❝ I will remember you; yoongguk

uniqué.

El olor a productos de limpieza me tienen hastiado, el andar de las personas va y viene como el café que tengo entre mis manos aún caliente. Ya ni siquiera soy consciente de que estoy vivo, no se siente como eso, mis ojos arden por el llanto que estos días se ha escapado de mi garganta a cada minuto, mi cuerpo tiene una extraña sensación de pesadez, en mi pecho se instala un desagradable vacío que poco a poco me va consumiendo, tan profundo, tan doloroso porque es poco a poco, va degollándome con una fina navaja sin filo para que desgarre mi piel con parsimonia en una incesante agonía. Los minutos y horas se quedan flotando en el aire, no sé en que día vivo o que hora es, sólo me mantengo estático como una escultura de mármol, fría e inmóvil. Todo es tan irreal, incluso mi propia existencia, ya no me reconozco al mirarme al espejo, mi blanca piel ha perdido vida, ésta deshidratada y la barba comienza a salir pero apenas es perceptible. Mis ojeras cada vez se agradan más, son tan profundas que incluso se ven violáceas, además de que mis ojos están hinchados y rojos de tanto llorar. Mis labios ahora están secos, cuarteados, pálidos y sin vida, como yo. No he comido mucho que yo recuerde, mi complexión se siente más delgada de lo que ya es, estoy seguro que  si toco mi abdomen, las cotillas resaltarán inmediatamente y los huesos de mi cadera se han pronunciado más de la cuenta. 

Aunque nada de eso me importa ahora, podría estar muriendo en este mismo instante y lo pasaría por alto. Lo único que me importa ahora eres tú, no he dormido, he llorado con la esperanza que despiertes, que abras tus ojos, me mires sonriendo y que te lances a mis brazos para romper a llorar los dos. Pero eso no pasará, no cuando estás postrado en una cama de hospital, con innumerables de aparatos que te mantiene con vida, tan débil y frágil que me parte el alma. Pero no puedo hacer nada, por más que quisiera, es frustrante verte ahí, durmiendo como si fuera algo tan normal y común. Desearía ayudarte, Jeon, pero no puedo, no me es posible despertarte del coma, por más que quiera. 

Sorbo el café que está en mi manos con simpleza, asqueado por el sabor tan insípido de este y decido dejarlo ahí. Paso mis manos por mi cabeza que duele, tanteo con mis dígitos un par de puntos que faltan por cicatrizar completamente, aún duele pero ya ha disminuido, tengo moretones en todo el cuerpo, también una leve contusión en la cabeza pero nada de gravedad y sólo fui acreedor de numeroso corte en mi piel por el cristal roto. Jungkook fue el más afectado en todo el sentido de la palabra. Las lágrimas quieren brotar de nuevo, la culpabilidad emana de mis más recónditos sentimientos, me muerdo el labio con fuerza importándome poco el corte que hay en estos, cuantos días han pasado así, los coches van de aquí para allá, los doctores mi miran con lastima en los ojos y las enfermeras sólo me dan palabras de aliento ya bastante usadas. Mi interior es como un cristal, un cristal que poco a poco se va rompiendo a pedazos y las pequeñas piezas ya no pueden volverse a armar. Es un misterio como la vida te puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. A veces me pregunto sí he hecho algo mal, cuantas veces me he entregado a ti, no sólo en cuerpo, me he entregado a ti completamente, mi alma y mi vida te pertenecen sólo a ti pero no sé  si eso sea suficiente para que te merezca, el tiempo no me dice nada, con tu ausencia algo muy dentro de mi se rompe pero tengo que ser fuerte para ver el final, para poderte mirar a los ojos y decirte que te amo. 

He soñado estas últimas semanas con que despiertes, con poder volver a nuestra aburrida y monótona rutina, sí, no me importaría, inclusive ansió el momento en el que ambos salgamos de este maldito hospital con una sonrisa genuina en los labios sólo para ir a nuestro hogar, ver esas películas de superhéroes que tanto te gustan, abrazarnos en el sofá hasta las tantas de la madrugara y dormir aferrados el uno al otro no sin antes besarnos fugazmente en los labios. 

Una venda me cubre los ojos obligándome a ahogarme en una obscuridad abrasadora de la cual quiero escapar, cae de nuevo ante mi y la luz se siente tan lejana. Ahora estoy aquí completamente solo añorando tu presencia, se siente tan frío y quisiera arder en llamas para ya no sentir este desasosiego. Pero ahora lo único que me mantiene aferrado en el creer en algo, algo que no puedo ver y por ahora, estoy por mi cuenta.