-No estuvo tan buena- dijo Daniel mientras subíamos al auto de regreso del cine
-Estuvo increíble- dijo Nori
-Yo también quiero un unicornio, creen que pueda conseguir uno?- preguntó Leia esperanzada
-No pusiste atención a la película ¿o que?- dijo mi hermana
-¡Nora!- dije en forma de reproche
-¿Que? En la película dice que solo las princesas con vestidos brillantes pueden tener uno, y Leia no es una princesa-
-Pero tengo dinero, lo que es casi igual-
-Leia, nunca debes de presumir del dinero, un día puedes tenerlo y al siguiente ya no, y ya te lo he dicho, tú no tienes dinero, mis papás tienen- dijo Daniel serio
-Tu también tienes, ¿porque yo no?- preguntó la niña irritada
-Porque yo trabajo, ganó mi dinero, cuando crezcas podrás hacerlo- explicó Daniel
-O puedes casarte con alguien rico, así como Sara con tu hermano-
-¡Nora ya basta!- dije firme, que vergüenza, mire de reojo a Daniel y estaba algo rojo y serio, no dijo ninguna otra palabra, llegamos a casa, el aire se sentía tenso
-Gracias por llevarnos- dijeron las niñas al mismo tiempo, Daniel solo asintió con la cabeza y entro a la casa sin decir nada
-Sara ¿Daniel se molestó conmigo?- preguntó mi hermana preocupada
-No, como crees, o bueno, no lo sé, a mi tampoco me ha hablado, tienes que disculparte Nora, sabes lo molesto que es cuando hablas sin pensar, estuvo mal- le dije comprensiva
-Lo se, mami me lo ha dicho, lo siento- dijo mi hermana mientras sus ojos se aguaban
-Disculpa aceptada, pero no solo me debías disculpa a mi- le recordé
-Cuando salga me disculparé con el-
-Sara, ¿podrías venir un momento?- me preguntó mi madre
-Voy-
-Por fin llegas, tenemos que escoger el tono de los manteles-
-¿Cuales manteles?- pregunte confundida
-Hola, tierra llamando a Sara, ¿a que crees que viniste? ¿de vacaciones?- preguntó mi padre irónico. Mierda. La boda.
-Papi, ¿no crees que deberíamos atrasar la boda?
-¿Para que? Es en dos meses- me informó
-Es que preferimos hacerla en verano- mentí
-Pero si acaba de pasar el verano querida- me dijo la señora Evans
-Por eso, nos gustó tanto que queremos hacer la boda en verano-
-Y ¿exactamente qué les gusto?- preguntó mi padre enarcando una ceja
-El clima
-¿El clima?- me preguntaron los tres al mismo tiempo
-Si- dije tratando de soñar lo más convincente posible
-Tendremos que hablarlo todos juntos para llegar a un acuerdo- dijo mi madre
-Si está bien, ahora tengo que ir porque Daniel ocupa algo- dije y salí lo más rápido que pude de ahí, entre a mi casa y subí los escalones hasta llegar a nuestra habitación, Daniel estaba terminando de ponerse unos zapatos negros, se paró de la cama y agarro dos corbatas, se las puso enfrente del espejo para ver cuál quedaba mejor
-Me gusta la azul- le dije recargada en el marco de la puerta, no me contesto pero dejó la gris en su lugar y se dispuso a ponerse la que yo le había dicho, era un completo desastre, camine hacia el y le quite las manos de la corbata
-Yo lo hago- le dije y comencé a ponérsela, estaba raro, no hacía contacto visual conmigo
-Gracias- dijo en voz baja y se alejó, pero antes de que saliera del cuarto tome su mano
-Mírame- le pedí, el rodó los ojos pero lo hizo
-¿Que pasó?-
-¿Porque me estás evitando?- pregunte en voz triste
-No lo hago-
-¿Puedo ir contigo?-
-No-
-¿Porque no?- pregunte
-Es una junta importante, además me voy a tardar y tienes que hacer la cena para tus amigos- rayos, había olvidado por completo que Peter y Liv vendrían a cenar
-Está bien, ¿como a qué hora llegaras?- le pregunte en voz baja
-No lo sé, después te veo- dijo y salió por la puerta sin decir nada más
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La promesa que cambio mi vida
Teen FictionSara Blake una chica de 18 años, hija de exitosos empresarios y con el corazón roto, se entera que su padre hizo una promesa hace 17 años con un amigo que le cambiará la vida por completo. Buscas una novela con humor?, amor? Y una que otra decepción...