La historia de Lily

Imperfectos pensamientos

Solo yo sabía lo que pasaría, sentí impotencia de no poder hacer nada, sentí miedo de pasar lo mismo que me arruino la vida ¿cómo advertir? Nadie me creerá, ya eh pasado esto ¡la gente no cambia! Me pasaran por loca, me internaran ¡no quiero ser más yo! ¿Acaso no puedo ser normal? Necesito ayuda...nunca eh tenido amigos ni mucho menos un novio la gente normal pide ayuda me gustaría hacer lo mismo, no puedo en este caso solo puedo esperar la destrucción, la destrucción que puedo evitar, pero no sé cómo.

¿Cómo puedes contar cosas sobre la destrucción de mundo sin que te traten por loca o por alguien de una imaginación «especial»?

¡Nadie me tomaría en cuenta! Ya tuve bastante de cuando me encerraron un montón de años para que lograra olvidar todas estas cosas, lo cual no funciono porque de todas maneras estas visiones ya son parte de mí, y me seguirán siempre, o al menos hasta que llegue el fin y todos dejemos este mundo.

Al despertar por los gritos de mi madre me senté en la cama, pero por unos minutos no hice nada más, seguía pensando en lo mismo, hasta que mi madre llego y me saco a rastras de la cama para empujarme al baño y tirarme agua en la cara, luego de eso se fue.

No me quedaba más que vestirme para que mi madre no me retara, las madres lo saben todo, ¿sabían eso? Así que agarre lo primero que vi, hoy nos tocaba Jeans Day, primero la ropa interior luego la ropa que consistía en unos pantalones azules, una polera blanca, un suéter negro y mis tenis blancos.

Cuando baje a desayunar mi madre se estaba dirigiendo nuevamente a la escalera pensando que aún no estaba lista, al verme se dio la vuelta y volvió a la cocina para servirme unas tostadas de pan con mantequilla y mermelada junto a un vaso de leche.

Termine el desayuno, tome mi mochila y me fui al liceo.