cuenta del porque se había enamorado de Jimin, lejos de todos esos celos y esa posesividad, y de vez en cuando ese carácter intimidante, Jimin era alguien expresivo y cariñoso, que podía hacerlo sentir bien con pequeños detalles y bonitas palabras.
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Jealous. ∆Jikook∆
FanficAmbos son celosos, pero hay algo que los diferencia. Jungkook sabe y puede controlarlos y controlarse a sí mismo, pero Jimin no puede controlarlos ni controlarse a sí mismo.