"Principe Demonio"#2(PO)

O9:Te amo.

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Llegue a mi habitación, respire hondo, antes de entrar, encontré a una Gala dormida en mi sofá, solo con una camisa vieja mía, la tome en mi brazos, ¡joder se parecía tanto a Maya!, esto va a estar muy mal, tener a una réplica cerca, la recosté y la arrope coloque una de mis manos en su mejilla, un *Jessy* salió de mis labios, estaba cegado de nuevo, me acerque a ella con intensión de besarla pero mi móvil me saco de aquel mal trance, golpe mi frente con la palma de mi mano *Que mierd* estaba por hacer*, mire el mensaje *Cooper soy Lea, mañana podemos vernos en la cafetería Flower, buenas noches*, solo respondí *Esta bien, 10:00 am, nos vemos ahí, buenas noches*, deje el móvil en la mesa de la sala y me quite la polera, para después acostarme en el jodido sofá.

 —¿Keyla tiene novio?.—Hable alarmado, Lea me miro divertida, fruncí el ceño, mire al pequeño renacuajo.—Ella tiene apenas, casi 12 años.—Hable serio, Keyla estaba sonrojada, por el tal Hugo.—

—Cooper, son solo niños.—Comento burlona y tranquila, Lea.—

—No me importa, Keyla no te quiero cerca del.—Amenace a la pequeña, ella frunció su ceño.—

—Nadie me separara del.—Abrí mis ojos en plato.—

—¡Cooper!.—Chillo alguien, *Gala*, mire ella estaba roja y sus manos en puños.—¡Te estaba esperando en el hotel!, que haces con esta.—Miro a Lea con asco.—

—Gala.—Advertí, Keyla la miraba asustada, por el griterío que tenía.—

—Me estas engañando con esta.—Lea estaba en shock lo más seguro que piensa que Maya es Gala.—

—¡Gala!.—Grite sacado de mis casillas, me puse de pie furioso si algo odiaba que me gritaran camine hacia ella y la tome de los codos, la saque de la cafetería.—¡Que te ocurre!.—Vi que tenía polvo blanco negué, pase un dedo por su nariz.—Otra vez esta mierd*.—La subí a mi auto suerte que lo pare enfrente, ella gritaba y me golpeaba no me importo la subí y después yo, en el camino ella maldecía a Lea y decía cuanto cosa que se le venía a la mente, al llegar la tome del brazo fuerte, ya en mi habitación ella me miro.—

—¡Que hacías con ella!.—Grito, apreté mis dientes.—

—¡A ti qué coño te importa, es mi put* vida no dejare que nadie se meta de nuevo en ella!.—Ella se acercó amenazante, intento darme una bofetada pero tome sus muñecas.—Ni lo pienses.

—¡Porque ella no te merece, yo soy la indicada!, ¡Te amo!.—Me quede en shock,

—Cooper.—Chillo Ashley sacándome de mis pensamientos, la mire.—Oper ¿estás bien?, mejor dejamos esto para otro día.—Suspire.—

—Corrí a Gala, creo que se fue a City Colltens.—Ashley me miro confundida.—Hizo una escena enfrente de Lea y Keyla, la saque de la cafetería cuando llegamos a mi habitación en el hotel ella empezó a gritar como loca, y después dijo algo como "Yo soy la indicada, Te amo".—Pase una mano por mi cara.—

—Pensé que estaba mal, esa chica por ti pero, dios está obsesionada contigo.—Negué, coloque mi brazo sobre sus hombros.—

—No debí hacer lo que hice.—Gruñí, ella me miro entrecerró sus ojos.—

—¿Que no me has dicho, Oper?.—Regaño.—

—Antes de conocer a Jessy, conocí a Gala, en un club yo estaba bien, unas cuantas copas quizás pero no estaba del todo tomado, sabía lo que hacía, una diosa griega, apareció frente a mí, ella empezó a coquetearme, hasta el punto de...—Ella negó diciendo *No quiero saber que mierd* te hizo esa*.—Bueno, nos fuimos a unas habitaciones del mismo club, y tuvimos relaciones, demasiadas veces.—Murmure lo último, Ashley hizo un sonido de asco, sonreí por su mueca, tonta.—

—Por eso la obsesión de tenerte para ella, coño tío eres un dios en la cama.—Se burló, reí e hice mi mirada de coqueto, ella frunció su ceño.—Alega tus encantos de mi Oper.—Me empujo riendo, suspire.—

—Después no la volví a ver hasta que conocí a Jessy, pensé que era la misma chica pero ella me conto que tenía una hermana gemela, después de 1 año de conocerla, le pedí ser mi novia dos meses después ella me presento a su hermana.—Hice una mueca, y eleve mis hombros.—Desde ahí Gala me acosa.—Estar con Ashley creo que sale el lado amistoso y burlón mío, la rubio me miro seria.—

—No es divertido, ¡qué tal si un día te viola!, peor ¡te secuestra!.—Chillo preocupada, reí por sus tontas ideas.—

—Ella no es capaz de eso, quizás con esto se olvide de mi.—Eleve mis hombros, abrace más a Ashley y caminamos por el Centro comercial.—

 Mire la tumba de Dan, Ashley dejo un ramo de flores, ella venia casi todos los días y dejaba uno nuevo, se lo agradezco.

—Hermano.—Musite, me puse de rodillas y quite el poco polvo que había, sin más lagrimas comenzaron a salir, Ashley apretó mi hombro.—Mire aquí esta Ashley, como debes de saber, ella es mi apoyo en todo lo malo, es como mi hermana menor, una terca y habladora.—Reí un poco y volví a poner mi expresión de dolor.—No dejare que otra vez me quiten algo importante.—Musite, de mi bolsa de la chaqueta saque el pequeño auto de Jordán era el primero que le compre, ya que cuando nuestros padres murieron quedamos en la calle, después conseguí un trabajo y comencé a trabajar quería darle un hogar a mi pequeño hermano, en navidad conseguí una casa pequeña, Jordán esperaba regalos pero solo pude regalarle un auto pequeño, el cual el adoro y siempre traía, el día de su muerte lo traía en su chaqueta.—

 —Enserio, Lea siento la escena que hizo Gala.—La ojiverde me miro y sonrió, le explique todo, y ella lo tomo bien.—

—Tranquilo Cooper, no pasa nada.—Coloco una mano sobre la mía, sentí un escalofrió, mi corazón latió de nuevo como si fuera un crio.—

—Te invito a cenar.—Mordí mi lengua, pero ya había salido las palabras, la ojiverde sonrió mas y asintió.— Tendré una junta con unos empresarios y tenemos que llevar pareja.—Comente rápido.—

—A las 8:00.—Asentí, llegue a mi habitación del hotel, suspire, mire el cuarto, es tiempo de dejar ir a Maya, siempre estará en mi con mi hijo, pero ellos no regresaran por más que quiera, ellos no regresaran.—

—¡coño!, Ashley me estar asfixiando.—La rubia dio un gritito y soltó el moño negro, respire de nuevo.—

—Lo siento, Cooper.—Mordió su labio.—Estoy muy nerviosa, es que saldrás con ¡Lea!, juro que brincaría pero como sabes tengo que cuidar de mi hijo.—Sonreí.—¿A qué hora irías por ella?.

—A las 8.—Mire mi reloj y 7:55.—

—¡Santa mier*!.—Hablamos los dos al mismo tiempo, ella arreglo ahora bien el moño y corrí a la salida de mi habitación, Ashley se quedaría.—

—¡Suerte!.—Grito ella.—Ten cuidado.

—Cierra bien, cuídate y gracias.—Corrí al elevador.—