66.-GAME OF THRONES (JON SNOW)

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Aviso de SPOILER de la temporada 6.
Este también está en tercera persona.

Pedido de gemmastica022
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Riley observó el imponente castillo desde la distancia.

El precioso castillo de Invernalia, que previamente había pertenecido a la honorable familia de los Stark, ahora se encontraba decorada con estandartes de hombres crucificados, los estandartes de la familia Bolton.

La joven puso una mueca de asco y cabalgó hacia el portón, los guardias de los Bolton le abrieron sin dudarlo. Al llegar al patio bajó del caballo, del cual se encargó otro hombre, y se acercó a un tercero.

-Vengo a ver a Lord Bolton-Dijo en voz alta y con expresión tan fría como la temperatura que había allí, en el norte.

El hombre asintió y la guió hasta la sala donde se encontraban Roose Bolton junto a su mujer y su hijo bastardo. Cuando los presentes fijaron su atención en la recién llegada, dejaron de hacer lo que estaban llevando a cabo.

-Riley, mira cómo has crecido- señaló el bastardo con su típica sonrisa, que haría temblar a cualquiera; pero lo único que provocó en la castaña fue una mueca de asco.

-Tú sigues igual de idiota, Ramsay- Le contestó, por lo que el pelinegro borró su sonrisa y la miró con odio.

- Riley, hija, ¿que tal el viaje?- Le preguntó esta vez Lord Bolton con una sonrisa, la chica, aunque fuera una bastarda y odiara a su familia, no dejaba de ser su hija, y podría usarla para ganar alianzas mediante casamiento.

-Bastante bien, hasta que escuché que habíais traicionado a los Stark y matado al joven lobo y a Lady Stark- Le recriminó a su padre. Riley siempre había sentido predilección por la familia Stark, por eso se sentía traicionada por su padre. Roose Bolton era un ser despreciable, pero nunca había hecho nada que dañara a su hija, hasta ahora.

Después de saludar a su madrastra, que era la única de toda la familia a la que no odiaba, se escabulló del lugar.

(...)

-Lady Stark, es un placer conocerla-Riley sintió nauseas de puro asco ante las palabras de su medio hermano, le odiaba con toda su alma, no era nada nuevo, pero ahora tenía aún más razones, pues por su culpa ahora vivía encerrada en una celda junto a "Ediondo",también conocido como Theon Greyjoy, y todo porque había conseguido convencer a su padre de que era lo mejor pues ella no estaba de acuerdo con las tradiciones familiares, tales como desollar vivos a sus enemigos. Sin embargo, sí que la dejaban salir cuando recibían una visita importante o cuando su padre así lo precisaba.

-Lady Sansa, pensaba que estaba usted muerta-Dijo Riley haciendo una reverencia, cosa que su familia le recriminó con la mirada, pero no le dió importancia, Sansa era una Stark y no iba a permitir que la engañaran ni la hicieran daño. En ese momento se prometió a sí misma que haría lo que pudiera para proteger a la chica Stark.

(...)

-¡Jon! -Sansa se sintió feliz de encontrar por fin una cara conocida, aunque está fuera la del hijo bastardo de su padre. Ambos se fundieron en un abrazo y entraron en el Castillo Negro, donde Jon era el Lord Comandante, aunque no por mucho tiempo.

Sansa le contó las atrocidades que habían cometido los Bolton después de que llegara una carta de parte de Ramsay.

-Invernalia es nuestro hogar, tenemos que recuperarlo-Le dijo la pelirroja sin poder apartar la mirada del papel-A demás, debemos salvar a Rickon y yo le debo la vida a una persona allí, tenemos que salvarla.-Jon la miró confundido y Sansa le contó todo lo que sabía sobre la hija bastarda de Roose Bolton y como la había ayudado durante su estancia en la actual Invernalia.

(...)

Riley dio vueltas en su celda sin poder detenerse, sentía que en cualquier momento se pondría a saltar por las paredes si no la dejaban salir en seguida, ahora estaba allí recluida todo el día porque gracias a ella Sansa y Theon habían escapado.

La chica se encontraba en un pequeño shock después de haber visto como los perros de Ramsay se comían vivos a su madrastra y al bebé que la recién mencionada y Lord Bolton acaban de tener. A demás, ahora los hombres de Roose le pertenecían legítimamente al pelinegro, pues le habían nombrado hijo legítimo antes de que su padre muriera de forma "inexplicable", Riley sabía que en realidad había sido el propio Ramsay.

Todos los guerreros y guardas se movían de un lado a otro murmurando cosas sobre una batalla de bastardos.

Riley, a quien se le daba muy bien poner el oído en conversaciones ajenas, se enteró de que dicha batalla era entre Ramsay Bolton y Jon Snow, el bastardo de Ned Stark. La chica había oído muchas cosas sobre el nieve Stark, e incluso le había visto con sus propios ojos en el muro cuando ella pasó por allí en uno de sus muchos viajes (aunque él no la recordaba) y ciertamente había empezado a sentir más que predilección por dicho pelinegro, por lo que se sintió levemente mareada de solo pensar en que Jon pudiera perecer bajo la espada del idiota y sádico de su medio hermano.

Lo único bueno que escuchó fue que la chica Stark había llegado a salvo junto al nieve Stark y eso hacía que la enjaulación mereciera la pena.

Muchos de los hombres salieron del castillo para enfrentarse en la batalla por Invernalia, mas un tiempo después las puertas volvieron a abrirse para dejar pasar al cobarde de Bolton y al pequeño séquito que había sobrevivido. Riley no veía nada de lo que en el patio acontecía, pero si que escuchaba los gritos y los silbidos de las flechas, así como el sonido que producían las espadas al chocar, la batalla se había trasladado a interior del castillo del norte.

Riley levantó la cabeza y le pidió a los dioses, tanto a los viejos como a los nuevos, que la batalla acabará con los Stark como vencedores.

Por esto, cuando escuchó que los gritos cesaban y que alguien se acercaba a la puerta de su celda se encogió en el suelo, donde estaba sentada, deseando que fuera un Stark y no un Bolton.

-Debes ser Riley-La mencionada levantó la cabeza y suspiró de alivio al ver el rostro de, no solo un Stark, sino de Jon Snow.

-Lo soy, y tú eres Jon Snow-Replicó ella con una sonrisa, y sin poder evitarlo se lanzó a los brazos del chico, quien la recibió sin saber muy bien que pasaba.

-Mi hermana me ha hablado mucho de tí-le susurró al oído.

-Me alegro de que esté a salvo.

-No lo estaría de no ser por tí, gracias-Le agradeció Jon y Riley sintió que porfín podía respirar de nuevo, sabía que lo malo no se había acabado, pero al menos se sentía libre por primera vez en su vida, y ello, en parte, era gracias a Sansa Stark y Jon Snow.

Jon la ayudó a salir de la jaula y la sacó al patio para que Sansa le ayudará a revisar que la chica no tuviera heridas y que estuviera bien, y Riley pudo ver cómo los hombres tiraban los estandartes de hombres crucificados y descolgaban los grises con la cabeza de un lobo huargo, y por raro que parezca, sintió que estaba donde debía estar.

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El siguiente es de Robb Stark.🐺💙

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