Capítulo 6

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Esa noche fue la más rara de mi vida, supongo que ya sabéis porque. Llegamos a la roca y mi madre se giró hacia mí.

-Venga.

-¿Venga que?

-Que hagas... no sé, es mi primera vez con esto sabes.

-Yo no... ¿Que se supone que debería hacer?

-Pues... ¿llamarlo?

-¿Como?

-¿Tal vez un rugido o algo así?

-¿Como hago eso?

-¡Justo por eso me necesitas! -dijo una voz lejana.

En cuestión de segundos aterrizó delante nuestro un enorme dragón con el cuerpo recubierto de escamas con tonos morados, cuernos en la cabeza, pinchos por toda la espalda y la cola, ojos de reptil y una sonrisa más o menos apreciable.

-Hola hijo

-Pa- ¿papá?

-El mismo -dijo él.

Estaba en shock. No sabía que decir.

-Me alegra ver que mi hijo es un Drakon prometedor.

-¿Así es como llamas a los Drakontrophos?

-Yo no, mi especie.

-¿Especie?

-Si, especie. Así es como nos organizamos. Si hay que atacar, atacamos juntos. Si hay que protegerse, nos protegemos entre nosotros. Y si hay que huir, huimos juntos. 

-Osea... ¿como una manada de lobos?

-Si, más o menos.

-Ajá... ¿Y que has hecho todo este tiempo?

-Poco antes de que tu nacieras mi especie tuvo que huir. Por eso me fui -mintió- y desde entonces he estado huyendo. Pero un hijo es más importante que eso.

-Ya... Mamá ya me dijo que te hecho de su vida, así que dime la verdad.

-Oh... Solo quería salvar un poco el honor de tu madre. La verdad es que después de eso estuve deprimido unos meses, perola noticia de tu nacimiento me contentó. Desde entonces, como tu madre no quería ni verme, tuve que salir de su vida, pero siempre estuve vigilando que estuvieses bien.

-Osea espiándome...

-Si lo quieres ver así...

-Oye, podrías... Ya sabes, ¿destransformarte?

-Oh, claro... Puede parecer raro hablar con una criatura tan grande, ¿no?

Se transformó en humano y estuvimos hablando algo incómodamente (sobretodo yo, ya que no paraba de mirar mis escamas y repetir para si mismo que "era muy prometedor") sobre todo el tiempo que habíamos pasado sin vernos.

-Oye, Fernick, no creo que hayas hecho que tu hijo se transforme y venga hasta aquí solo para hablar sobre chorradas.

-Ya, claro... Hijo, eres un Drakon, eso ya lo sabes.

-Si, lo he aprendido a las malas.

-Bien, pero esto no es ni un 10% de la forma que adoptarás cuando seas un verdadero Drakon completo.

-Explícate.

-El cuerpo entero lleno de escamas, más músculos, serás más alto, un cuello más voluminoso ya que desarrollaras la glándula pyretica...

-Supongo que será la que hace que salga el fuego...

-Bingo. ¡Ah! Y no olvidemos las alas y los ojos. Son lo más vistoso.

Llamas cruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora