No sin ti...pero sí contigo.

Capítulo 6

-Hola cariño, ¿Te encuentras mejor? Harry te trajo a la enfermería.-Aquellas fueron las primeras palabras que escuché cuando abrí los ojos.
-Sí, me encuentro bien, gracias.
La enfermera me dio dos muletas.
-Ya puedes volver a tu cabaña, ten cuidado con las muletas si nunca las has utilizado.
-Lo tendré.
Volví como pude a la cabaña, allí me estaba esperando Abril.
-¡Ainhoa! Lo siento no me han dejado entrar a la enfermería.
-No te preocupes Abril.
De pronto alguien llamó a la puerta.
-Harry...
-Hola, quería saber cómo estabas.
-Estoy bien, gracias por lo de ayer.
-Me voy, tengo reunión.
No te vayas, quédate.
-Adiós.
-¿Harry te ayudó ayer?-Me preguntó Abril intrigada.
-Me sacó del lago. Abril tengo hambre, acompáñame al comedor.
-Claro, después iremos a clase.
Me comí una manzana porque sabía que no me llenaría el estómago, después Abril y yo fuimos al pabellón.
Al acabar la clase iba a irme a la cabaña ya que no iba a poder bañarme en unos cuantos días, cuando de pronto noté que alguien me cogía de la muñeca y esperaba que fuera Harry. Acerté de lleno.
-Ainhoa...
Yo me quedé callada y esperamos a que el pabellón estuviese vacío para poder hablar.
-Como no te puedes bañar, ¿Te apetece que vayamos a dar una vuelta?
Estoy deseando pasear de tu mano.
-Vale.
Los primeros minutos del paseo fueron un poco incómodos pero enseguida empezamos a hablar.
-Bueno y...¿Qué haces aquí?-Me preguntó Harry.
-He venido a pasar el verano con mi mejor amiga, es Abril.
-¿Dónde está?
-Ha ido a darse un baño a la piscina.
-Siento lo que te pasó.
-Hubiese sido peor si tu no hubieras estado por allí.
-¿Quieres que nos sentemos?
-Por favor.
Harry me ayudó a sentarme, sus manos parecían de seda, tan delicadas...
-¿Puedo hacerte una pregunta?-Dije yo.
-Las que quieras.
-¿Qué haces tú aquí?
-Buscaba entretenimiento, me aburro en mi barrio, aquí puedo ser siempre yo y comportarme como quiero com chicas como tú.
Creo que aquello fue un cumplido.
-Esta noche Sophia da una fiesta en su cabaña y ha invitado a todo el mundo sin excepciones.-Dijo él.
-¿Estás insinuando...?
-Correcto.-Dijo Harry riendo.
-Iré.-Dije sonriendo.
BÉSAME.
-Voy a ir a buscar a Abril, seguro que tiene hambre y quiero esperarla para comer.
-Nos vemos luego.
La tardé pasó volando y llegó por fin la noche.
-¿Te gusta esto?
-Me gusta más el vestido rojo Abril.
-¿Qué te vas a poner tú para impresionar a Harry?
-No quiero impresionar a Harry Abril, pero voy a ponerme esto.
-Admite que te gustaría impresionarle.
-Digamos que no me importaría.-Dije casi riendo.
Cuando llegamos a la fiesta comencé a buscar a Harry, pero no lograba encontrarle.
-Hola...estás preciosa.-Me dijo él mientras me cogía de la mano y me giraba para poder vernos cara a cara.
-Tú también te ves bastante favorecido.
-¿Quieres beber algo?
-No, gracias, no tengo mucha sed.
Estuvimos alrededor de una hora hablando y yo ya me encontraba agotada.
-Voy a irme, estoy cansada.
-Deja que te acompañe.
Cuando estábamos a punto de llegar me llamó Abril.
-¿Ainhoa dónde estás? No consigo verte.
-En la cabaña, estoy cansada.
-Las chicas con las que comimos ayer me han dicho que duerma con ellas...¿Te importa?
-No Abril, diviértete.
Corté la llamada y guardé el móvil.
-¿Qué ocurre?
-Abril no duerme conmigo hoy.
-¿Te importa que me quede yo?
-Encantada.
Entramos en la cabaña y me senté en el sofá, Harry se sentó a mi lado. Pronto vi como pasaba su brazo alrededor de mis hombros.
Es el momento de lanzarme.
Me senté sobre sus piernas y mirándole fijamente a los ojos le aparté los rizos de la cara, entonces fue él quien me besó, sus labios eran tan suaves que podría besarlos una y otra vez.
-Me gustas...-Le dije cuando paró de besarme, y no pude resistirme a besarle de nuevo.
-Harry...tengo sueño.
-Vamos a dormir.
Entré al baño a ponerme el pijama y cuando salí vi a Harry acostado en la cama de Abril, yo me acosté en la mía.
-Descansa.-Me dijo mientras me miraba.
Yo le sonreí.
-Descansa.-Repetí.